Gracias a una oportuna información que le hicieron llegar a los familiares de Diana Carolina Hernández Sanguino, la dama de 35 años que estaba desaparecida, esta pudo ser rescatada en una casa del sector La Concordia, donde por motivos desconocidos la tenían encerrada.

Las circunstancias del rescate de Diana, así como quién o quiénes son los responsables de haberla tenido en cautiverio, no fueron precisados, solo se dijo que fueron los mismos parientes los que la hallaron.

Una vez la denuncia sobre su desaparición se publicó el viernes en este rotativo, junto a su fotografía y números telefónicos de contacto, ese mismo día, en la noche, alguien se comunicó con la familia para decirle que creía que la mujer que un hombre tenía era la misma que estaban buscando.

A fin de primero verificar, para no generar una movilización policial en vano, los parientes de Diana se trasladaron desde Rubio hasta la dirección que, en San Cristóbal, les dio el informante y efectivamente, en la mencionada casa, se encontraba la chica, por lo que no perdieron tiempo en llevársela con ellos.

Aunque físicamente Diana se encontraba bien, sus seres querido sí notaron que estaba un poco “ida”, como la describieron, por lo cual no se descarta que estuviera drogada.

Es de suponer que, al menos por notitia criminis, las autoridades policiales, que se habían negado a iniciar la búsqueda de Diana, al menos comiencen las investigaciones que establezcan la responsabilidad del mencionado hombre, que además le quitó el pasaporte a  la mujer, tal vez como una manera adicional de evitar que se fuera.

Diana se encontraba desaparecida desde el 26 de febrero, cuando en horas de la tarde una hermana la acompañó hasta una parada del transporte público, en el centro de Rubio, que la llevaría hasta la casa materna, en Colinas de Bramón.

Desde allí, perdieron todo rastro de ella.

La preocupación por su paradero se fue agudizando con el pasar de los días, toda vez que Diana no tiene teléfono celular, y que un trastorno de conducta o mental, que padece desde hace poco más de un año, la hace vulnerable ante cualquier situación de riesgo o peligro que se le pueda presentar, como en efecto parece haberle ocurrido.

Miriam Bustos