Tras un ataque de Estados Unidos en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Bagdad, en Irak, fallecieron el comandante iraní de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, siglas en inglés), Qasem Soleimani, y el subjefe de las fuerzas paramilitares iraquíes Hashd Shaabi, Abu Mahdi al-Muhandis.
En un comunicado del Departamento de Defensa de EEUU, se indica que la operación fue ordenada por el presidente Donald Trump como una medida defensiva y decisiva para «proteger» al personal estadounidense en suelo irakí.
«Bajo la dirección del presidente (Donald Trump), el Ejército de Estados Unidos ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal estadounidense en el extranjero al abatir a Qasem Soleimani», señala el texto.
La agencia Xinhua refirió que «tres misiles lanzados contra el aeropuerto alcanzaron a dos vehículos cercanos, acabando con la vida de al menos siete personas, es decir, cinco miembros de la milicia iraquí y ‘dos huéspedes’ que se encontraban en dichos automóviles».
Soleimani era un mayor general iraní en los IRGC de Irán, comandante desde 1998 y el principal responsable de las operaciones militares y clandestinas extraterritoriales.
Mientras que Al-Muhandis era uno de los líderes paramilitares respaldados por Irán en Irak y era el comandante de facto de las Fuerzas Hashd Shaabi en Irak y también dirigía las Brigadas iraquíes de Hezbolá, indica Xinhua.
Por la red social Twitter, el líder supremo de Irán, Alí Hoseiní Jamenei, prometió que «a los criminales que mancharon anoche sus sucias manos con su sangre pura y la de los demás mártires los espera una dura venganza».
Este viernes se registran manifestaciones populares en Irán, al tiempo que el jefe adjunto del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, el general de brigada Ali Fadavi, enfatizó que «tras el martirio del general Soleimani, la lucha va a continuar; los criminales sentirán experiencias más duras», reseña Hispantv.
Hay que mencionar que el martes, EEUU aumentó la presencia militar en su embajada en Bagdad, ante la reacción de miles de iraquíes indignados por el ataque estadounidense del pasado 29 de diciembre contra las posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak (Kataeb Hezbolá), en la provincia occidental de Al-Anbar, que dejó al menos 31 muertos y decenas de heridos.
Secretario de la ONU preocupado por tensiones en el Golfo Pérsico
(AFP) El secretario General de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, manifestó este viernes su profunda preocupación por la reciente escalada de tensión en la región del Golfo Pérsico, luego del asesinato del comandante iraní de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, siglas en inglés) Qasem Soleimani.
En un comunicado de su portavoz, António Guterres recordó que ha abogado constantemente por la reducción de las tensiones y afirmó que «el actual es un momento en el que los líderes deben ejercer la máxima moderación», expresó Guterres, citado en una nota del Centro de Noticias de la ONU.
Soleimani fue abatido en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad en Iraq durante un bombardeo aéreo ordenado por el presidente estadounidense Donald Trump, según informó el Departamento de Defensa del país norteamericano.
Por su parte, el Pentágono justificó la operación asegurando que Soleimani desarrollaba planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región.
En tanto, Guterres resaltó que «El mundo no puede darse el lujo de otra guerra en el Golfo», puntualizó.
Freddy Bernal califica de cobarde la política exterior del Gobierno de EEUU
“Mi solidaridad con el pueblo iraní ante el vil y cobarde asesinato del Gral Qassem Soleimani, líder de la Guardia Republicana, figura clave de la política militar de esta región. Una vez más el gobierno imperial de #EEUU asesina líderes de la resistencia sin medir consecuencias”.
Con este mensaje publicado a través de sus redes sociales el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela para el estado Táchira, Freddy Bernal se refirió a los recientes ataques perpetrados por el gobierno de Donald Trump en pleno corazón de Bagdad, al bombardear con drones las instalaciones del Aeropuerto internacional produciendo el fallecimiento de 8 personas.
El ataque aéreo se cobró la vida de Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, unidad del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica; y del jefe de las Fuerzas de Movilización Popular y comandante de la milicia Kataib Hezbolá (KH), Abu Mahdi al Muhandis.
“Cobarde política exterior de #EEUU” sentenció en otro mensaje el líder revolucionario tachirense, al enumerar las diversas expresiones en el manejo de la diplomacia norteamericana como ha sido en el caso de Latinoamérica “el golpe de estado en Bolivia, la promoción del narcoparamilitarismo en Colombia, y el injerencismo en Venezuela” agregando “y ahora escalada bélica en Oriente Medio”.
Bernal se unió de esta forma a la diversidad de líderes mundiales que han expresado su rechazo ante este hecho que tensiona las relaciones en el Oriente Medio; donde las figuras asesinadas permitieron la derrota de células terroristas como ISIS y la consolidación de un bloque de resistencia contra las políticas imperialistas e injerencistas promovidas por los gobiernos de EEUU. (Prensa Proctectorado)
Países del Golfo temen la furia iraní
Aliados de Estados Unidos, los países árabes del Golfo temen represalias en su territorio por parte de Irán tras el asesinato de un poderoso general en un ataque estadounidense en Irak, según los expertos.
El general Qasem Soleimani, emisario de Teherán para asuntos iraquíes, y un líder pro-iraní en Irak fueron asesinados en una incursión estadounidense en Bagdad, ordenada por el presidente Donald Trump, tres días después de un asalto inédito de la embajada de Estados Unidos por manifestantes pro-iraníes.
«Abu Dabi y Riad están muy preocupados por los acontecimientos en Irak durante el fin de semana, y temen que Irán responda contra las fuerzas estadounidenses presentes en su territorio», explicó a la AFP Andreas Krieg del King’s College de Londres.
Antes del asesinato del general Soleimani, Estados Unidos acusó a una facción iraquí pro-Irán de estar detrás del ataque en el que murió un subcontratista estadounidense y soldados estadounidenses en Irak resultaron heridos.
En represalia, Washington atacó y mató el domingo a a 25 combatientes proiraníes. Los partidarios de estos últimos manifestaron su ira y atacaron la embajada ultrasecurizada de Estados Unidos en Bagdad.
«Aunque todos los países del Golfo condenan el ataque de Irán contra la embajada de Estados Unidos en Bagdad, ninguno de ellos quiere correr el riesgo, en este momento, de ser arrastrado en esta espiral de violencia», opina Andreas Kreig.
Arabia Saudita pidió «contención para evitar todo lo que pueda agravar la situación», tras recordar las acciones de las «milicias terroristas» proiraníes.
El ministro de Estado de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, pidió «sabiduría y mesura».
«Es una enorme escalada en una región ya inestable que no puede permitirse más tensión», tuiteó por su parte Jaber al Lamki, un responsable de comunicación del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos.