Farándula y Espectáculos

La Fiesta Brava sacó la cara en la Fiss-2020

8 de febrero de 2020

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Culminó la LVI Feria Internacional de San Sebastián, convertida en el episodio más polémico de su historia, con una inesperada división en la toma de decisiones y con la incertidumbre de un pueblo que veía la triste politización de un evento que desde su génesis había servido para mostrar el gentilicio tachirense y convertir el festival en la magnífica vitrina turística para propios y visitantes.

Cuando el alcalde de la ciudad, Gustavo Delgado, presentó la programación de la quincuagésimo sexta Feria Internacional de San Sebastián, en el formal encuentro con la prensa en el hotel Dinastía y con la presencia del flamante presidente del Iamdesin (Instituto Autónomo Municipal de Desarrollo Integral), Stiwart Fernández, y el gerente del festejo, Carmelo Balbo, toda hacía presagiar que se iba a cumplir con el desarrollo normal de otro evento de su largo historial.

Allí se exhibió el logotipo de la Fiss 2020, el Afiche oficial y el Tema Ferial, así como se contó con la asistencia de las 15, para el momento, candidatas al reinado formal.

Pero, luego, algo cambió el rumbo de su organización al intervenir el Protectorado del Táchira y prometer un evento artístico, nuevas diademas y mejoradas bandas el día de la coronación, en rueda de prensa que contó con la asistencia de las 12 definitivas aspirantes, las mismas que acudieron, aparentemente sin el permiso de la alcaldía, sino únicamente de la gerencia.

Esto llevó a que en la fecha fijada para el inicio oficial de la quincuagésimo sexta edición, primero estuvieran con el Protectorado en el auditórium Alí Primera de Pueblo Nuevo, para abrir el encuentro con la lectura del primer bando de la Feria y la alocución de su orador de orden, acompañado el acto con las autoridades de la Cámara Municipal y del Consejo Legislativo del Táchira.

Tres horas más tarde, la misma delegación de muchachas acompañaba a la segunda actuación en la plaza Juan Maldonado, presidida por el alcalde, con otro orador de orden y, nuevamente, la lectura del primer bando de Feria, en dualidad que dejó atónita a la opinión pública.

III

Algo andaba mal: el alcalde declara que no había autorizado al gerente de la Feria a declarar al lado del protector del Táchira, hasta que la guinda de la crisis de la fiesta la pone el obispo diocesano, monseñor Mario del Valle Moronta, quien declara que: “Eventos que se realizan durante la Feria desdicen del nombre del santo patrono”, por lo que determinó no realizar la misa pontifical en homenaje a San Sebastián, como era tradicional celebrarla todos los años, mientras se desataba la pugna por la fecha de la elección, en donde once de las doce aspirantes estaban de lado del Protectorado, y solo una se quedaba con lo que determinase la alcaldía.

Así las cosas, el burgomaestre capitalino decide destituir al gerente del reinado, nombrar a otro, y anuncia que la coronación de la nueva reina se hará en el Teatro de la Casa Sindical, en donde se iba a elegir a la Princesa Fiss-2020, adonde solo concurre una de las candidatas, Paola Castillo, quien recibe la corona respectiva.

Al día siguiente, cambian las cosas: El gerente Carmelo Balbo pide un amparo ante el Tribunal Contencioso del Táchira, que se lo otorga, sentenciando que era nulo el acto de la noche del 24 y que se tenía que ir a la elección del día 25, restituir en su cargo al gerente y el deber de la alcaldía de seleccionar a los integrantes del jurado y coronar a la ganadora entre las 11 aspirantes al título.

Los medios de comunicación destacaron el fenómeno de que dos jóvenes habían sido coronadas: Paola Castillo y Rosalinda Guerrero, pero que por orden tribunalicia la reina oficial de la quincuagésimo sexta Feria Internacional de San Sebastián era la señorita Rosalinda Guerrero, quien debería ostentar el cetro, la banda y la corona, como la reina de nuestro máximo festival.

Paola Castillo dedicó su corona a la Virgen de la Consolación de Táriba, durante su brevísimo reinado, mientras que Rosalinda Guerrero la lucía tras la ceremonia registrada en la plaza de toros de Pueblo Nuevo, que luego abrió paso a un concierto artístico en donde se presentaron Noriel, Chyno Miranda y Felipe Peláez.

La prueba de fuego de estas decisiones se vio durante la novillada de toros en la Monumental, en donde Rosalinda recibió una insólita silbatina en desaprobación a los resultados de los últimos acontecimientos, por lo que prefirió no asistir a las tres corridas de postín posteriores.

Por su parte, Paola, sin corona y sin título, mostrando una banda solo con su nombre, desfiló dos veces, sintiendo el aplauso de los presentes, lo que significaba la postura popular a la luz de los acontecimientos.

Sin embargo, lo vivido en el Gran Desfile de Feria, la Vuelta al Táchira en Bicicleta, la Noche de Pasodobles y la Serenata al Patrono, así como la Feria Agropecuaria en Asogata y sus extraordinarios espectáculos, el Baile de los Grandes en el Círculo Militar y los conciertos, primero en la plaza de toros con Noriel, Chyno Miranda y Felipe Peláez, y luego con Silvestre Dangond en el Polideportivo de Pueblo Nuevo, significaron que hubo pueblo con ganas de disfrutar y divertirse en su feria, que fue rubricada por la excelente actuación de los toreros españoles y venezolanos que engalanaron las tardes de sangre y arena de los últimos días de programación, dejando, eso sí, un poco atrás el sabor amargo en el pueblo del afán de politización que, por la experiencia vivida, muchos esperan que no se repita.

VII

Lo bueno de la Feria, que el pueblo participó masivamente en su programación. Lo malo de la Feria, la politización experimentada, como jamás había sucedido, y lo feo de la Feria, el irrespeto a ese grupo de candidatas, que más bien fueron víctimas de una manipulación, como tampoco se había visto en el historial de la Feria Internacional de San Sebastián.

Las especulaciones de fastuosos regalos a las muchachas, los insultos de que fueron víctimas, llevados por chismes y rumores sin fundamento, ensombrecieron un espectáculo que tuviera eco nacional por la presencia de la planta televisora Globovisión, que trajo a sus mejores presentadores, los periodistas Juan Eleazar Figallo, Vladimir Villegas y Del Valle Canelón, quienes durante quince días transmitieron desde el Táchira sus programas, Juancho el Solidario GV, Vladimir a la 1 y Reporte Estelar.

También es digno destacar el esfuerzo de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira, Asogata, por la realización de su tradicional Feria Agropecuaria y la presentación de shows artísticos de primer orden, al igual que el concierto de Silvestre Dangond en el Polideportivo de Pueblo Nuevo y el Baile de los Grandes en el Círculo Militar, que contó nuevamente con el concurso de la orquesta fundada por Renato Capriles, Los Melódicos, y en donde también estuvieron La Gran Banda de Venezuela, Carmen Isa y su banda y Barranco Mix.

Víctor Matos