Estos pacientes no reciben el medicamento tacrolimus desde hace cinco meses. La situación es «catastrófica», según la fundación Amigos Trasplantados de Venezuela
La vida de mil 300 trasplantados renales del país se encuentra en riesgo, ante la ausencia del medicamento tacrolimus que necesitan tomar diariamente y de por vida para conservar la salud de su órgano trasplantado.
«La situación del 50 por ciento de la población de trasplantados es sumamente grave, porque ese inmunosupresor no lo entrega el Seguro Social desde hace cinco meses”, denunció, vía telefónica, a La Verdad Reymer Villamizar, presidente de la Fundación Amigos Trasplantados de Venezuela (ATV).
Reveló que en reuniones con diferentes ONG el pasado agosto, representantes del Seguro Social aseguraron que la falta del fármaco en las farmacias de Alto Costo en Caracas y en los estados obedecía al proceso de revisión y aprobación de los permisos sanitarios por parte del Instituto Nacional de Higiene (INH).
Sin embargo, debido a la protesta realizada a principios del presente mes en la farmacia de Los Ruices, en la capital, ante la falla total del medicamento en todo el país, la respuesta del ente fue el anuncio de la desaprobación del tacrolimus por el referido instituto cuatro meses después, según expuso Villamizar.
Por ello, el presidente de la ATV calificó de «catastrófica» la situación de los trasplantados renales. «Estamos cerrando el año en rojo».
Son 43 fallecidos desde 2017
En ese sentido, puntualizó que la cifra de muerte de estos pacientes renales ascendió este año. «Desde 2017 hasta ahorita van 43 trasplantados fallecidos, por no contar con inmunosupresores y por las complicaciones derivadas de eso».
La muerte de al menos 39 trasplantadas debido a la escasez de los medicamentos necesarios para evitar el rechazo del órgano recibido reportó, el pasado noviembre, el informe presentado por la ATV y la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida) a la OEA y a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en su visita a Venezuela.
El referido informe precisaba que los decesos ocurrieron en Aragua, Táchira, Anzoátegui, Carabobo, Guárico, Lara, Apure, Bolívar, Miranda y Distrito Capital. No mencionó Zulia, donde no hay organizaciones ni entes oficiales que reporten estadísticas de ningún tipo sobre la materia.
El fallecimiento de Ángel Sánchez, de 64 años, y de Jesús Rondón, de 28 años, en el Hospital Universitario de Maracaibo, reportó La Verdad en mayo de 2018 debido a la escasez de inmunosupresores.
Sin tracolimus en Maracaibo
“Ahora hay que esperar enero para que llegue de nuevo el medicamento de la India, disparando todas las alarmas, porque son muchas las personas que presentan episodios de rechazo y quienes perdieron el riñón se enfrentan a la crítica situación en las unidades diálisis, se complican y mueren”, aseveró Villamizar.
Desde junio de 2017 está suspendido el programa nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos en Venezuela.
Y añadió: “Y el Seguro Social no da muestras claras de que tienen la disposición de entregar los medicamentos. Además, los pocos que tienen los distribuyen más en Caracas y envían muy pocos al interior, dejando a los pacientes de los estados con medicación incompletos, poniendo en riesgo sus vidas. Es una práctica de larga data”.
“Desde hace tres meses no recibo tacrolimus en la farmacia (de Alto Costo) del Pons (Hospital Adolfo Pons, de Maracaibo), y tuve que comenzar a bajar la dosis y tomar la mitad para que me rinda hasta que llegue de nuevo. Dios quiera y sea muy pronto”, indica el trasplantado zuliano, Ever Roca.
Villamizar denunció también que el Seguro Social no entrega certican o everolimus, otro de los inmunosupresores, desde hace un mes. “Y están entregando desde hace unos siete meses la prednisona (uno de los esteroides que complementa el tratamiento) pero de 50 miligramos, cuando los pacientes la toman de cinco miligramos, por lo que tienen que comprarla”.
Además, recalcó que el micofenolato mofetilo o cellcept, “no está llegando en Carabobo, ni en oriente”. Este fármaco falló este año durante más seis meses, “hasta que lo volvieron a entregar en noviembre, al menos aquí en Maracaibo”, según afirmó Sonsiré Suárez, trasplantada zuliana.