El nuevo año será la continuación del año que dejamos atrás, una economía en crisis, sin recuperación, pero con dolarización. El uso del dólar y del peso es cada día más común, el bolívar pasó a ser una moneda que solo sirve para transferencias, los precios se publican en divisas.
La falta de billetes, producto de una hiperinflación de las más altas, si no la más alta del planeta, impide que el Gobierno tenga la capacidad de seguir imprimiendo billetes de los que llamamos inorgánicos. A ello se suma que las transacciones electrónicas sin internet, vale decir con escasa conectividad asociada a las fallas eléctricas, determinan que su uso sea deficiente, irregular, no continuo. Estos elementos propiciaron y facilitaron el uso de otras monedas.
Somos a instancias de la revolución un país sin soberanía en muchos aspectos, pero evidente, en la soberanía monetaria ya no lo somos. El propósito es la eliminación del bolívar. El surgimiento del petro, y su posible uso, lo están perfeccionando; el pago a funcionarios públicos de porciones de lo que les entregan mensual en esta modalidad, lo convierte en una suerte de libreta de racionamiento, solo podrás usar petros en los establecimientos que el régimen así determine.
Cuba, por ejemplo, mantiene dos monedas, una de manejo interno no intercambiable y otra cambiable internacionalmente. Si Venezuela sigue el modelo cubano es probable, en consecuencia, que el petro forme parte de ese propósito.
¿La dolarización indica que existe reactivación económica?
No, existe una burbuja en la que están viviendo y consumiendo los benefactores de la liberalización de los controles de precios, con ello, desapareciendo la causa del desabastecimiento, pues comenzaron a aparecer los productos que, advierto, no es que sean caros, es que el nivel de intercambio del bolívar es muy bajo, razón por la cual la divisa es la usada.
Ahora bien, una cosa es el comercio y otra la producción del agro, la agroindustria y la industria, que requiere materia prima importada; con una limitación en cuanto a la cantidad de unidades de producción. Esto es, requieren de una política económica, monetaria y fiscal, que hoy no tienen.
Para llegar al capitalismo requerimos cambiar el modelo político y económico que se impone. Hay quienes hablan de que se está produciendo una apertura en materia económica, a lo Singapur o Turquía; yo no lo creo. Se dolarizará más aún el consumo, se trata de imponer más al petro en este engendro comunista.
Para Fedecámaras, opinión que respeto, Venezuela vivirá un resurgimiento económico producto de las reglas del “mercado” que se imponen sobre las ideologías. Esta afirmación se hace depender de la existencia del mercado, que hoy no existe, ya que no existe libertad económica, libertad de empresa, libertad de competencia, y menos libre acceso al mercado, que en la práctica no existe, por imperio de una economía controlada e intervenida por el Estado.
Lo que más quiero, apreciados lectores, es que esa recuperación económica se produzca en favor de todos los venezolanos.
Yo me sumo a lo que señalan Henkel García y Asdrúbal Oliveros: «La dolarización per se no genera crecimiento. Se necesitan muchas otras cosas. Podría decirse que muchas de estas cosas están en el Plan País, pero estamos lejos de que ese Plan País pueda ser ejecutado»
Les deseo un año 2020 que sea de libertad, prosperidad económica, armonía y mucha fe.
Dios con nosotros.
Carlos Casanova Leal