Prof. Humberto Acosta
Los resultados del viaje al exterior del Ing. Juan Guaidó, en su condición de presidente (e) de Venezuela, es un triunfo político eficaz. Confirma el trabajo perseverante, realizado sobre la base de reconocer en la geopolítica internacional, contribuir a restaurar el sistema democrático nacional y así controlar la amenaza del narcotráfico y terrorismo, sobre los países de Iberoamérica, Canadá, USA y Europa; identificando a la defensa de la democracia venezolana como el recurso más apropiado e ineludible para alcanzar en forma urgente tal objetivo.
Guaidó en Washington,4-F,2020, sintetizó lo acaecido justamente en:
“…Tenemos un plan, tenemos una estrategia, tenemos el apoyo del mundo, no estamos solos y vamos a lograr la democracia…”
Exteriormente, es un avance y demostración de fuerza extraordinaria. Hecho inédito, producto principalmente del liderazgo de la personalidad de Guaidó, con “un plan y una estrategia” correcta, en contexto y momento apropiados, logró categórica e incuestionable victoria, según lo evidencian los resultados, el tácito reconocimiento mundial a su liderazgo, con aceptación de que “solo no podemos”. Se necesita de ayuda internacional conveniente y oportuna para obtener democracia y…desarrollo, frente a un régimen dictatorial, con apoyos internacionales e intereses económicos fuertes.
La decisión de activar el sistema de cooperación internacional es la ayuda. Centrada en una coalición de factores externos democráticos, a favor de Venezuela, en sincronización con los 59 países que reconocen a Juan Guaido como presidente (E).
Al arribar Guaidó al país, la decisión internacional debe ser estudiada para su comprensión, apoyos e interacción con el sentimiento y actitud de los venezolanos. La verdad es que la sociedad rechaza al régimen; sin embargo, hasta ahora, la división del liderazgo de los partidos políticos y ausencia de propuesta única, con objetivos y camino unitario, han determinado que el régimen, con su natural habilidad maquiavélica de dividir para vencer, resista, difiera su huida y continúe en su vergonzosa permanencia en el poder, causando graves daños, pérdidas de vidas, recursos y tiempo.
Es el momento para que la sociedad democrática, incluyendo la dirigencia política, se una e integre alrededor del líder emergente, con los objetivos nacionales de aceptación general, afuera y adentro, de: Restablecer el sistema democrático y propugnar el sistema de desarrollo nacional.
Establecer el Pacto Social-Político para acordar lo nacional, en concordancia a lo internacional; no es solamente la sustitución del régimen, es esencial definir los objetivos hacia los cambios estructurales e inmediatos requeridos: Garantizar la restitución de la democracia, con el compromiso de reestructurar el Estado centralizado por un Estado Federal, descentralizado y concertar la ejecución de un Proyecto País para obtener la Venezuela moderna, con autonomías regionales, siguiendo un modelo de desarrollo social integral sostenible.
En lo inmediato, es tiempo de avivar la Ruta de Guaidó, de tan buena acogida en enero 2019, de receptividad amplia, adentro como afuera. Se requiere acuerdos sobre la unidad e integración de la sociedad civil junto a los partidos políticos democráticos, admitir que los objetivos de la sociedad están por encima de las aspiraciones personales, grupales o de partidos políticos, y especialmente, no es el tiempo de candidaturas presidenciales y menos aún de elecciones organizadas por el régimen, con las consabidas trampas del CNE.
Comprender que la unidad de la sociedad e integración de la nación es imprescindible para encontrar soluciones a lo urgente de los problemas sociales y a las causas estructurales que ocasionan el caos. Comprender que la lucha es fundamentalmente por la democracia, en contra del totalitarismo y su tendencia de comunismo-militarista y defender la Constitución Nacional.
Comprender que los ciudadanos requieren ser consultados, conforme a lo establecido en la Constitución, sobre el camino a seguir para encontrar las soluciones. Responsablemente promover y aplicar la alternativa constitucional de la Consulta Popular, para preguntarles a los venezolanos su opinión sobre los aspectos fundamentales del camino recorrido y por recorrer; contribuir a la solución en paz democrática.
Es la oportunidad y tiempo de pactar un Proyecto de País, con miras a construir, entre todos, la Venezuela democrática y desarrollada que aspiramos y merecemos todos. Unidos e integrados como sociedad democrática de ciudadanos libres. (Prof. Humberto Acosta) /*
*Exrector. Dr. en Ciencias del Desarrollo