“A través de una gran consulta popular podemos construir una nueva Venezuela”

Freddy Omar Durán

En pleno torbellino de la política venezolana, alimentado por una serie de escándalos que arropan a ciertos personajes de la oposición, Oswaldo Álvarez Paz, esperanzado y enarbolando como propuesta una gran consulta popular que avalaría las grandes decisiones que zanjarían un cambio de rumbo en la crisis general,ofreció a Diario La Nación una entrevista en la que, sin perder la serenidad forjada por años en las lides políticas, ofreció ideas y sugerencias acerca de los próximos pasos a seguir por los venezolanos que pregonan la ilegitimidad de la permanencia en su cargo del presidente Nicolás Maduros, y el entorno institucional, militar y político que solventa su poder.

—La oposición venezolana está viviendo momentos que podemos definir de delicados. ¿Qué opina de este complicado panorama?

—Los escándalos que envuelven a algunos dirigentes de la oposición no ayudan al camino que se había trazado, que es ponerle el punto final a este régimen, lograr la salida de Maduro y del equipo que dirige el país, e iniciar el periodo de construcción de una nueva Venezuela. Nada debería apartarnos de eso, en vez de quedar empantanados en una serie de denuncias y problemas, muchos de los cuales han sido propiciados por el mismo régimen. Sin embargo, tenemos una solución para resolver ese dilema, que la tenemos a la mano y la plantea la Constitución, donde claramente se plantea que la soberanía reside en el pueblo y que se ejercerá directamente a través del voto. Se ha planteado la necesidad de una gran consulta nacional para ver qué opina al respecto el pueblo de Venezuela, sobre lo que está pasando y sobre lo que se debe hacer. Ese es un camino que necesita ser discutido. Si hay un consenso alrededor del mismo, necesita ser ejecutado, dentro de un programa en que hay tareas para todos

—¿Cómo sería llevado a cabo este mecanismo de consulta, y quiénes lo estarían organizando?

—Se está trabajando al respecto, es todo un esquema operativo. Pero para que se pueda realizar esa consulta, para enfrentar cualquier acción del Gobierno para intentar sabotear, se debe contar con el respaldo activo de la comunidad internacional, en cuanto se haga respetar la voluntad general de la Nación.

—Al margen de lo negativo, ¿qué ha ganado este año la oposición?

—Que estemos discutiendo cosas importantes, como estas que estamos planteando aquí. Yo creo que el Gobierno al día de hoy, a esta hora, a pesar de que pudiera proyectar la imagen de que tiene más poder concentrado, está más debilitado este año en la calle que el año pasado. Este año se ha avanzado, y se ha avanzado bastante: más del 80% de los venezolanos quiere la salida de Maduro. Eso habla más allá de todas las intrigas que pueda haber entre algunos dirigentes.

— ¿Y usted cómo ve este proceso de la diáspora, de la supuesta xenofobia que estarían sufriendo los venezolanos en el exterior?

—La gente está buscando cómo resolver sus problemas, el problema familiar, laboral, y si no encuentra sus posibilidades en Venezuela, tienen que buscarla en el exterior. Son más de cinco millones de venezolanos. Eso es mucho para nosotros, y es mucho para los países que los están recibiendo, en pocos meses. Y no hay animadversión en el exterior, hay preocupación en esos países para ofrecer alternativas a todos los que lleguen. Lo que pasa es que entre esa gente también hay muchos que han sido sorprendidos cometiendo ilícitos y, en consecuencia, deben ser sancionados. Venezuela está donde quiera que están los venezolanos, así sea en el último rincón del mundo. Y nosotros, que estamos aquí, debemos ver por ellos como si estuvieran en nuestro territorio. Y yo creoque en el espíritu de todos ellos está la obsesión de tener una Venezuela mejor.

—¿Qué debemos los venezolanos rectificar?

–Muchas cosas, entre ellas dejar la política con “p” minúscula e ir a la política con “p” mayúscula. Esta probado que este sistema social-comunistoideno ha funcionado en ningún lado; y aquí el fracaso ha sido estrepitoso, y mucho más si eso lo mezclas con ignorancia, incompetencia y una alta dosis de corrupción de parte de los que dirigen el “proceso”.

—¿Y en lo que respeta a la oposición?

—Clarificando los objetivos. Ratificar qué es lo queremos, para ver cómo lograrlo. Si los objetivos están claros dentro de un esquema de pluralismo democrático, cada grupo, cada personalidad puede trabajar con su propia táctica, pero siempre alcanzando un mismo fin todo. No dejar que las circunstancias nos arrollen y cada quien vaya dando bandazos para sobrevivir, o para obtener ventajas. No es fácil, fácil es decirlo, lo que se debe es trabajar fuertemente para concretarlo.

—Hay mucha gente desanimada, que dice que en Venezuela no hay alternativa, o la única sería una solución armada para logar la salida del presidente Maduro. Incluso, Guaidó habló de que sí era necesario el uso de la “fuerza”. ¿Qué opina sobre eso?

—Las salidas democráticas son funcionales, válidas en democracia: en dictadura todas las opciones tienen que estar sobre la mesa. Y necesariamente el uso de la fuerza no implica el uso de la fuerza armada. Que si fuera necesario, también es un recurso que se utiliza, nacional o internacional. La idea es lograr un régimen de libertades y democracia auténtica. Ahora, si nos agotamos en el electoralismo agudo, que es la enfermedad de unos cuantos, pues no vamos a salir del problema, vamos a estar moviéndonos en círculo todo el tiempo.

—¿Entonces, esa propuesta de reformar el CNE, que viene de la AN, podría servir de algo o sería una de las cartas posibles?

—Es una de las cartas, y podría ser si el proceso fuera honrado. Y solo así sería posible entender que tenemos que llegar lo más pronto posible a unas elecciones presidenciales. Pero esta posibilidad ellos la niegan sistemáticamente, dicen que no, dicen que no…

—Ante esta situación, todas las vías podrían ser posibles…

—Todas, sin descartar ninguna, y todas en nombre del régimen democrático.

Finalmente, Álvarez Paz hizo un llamado a mantener viva la fe y la esperanza, que contribuirán a que todo pueda lograrse en virtud de la mayor unidad posible, y que “los que no estén de acuerdo, bien que no estén de acuerdo, pero que no molesten, que dejen hacer las cosas, y vamos a ver los resultados”

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