Norma Pérez M.
La época decembrina es tiempo de reflexión, pero también de compartir y regocijo, alegría que no se puede permitir se diluya con las vicisitudes de la adversidad; al contrario, en los momentos más oscuros hay que irradiar la luz de la felicidad. En Rubio, municipio Junín, los niños vieron un sol más brillante gracias al esfuerzo de quienes luchan por sobrellevar la crisis.
Algunos, héroes anónimos, otros, seres de gran corazón, todos unidos con el propósito de otorgar presentes y desarrollar actividades recreativas a niños de bajos recursos. Ya sea de la mano del Cuerpo de Bomberos del municipio Junín o de almas altruistas en la unidad educativa colegio Los Andes. La felicidad en las sonrisas de los más pequeños llenó los espacios para tener recuerdos memorables fuera de las dificultades.
San Nicolás, bombero honorario
Más de 160 niños fueron bendecidos con la alegría de la Navidad por parte del esfuerzo de los bomberos de Rubio, pues estos héroes organizaron una jornada donde entregaron juguetes a niños de bajos recursos, con la acción benefactora de comercios del municipio.
Con caravana incluida, san Nicolás acompañó e hizo entrega de los obsequios a los niños recolectados por los bomberos. Los residentes de la comunidad de “El Japón” se regocijaron con la presencia de los artífices de esta iniciativa para llevar juguetes a los pequeños que más lo necesitan.
Son varias las actividades que complementan la loable labor de los bomberos, su compromiso con la comunidad es una inspiración y un fortalecimiento continuo de la esperanza que debe reinar en todos los venezolanos de cara al futuro, gente como ellos, nobles y de buen corazón, serán piezas fundamentales en la construcción de un mejor país.
Cooperación conjunta
Con casi ocho décadas de existencia, la unidad educativa colegio Los Andes es la institución que ha contribuido en la formación de niños y jóvenes por generaciones. En esta Navidad, miembros de la institución organizaron un encuentro para realizar actividades recreativas, entregar cotillones y golosinas a pequeños de zonas populares.
La iniciativa de la actividad fue de un benefactor anónimo, ejemplo de que la ayuda a otros no debe ser motivo de créditos destacados, lo más importante es llegar a los más necesitados y, en este caso, alegrar el corazón de niños con un poco de magia e ilusión.
Cotillones con golosinas y útiles escolares, además de una merienda, fueron parte de los presentes, donde a la par de un rato de entretenimiento, consolidaron una mañana diferente, de esplendor y ánimo para los pequeños, que compartieron sonrisas junto a sus padres y representantes. No todo puede ser oscuridad y sufrimiento, la luz de la alegría debe abrirse paso en los corazones para poder continuar el camino que queda por delante.