En la primera rueda de prensa del año que Nicolás Maduro ofrece a medios internacionales, el mandatario aseguró que «llegará el día» en que los tribunales del país ordenen la detención del presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó.
«El día que los tribunales de la República den el mandato de detener al señor Juan Guaidó por todos los delitos que ha cometido, ese día va a la cárcel, ten la seguridad. Ese día no ha llegado, pero llegará».
Guaidó, reconocido por más de medio centenar de países como mandatario interino de Venezuela, volvió el pasado martes al país tras una gira internacional en la que fue recibido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y de Reino Unido, Boris Johnson, entre otros.
Maduro se refirió a los diplomáticos que acudieron hasta el aeropuerto internacional de Maiquetía para recibir a Guaidó en su regreso a Venezuela, y dijo que su Gobierno está evaluando qué respuesta dan «para aquellos funcionarios de las embajadas que se inmiscuyeron en los asuntos internos de Venezuela».
Pero en especial señaló a uno: «El embajador de Francia (Romain Nadal) se ha inmiscuido otra vez en los asuntos internos de Venezuela», dijo.
«¿Qué pasaría si el embajador de Venezuela en Francia participara mañana en la marcha de los chalecos amarillos (…) si los abrazara con su protección diplomática?»
Más amenazas
Venezuela afronta una crisis política y social que se acentuó desde que el pasado enero del 2019 el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se proclamó como mandatario interino y logró el respaldo de gran parte de los países del continente americano, un grupo encabezado por Estados Unidos y una veintena de naciones europeas.
Hace un año, Guaidó viajó por la frontera hacia Cúcuta (Colombia), a pesar de tener una prohibición de salida del país impulsada por el gobierno de Maduro, y a su regreso fue recibido por funcionarios diplomáticos de distintos países, entre ellos el embajador de Alemania, Daniel Kriener.
Acto seguido, el Gobierno de Venezuela declaró como persona non grata a Kriener, quien tuvo que salir del país y no volvió hasta que las relaciones volvieron a normalizarse en julio.
El mandatario dijo que «evaluará uno por uno» cada caso.
«Se está evaluando la respuesta. No puede ser repetitiva, pero podría ser lo que se hizo el año pasado», indicó, y agregó:
«¿Y si nuestra respuesta es que los embajadores convoquen marchas opositoras a los Gobiernos de donde están? A ver si convertimos en un caos las relaciones diplomáticas y políticas»