Son 20 años que se llevan de implantación de una revolución cuyo propósito es el control y dominación social por hambre y escasez. Una crisis para la sociedad que es inducida como mecanismo de empobrecimiento y dependencia al Gobierno.
Los números revelan una crisis social, que paradójicamente es el éxito de la revolución; cuyo costo lo paga el ciudadano con su sufrimiento, con su vida, con la fractura familiar, con su desnutrición, su enfermedad, su éxodo, suicidio, su prisión o su muerte. El costo en la lucha política, hoy en Venezuela, está aún por debatirse; toda vez que la ausencia de concreción de una salida al régimen conduce a los mismos números, que empeorarán cada día que el régimen se mantenga.
Así tenemos que con 11.800 protestas registradas este año en el país, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) señaló que las manifestaciones por la falta de calidad de vida son sistemáticas y permanentes en medio de la situación de Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa Venezuela.
Según el Foro Penal Venezolano, 1.503 personas fueron arrestadas arbitrariamente en Venezuela en el primer trimestre de 2019; 14.471 personas han sido detenidas con fines políticos, desde el 1 de enero de 2014 hasta el 31 de marzo de 2019.
8.154 personas permanecen sometidas a medidas restrictivas de su libertad, a pesar de haber sido excarceladas (esto incluye prohibición de salida del país, prohibición de participar en asambleas o hablar en medios de comunicación, presentación periódica ante tribunales y proceso judicial en suspenso).
837 civiles han sido juzgados inconstitucionalmente ante la jurisdicción penal militar. La cifra de presos políticos registrada por Foro Penal, hasta el 31 de marzo de 2019, es de 864 personas, de las cuales 95 son militares y 769 son civiles. 91 personas son mujeres y 2 son menores de edad.
Entre el 22 de enero y el 15 de abril de 2019, el Observatorio de conflictividad social y la ONG Provea registraron: manifestantes asesinados: 47 hombres y 4 mujeres, de los cuales 5 eran menores de edad.
Que no le quepa a usted la menor duda que el Gobierno se mantiene por la vía de la violencia institucional y el uso de las armas.
ACNUR calcula el éxodo de venezolanos en seis millones para el año 2020. Más de 650.000 solicitantes de asilo de venezolanos en el mundo. Más de 2 millones personas viviendo bajo otras formas legales de estadía en las Américas.
Según Mark Lowcock, el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU, siete millones de personas, un cuarto de la población venezolana, necesitan ayuda humanitaria. 1,9 millones de personas requieren asistencia nutricional, incluidos 1,3 millones de niños menores de cinco años. Las enfermedades prevenibles, como el sarampión, la malaria, la tuberculosis y la difteria, han resurgido en el país, con 2,8 millones de personas que necesitan asistencia médica, entre ellas 1,1 millones de niños. Alrededor de 4,3 millones de personas necesitan asistencia de agua y saneamiento, y el 17 % de los más pobres no tienen acceso al agua potable.
Con estos datos, concluyo preguntándome. ¿Es la paz solo el silencio de los cañones?, no son estos datos, las cifras de la acción política de un régimen que inconstitucionalmente impone una revolución por la que el venezolano no ha votado, pero sí impone por la vía del uso de las armas y la violencia.
Estas son solo unas cifras de muchas que faltan, es el alto costo de la revolución violenta. Feliz Navidad.
Carlos Casanova