Sucesos
Se recupera Génesis, la hermana de la dama asesinada en El Nula
7 de marzo de 2020
Génesis, dada la gravedad de la herida, de unos 20 centímetros, en la región mesogástrica, fue remitida de emergencia al Hospital Central de San Cristóbal, donde en el acto fue sometida a una cirugía
Pese a que estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte e incluso se llegó a especular que había fallecido, Génesis Nieto se encuentra estable, en el Hospital Central de San Cristóbal, tras haber sido acuchillada en el abdomen por su cuñado, cuando en vano intentó defender a su hermana del brutal ataque del iracundo hombre.
El hecho ocurrió en El Nula, estado Apure, este miércoles en la mañana, como ya se informó. Allí se registró un femicidio-suicidio, cuando Ana Yasmín Nieto Gutiérrez, de 40 años, hermana de Génesis, fue asesinada por su esposo, José Elí Santander Prada, de 41 años, quien a su vez se quitó la vida, cortándose el cuello.
Ambas mujeres habían sido auxiliadas por los vecinos y trasladadas al ambulatorio rural tipo II, de El Nula, donde Ana falleció, a consecuencia de al menos 15 puñaladas, y Génesis, dada la gravedad de la herida, de unos 20 centímetros, en la región mesogástrica, fue remitida de emergencia al Hospital Central de San Cristóbal, donde en el acto fue sometida a una intervención quirúrgica.
Otro femicidio
El femicidio de Ana ocurrió apenas tres días después de que una profesional de la Contaduría Pública fuera asesinada por su esposo en el sector Bella Vista, en la vía a Cordero, municipio Andrés Bello, donde el hombre también optó por quitarse la vida, tras hacerlo con la madre de sus dos hijos.
En el caso de El Nula, José Santander decidió asesinar a su esposa Ana -separados desde enero pasado- en el establecimiento propiedad de ambos, una especie de quincalla denominada “Inversiones y Comercializadora Belfort Rojas”, ubicada en la calle La Chiricoa, en pleno centro de esa población apureña.
Ana se encontraba con su hermana, Génesis Sarahí Nieto Gutiérrez, de 28 años, y ambas se vieron sorprendidas por el enfurecido hombre, que cuchillo en mano se abalanzó contra la que fue su esposa por más de 15 años.
Pese a la intervención de esta última, el enardecido asesino logró neutralizarla, una vez la hirió, para luego seguir descargando su ira, sin piedad, en Ana.
Los gritos de las mujeres alertaron a los vecinos, que salieron a la calle, pero ninguno se atrevía a hacer nada, al observar frente al negocio la actitud violenta y desafiante de Santander, aún con el cuchillo en la mano.
Al verse descubierto y sin salida, esto llevó al hombre a tomar otra fatídica decisión. Ingresó al establecimiento y allí se cortó el cuello, muriendo desangrado.
Quienes conocieron a la pareja, desconocen qué pudo haber ocurrido en la mente de Santander para que tomara tan errónea decisión, pues lo definieron –supuestamente- como un hombre tranquilo y nada violento, pero que, tras la separación, no perdía oportunidad de comentar que, en venganza, haría algo que todos lamentarían. (MB)