Madrid, España (AFP) La Vuelta a España presentó este martes, para su 75ª edición en 2020, el recorrido más internacional de su historia, con paso por Holanda, Francia y Portugal, y un trazado con el Tourmalet y el Angliru como grandes atracciones montañosas que prometen espectáculo.
“Vamos a tener la Vuelta más internacional habida nunca”, afirmó el director de la ronda española, Javier Guillén.
El pelotón saldrá el 14 de agosto de la ciudad holandesa de Utrecht para acabar tres semanas después, el 6 de septiembre, en Madrid, tras recorrer más de 3.200 km en 21 etapas que coronarán al sucesor del esloveno Primoz Roglic, ganador de la última edición.
La montaña estará de nuevo muy presente con siete llegadas en alto y once etapas de media y alta montaña en España y Francia, pero la Vuelta también dará opciones de lucimiento a los velocistas.
“Va a ser una Vuelta variada, que dará oportunidades a todos”, aseguró Guillén.
La ronda española comenzará con una contrarreloj por equipos de 23,3 km en Utrecht, en Holanda, donde la Vuelta disputará sus tres primeras etapas.
Tras una jornada de descanso que servirá para volver a España, el pelotón se dará ya de bruces con la montaña en la cuarta etapa con la llegada en el alto de Arrate, en el País Vasco, con rampas de hasta el 13 % en el que pueden empezar a vislumbrarse diferencias.
– ‘Etapa trampa’ –
“Es una etapa trampa y Arrate siempre hace diferencias”, advirtió este martes Miguel Indurain, ganador de cinco Tours de Francia durante la gala de presentación de la Vuelta.
La ‘serpiente’ multicolor pasará después por tierras navarras, en una 5ª etapa en la que el alto de Aralar, de 1ª categoría, podría servir para profundizar diferencias marcadas el día anterior, antes de pasar a Soria al día siguiente con un final inédito en la Laguna Negra, a 1.700 metros de altura y rampas del 16 %.
La Vuelta tendrá un punto de inflexión antes de la segunda jornada de descanso con la 9ª etapa, un recorrido corto, pero exigente en el Pirineo francés con los duros puertos del Portalet y del Col D’Aubisque antes de finalizar en el mítico Tourmalet a 2.115 metros con rampas medias del 7,4 %.
– ‘Importancia crucial’ –
El gigante francés servirá para seleccionar entre los líderes de la ronda española, que en su penúltima semana pasará por tierras vascas, riojanas y castellano-leonesas, antes de acabar con un dúo montañoso entre León y Asturias, que empezará a dejar claro los favoritos al triunfo final.
“Esas dos etapas van a tener una importancia crucial en la Vuelta”, aseguró Contador.
La 14ª etapa acabará en el duro alto de la Farrapona, a 1.700 metros, con una pendiente media del 5,7 % y picos del 13 %, tras superar otros tres puertos de 1ª categoría y uno de 3ª.
Al día siguiente, los ciclistas finalizarán en el alto del Angliru, que con sus rampas del 10,3% de media, se erige de nuevo como el lugar para abrir brecha, antes de la contrarreloj individual.
Tras la última jornada de descanso, llegará la contrarreloj individual de 33,5 km con la pequeña trampa de su llegada en alto en el Mirador de Ézaro, de apenas 1,5 km, pero con rampas de hasta el 20 %, que obligará a cambiar de bicicleta.