Desde el 20 de enero el ministro de Transporte español, José Luis Ábalos, ha dado distintas versiones de su encuentro con Delcy Rodríguez
La oposición en España exige la renuncia de Ábalos y lo ha denunciado ante la Fiscalía General
La noche del 20 de enero la vicepresidenta, Delcy Rodríguez llegó a Madrid en un avión Falcon 900, alquilado por la administración de Nicolás Maduro.
El ministro de Transporte de España, José Luis Ábalos fue hasta el aeropuerto de Barajas, para recibir al ministro de Turismo de Venezuela, Félix Plasencia, que viajaba en ese mismo avión.
Ábalos negó al principio algún encuentro con Rodríguez, sin embargo sus versiones fueron cambiando con el paso de los días hasta que reconoció que sí se reunieron en la sala VIP del aeropuerto, mientras Rodríguez esperaba por su próximo vuelo.
La número dos de Maduro tiene prohibido el ingreso al territorio de la Unión Europea, por estar en la lista de sancionados por violación a los Derechos Humanos, desde noviembre de 2017.
Una alerta
El 9 de febrero el diario El Mundo de España señaló que desde la tarde del 19 febrero, se reforzó la presencia de funcionarios policiales de manera extraordinaria.
Igualmente la Embajada de España en Caracas conocía que en el jet privado viajaba Plasensia, pero no la vicepresidenta.
Sin embargo, la aerolínea tenía la obligación de informar sobre el embarque de una persona sometida a las sanciones por violación de Derechos Humanos. El Mundo agregó que los nombres de todos los pasajeros estaba incluido en el plan de vuelo.
El País aseguró que desde finales de 2019 se extendió el rumor de que Rodríguez se proponía hacer un viaje hasta Italia con una escala técnica en Madrid.
Pero El Confidencial indicó que fuentes cercanas al caso, aseguraron que el Gobierno de España conocía desde el sábado 18 de enero que la vicepresidenta, Delcy Rodríguez aterrizaría en el aeropuerto de Barajas.
“Ese sábado ya tenían noticia del viaje tanto los responsables de seguridad de Presidencia como altos cargos del Ministerio del Interior”, agregaron.
Sin embargo el gobierno de Pedro Sánchez mantuvo su versión de que no tenían información de la llegada de Rodríguez a Barajas y que Ábalos mantuvo una conversación con Rodríguez para notificarle que no podría ingresar al país.
Pero el 21 de febrero la ministra de Relaciones Exteriores de España, Arancha González Laya reconoció que sí tenían conocimiento de que Delcy Rodríguez, viajaría a Madrid.
“Se puede criticar la manera en la que se gestionó. Hubiéramos preferido no tener que gestionarla. Pero la alternativa no era que el avión siguiera su vuelo porque no se podía o que la vicepresidenta se quedara en el avión, pero no era posible porque los pilotos no pueden dejar a nadie en el avión y ellos fueron a descansar porque era lo que tenían que hacer”, expresó en una entrevista con la Cadena SER.
González Laya ratificó que si hubieran sabido del viaje con mayor antelación se habría prohibido el aterrizaje.
Las contradicciones
En su primera versión el ministro José Luis Ábalos aseguró que solo fue a recibir a su amigo, el ministro venezolano Félix Plasensia y que no tenía conocimiento de que Delcy Rodríguez estuviera en el mismo avión.
Incluso negó tener algún encuentro con la vicepresidenta de Nicolás Maduro. Pero luego con el pasar de los días, las explicaciones de Ábalos fueron cambiando.
Una segunda versión de Ábalos es que recibió una llamada del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien le avisó de la llegada de Delcy Rodríguez a Madrid y le pidió que evitara que bajara del avión.
Luego aseguró que no hubo una reunión con Rodríguez, pero que sí hubo un encuentro que “realmente fue un saludo”, que duró aproximadamente 25 minutos.
En una entrevista al canal español La Sexta, Ábalos señaló que hizo un servicio al país al evitar que la número dos de Maduro entrara a territorio español.
Pero en el diario La Vanguardia se habla de un segundo encuentro entre el ministro de Transportes y Delcy Rodríguez en la sala VIP del aeropuerto de Barajas. Un portavoz del despacho de Ábalos reconoció que “tras ese saludo forzado por las circunstancias”, se despidieron en dicha sala.
Reacciones
Desde que el caso salió a la luz, la oposición en España ha solicitado la dimisión del ministro José Luis Ábalos. Sin embargo este ha contado con el respaldo del presidente Pedro Sánchez desde un primer momento.
“El ministro de Fomento tiene todo mi respaldo y apoyo político y personal y ha sido muy claro. Hizo todo lo que estaba de su parte para evitar una crisis diplomática y lo ha logrado”, declaró el 25 de enero.
Sin embargo, Sánchez también negó en el Senado el 25 de febrero, haber enviado a Ábalos a Barajas. Como reseñó El Mundo, el presidente del gobierno español “descargó” en el ministro de Transportes toda la responsabilidad de su encuentro con Delcy Rodríguez.
“El señor Ábalos consideró, con muy buen juicio a mi juicio, que era preferible la segunda vía, es decir, entre forzar o evitar una crisis diplomática, el señor Ábalos eligió lo segundo, evitar una crisis diplomática”, señaló Sánchez en el control al Gobierno del Senado.
Pero el 30 de enero los partidos Popular y Vox introdujeron ante la Fiscalìa General del Estado, denuncias para esclarecer la implicación del ministro Ábalos, así como también la de Interior, Fernando Grande-Marlaska y de Exteriores, Arancha González Laya.
Para el Partido Popular (PP) el ministro de Transportes pudo haber cometido un delito de prevaricación omisiva, al no haber procedido a la detención o expulsión de Delcy Rodríguez.
Mientras que Vox solicitó las grabaciones de los videos de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Barajas y de la sala VIP, donde fue el segundo encuentro.
Posteriormente, el 18 de febrero el PP hizo otra solicitud de amparo ante un juzgado de guardia para que no se destruyan las “pruebas” de las cámaras del aeropuerto.
El partido opositor también ha intentado impulsar una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados, pero hasta el momento no lo han logrado.
Aunque todavía no se han hecho públicos los videos de esa noche en Barajas, el juez de guardia solicitó a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), que conserven todas las imágenes captadas por las cámaras de seguridad.
Según lo que relató El País, el magistrado tomó esta decisión porque de los datos expuestos en la denuncia – del PP y Vox- se “desprenden indicios racionales de hecho delictivo”. El auto también incluye una advertencia expresa no cumplir con la orden puede suponer un delito de desobediencia.
El PP insiste y en la nueva sesión de control del Congreso de este miércoles, 26 de febrero, ha vuelto a pedir la renuncia del ministro Ábalos.
Andrés Lorite Lorite, diputado del PP interpeló al ministro sobre quién ordenó que se habilitara una zona para Delcy Rodríguez. Pero como lo reseña El País, Ábalos se defendió catalogando al partido opositor de “mentira”.
Ábalos explicó nuevamente lo sucedido la noche del 20 de enero en el aeropuerto de Barajas y aseguró que la estancia en la Sala VIP, en el duty free o que Rodríguez trajo lingotes de oro, no son ciertas. Sin embargo hasta este día no ha contado todo lo que conversó con la número dos de Nicolás Maduro.
Consecuencias
El vigilante que estuvo esa noche en el aeropuerto y que explicó ante un notario lo que vio del encuentro entre Ábalos y Delcy Rodríguez, fue despedido, según informó la cadena de televisión española Antena 3.
El medio aseguró tener acceso a las declaraciones del vigilante, en la que contó que el ministro y tres personas más pasaron a la pista – que es una zona restringida – sin pasar por alguna medida de seguridad.
“Uno de los acompañantes de Ábalos pretende acceder a zona aire sin identificarse, le llamo la atención y me responde: ‘yo no tengo porqué identificarme’”, cuenta en el escrito.
La organización Alternativa Sindical, que representa a este vigilante, también hizo una denuncia ante los juzgados de Madrid en contra de Aena por presuntamente coaccionar y atentar contra la integridad moral del trabajador, por la apertura de un expediente disciplinario.
El sindicato consideró que esto se hizo en represalia por haber declarado a un notario sobre lo sucedido esa noche.
El Independiente reveló que el vigilante acudió a una notaría madrileña para relatar todo lo que vio ese 20 de enero.
Posteriormente fue apartado del servicio y no tenía permiso para acceder a las instalaciones del aeropuerto, porque Aena le retiró su tarjeta.