Regional
Son venezolanos los paramilitares detenidos por el asesinato del joven músico de la GNB
30 de diciembre de 2019
Armando Hernández
Son de nacionalidad venezolana y procedentes de oriente y centro del país, los tres paramilitares que en horas de la mañana del pasado domingo fueron capturados en una trocha de Ureña, en momentos que transportaban en dos sacos de fique los restos de joven músico de la Guardia Nacional Bolivariana, Wilson Yeismith Paz Useche, (23) a quien asesinaron y decapitaron en una aparente represalia por las acciones que las autoridades han desarrollado contra grupos de paramilitares en diferentes puntos del estado Táchira.
Este aterrador crimen ha permitido corroborar una situacion que ya era del conocimiento de los organismos de investigación criminal, en el sentido que la mayoría de grupos generadores de violencia, responsables de homicidios, extorsiones, contrabando y actos terroristas, son comandados o conformados por ciudadanos de nacionalidad venezolana, que de manera violenta, en una sangrienta lucha armada, lograron desplazar a los tradicionales jefes, que era n colombianos.
Vendía helados en la frontera
Según lo manifestado por familiares del joven militar, que prestaba servicio en la Escuela de Formación de Guardias Nacionales G/D. Víctor Anselmo Fernández Escobar, con sede en Cordero, municipio Andrés Bello, con el rango de sargento segundo, estaba desaparecido desde el pasado 26 de diciembre cuando decidió pasar al lado colombiano, concretamente al sector El Escobal, del de Cúcuta, Departamento Norte de Santander, en la República de Colombia, con la finalidad de vender helados, debido a que estaba pasando por una fuerte crisis económica y su esposa, hace apenas dos meses dio a luz un bebé. Tenia residencia en la zona de Palmira Municipio Guasimos del estado Táchira.
Dijo nuestro informante que Paz Useche fue con su familia a pasar navidad en la casa de una cuñada en la zona de Aguas Calientes, en Ureña y que había decidido aprovechar la oportunidad para tratar de obtener un ingreso extra mediante la venta de los helados, pero esto resulto ser una pésima idea, ya que le costo la vida al caer en manos de integrantes del grupos generador de violencia conocido como “Los Rastrojos”.
Asesinado y decapitado
Se presume que el mismo dia en que ocurre el crimen es asesinado el joven músico militar, a quien decidieron quitarle la vida, a pesar que formaba parte del personal orgánico, pues estaba asignado a la banda de guerra de la escuela de Cordero, y se cree que el carné, donde aparece uniformado, se convirtió en una sentencia de muerte.
Las autoridades venezolanas saben eso por los mensajes y fotos que los mismos paramilitares colgaron en las redes sociales, donde se observa al militar ya sin vida, su documentación y se hacen amenazas a los diversos organismos de seguridad.
Desde el mismo jueves, cuando los familiares denunciaron su desaparición se inicia la búsqueda por las diferentes trochas. Se sabe por esos mensajes que había sido capturado y llevado al Escobal, territorio colombiano donde lo ejecutan.
Presumiendo que los restos habían sido trasladados al lado venezolano, sea dio inicio el mismo jueves, a un operativo de búsqueda, por parte de efectivos del Destacamento No. 212 de la Guardia Nacional Bolivariana, bajo el mando del Tcnel. Franklin Rivero Bayone y funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, de la Delegación Estadal Táchira comandados por el comisario general Wilmer Uribe y la sub delegación de Ureña, que dirige el comisario jefe Jesús Zambrano.
Algunos datos obtenidos mediante labores de inteligencia resultaron inexactos y no es posible dar con los restos del joven militar. Las diferentes trochas que conduce al Rio Táchira y de allí al lado colombiano fueron recorridas una y otra vez sin resultados positivos, pero a pesar de ello las operaciones no se suspenden, por lo contrario se incrementan por parte de personal fuertemente armado y preparado para el combate.
Tres detenidos con restos del músico militar
El procedimiento se cumplió en horas de la mañana del domingo en la trocha “Los Grullos”, cerca del Puente Internacional Francisco de Paula Santander, en Ureña, según lo dijo el comisario Wilmer Uribe, al ser abordado por los periodistas de Diario La Nación.
La comisión policiaca – militar recorría la zona cuando se observa que desde el lado colombiano habían ingresado tres hombres con sacos de fique, a sus espaldas. Los funcionarios que estaban en zona boscosa y a cierta distancia optaron por mantenerse allí hasta que los sujetos se acercaron lo suficiente como para ser interceptados.
La voz de alto fue impartida y los sospechosos reaccionaron emprendiendo la huida, uno de ellos dejo caer el costal y corrió hacia el Rio Táchira y el otro dejò el suyo en zona boscosa. Los tres fueron aprehendidos antes que cruzaran la frontera y durante la requisa se encontró en poder de uno, un arma de fuego tipoi revolver. Cuando las autoridades revisaron los sacos de fique, color blanco, encontraron la cabeza del joven guardia nacional y en la vegetación, el cuerpo, con las manos atadas a la espalda.
Así mismo se les incauto un panfleto, presuntamente de las Autodefensas Unidas por Colombia con un mensaje que decía textualmente: «LE DECLARAMOS LA GUERRA A LA LEY VENEZOLANA AUCV PRESENTE».
Los presuntos paramilitares detenidos quedaron identificados como: Kelvin Alejandro Espejo, de 31 años de eddas, de Anaco, estado Anzoátegui; Carlos Eduardo Rodríguez, de 35 años, residenciado en Marca pana, estado Sucre y Andrés Vera Rodríguez, de 29 años de edad, con residencia en Naguanagua, estado Carabobo. Todos de nacionalidad venezolana. Uno de ellos, no se aclaro quien, presenta registro policial por el delito de hurto. Tambien fueron incautados varios proyectiles calibre 38.
Se presume que los presuntos paramilitares al momento de ser sorprendidos por la comisión del Cicpc y la GNB, se trasladaban hasta las inmediaciones de una base militar venezolana, en la zona de Puente Santander, para abandonar los restos del músico militar. Efectivos del Cicpc – Ureña procedieron al levantamiento de los mismos y debido al estado de descomposición, fueron trasladados directamente a la morgue del Cementerio Municipal de San Cristóbal.