Países, donde los Gobiernos son democráticos, los ciudadanos y la Sociedad Civil, constitucionalmente eligen para expresar sus opiniones y decidir aspectos trascendentales sobre la Nación; decisiones para elegir gobierno o consultas populares. Ambas opciones vinculantes al sistema establecido, la segunda, derecho y deber que la democracia moderna privilegia, cuando el caos se vuelve una maraña, como es el caso de Venezuela.
El pueblo venezolano, con la ayuda de ciudadanos militares demócratas, 1958, al desalojar al régimen antidemocrático, otorgó a las universidades nacionales la autonomía para elecciones libres y elegir autoridades y cogobierno (Ley de Universidades,1959), con acreditado claustro académico. Igualmente, el sistema democrático asumió este método en la Nación y, con su voto, los ciudadanos elegían libremente, sus gobernantes, con un CNE confiable y garantizando la alternabilidad y reconocimiento internacional absoluto. País democrático, universidades autónomas, y viceversa.
El teniente coronel Chávez, 1998, fue electo libremente a la Presidencia. Desde entonces, hace 21 años, van 25 elecciones nacionales, 23 las ha ganado la “revolución”; con mucha ayuda del erario nacional, ventajismo, CNE sumiso y poco acato a la ley y ética. El sistema electoral se volvió sombrío, no transparente, sin confianza ni garantías. La abstención y la delincuencia electoral crecieron y el reconocimiento nacional e internacional ensombreció.
En las universidades, donde el comunismo era mayoría firme e impasible, el régimen no ha ganado una sola elección y por esa razón las elecciones se extinguieron desde hace más de dos décadas. El régimen usurpador montó nuevos mecanismos para el control electoral e institucional. Principalmente: control de las elecciones por la injerencia del inefable CNE y fracturar el auténtico claustro académico, en el que no tienen vigencia alguna de triunfo.
El objetivo vital del régimen, de mantenerse en el Poder Nacional, le obliga a implementar “elecciones” (modelo: Castro-comunismo o de Hitler). Elecciones falsas con las pretensiones de legitimación y reconocimiento; en el caso de las universidades, controlarlas, desfigurarlas o desaparecerlas, elecciones falsificadas, con un claustro no académico, extraño a la naturaleza y fines universitarios. Ambos procesos responden a la astucia habitual del sistema comunista y estratagema de la malévola y costosa ayuda cubana, conducente a la desinstitucionalización del sistema democrático, de la sociedad e instituciones de Venezuela.
La sociedad civil, unida e integrada: Ciudadanos, Iglesia, universidades, academias, partidos, gremios e instituciones democráticas y libres, debe acrecentar organización y liderazgo para encontrar la solución y derrotar tales despropósitos. En las circunstancias actuales, el camino es propugnar ELECCIONES LIBRES, rechazando categóricamente las falsas, negociadas e ilusas “elecciones”, con el árbitro electoral parcializado y un sistema fraudulento.
No obstante, frente al egoísmo, actitudes personalistas y obstáculos para Elecciones Libres, existe el recurso legítimo directo de que El Pueblo Decida: Qué hacer y cómo hacer, para resolver el caos; Los ciudadanos, pueblo, poseen intransferiblemente la Soberanía (Art.5 y 70 Constitucionales), pueden asumir, con el Presidente (e) a la cabeza, Dios lo quiera así, la Propuesta de la Consulta Popular. Al mismo tiempo, las universidades, en circunstancias similares, asumen realizar sus elecciones autónomas, conforme a la Constitución y Ley de Universidades, contextualizando la crisis universitaria, dentro del caos social imperante.
La Consulta Popular y las elecciones universitarias son auténticas Elecciones Libres, basadas en la Constitución y sin el CNE oficialista. En conciencia democrática, responsabilidad social, con apoyo y la fianza del sistema de cooperación internacional, es la opción válida en ambos casos y viables en sus correspondientes ámbitos; ello exige a los venezolanos, a la universidad y a los países democráticos que apoyan a la Venezuela Libre, proceder interiormente e internacionalmente, en forma articulada, para la solución común. Todos a una…
La tercera pregunta, de la Consulta Popular planteada, involucra a todos:
ELECCIONES LIBRES ¿Ordena Ud… convocar a la brevedad elecciones libres y transparentes, con un nuevo sistema electoral manual, auditable, habilitando todos los movimientos políticos y garantizando el voto de los venezolanos radicados en el exterior? Sí o No
La Iglesia lo manifestó (CIX Conferencia Episcopal Venezolana, En13, 2018):
“…Que la sociedad civil adelante una consulta para señalar el rumbo (Art 70, Constitucional)… y se presente un proyecto de país creíble y realizable…”
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*Exrector, Dr. en Ciencias del Desarrollo. [email protected]
Prof. Humberto Acosta*