Sucesos
Cuando cobraba una extorsión, matan a carabobeño en barrio de Cúcuta
13 de marzo de 2020
Los familiares del carabobeño Estifen Gabriel Gil Azuaje, de 18 años, no se explican qué pudo suceder con su ser querido, el cual terminó muerto el sábado, en el barrio San Gerardo de Cúcuta, aunque la primera hipótesis de la Policía colombiana da cuenta de que presuntamente ocurrió cuando cobraba una extorsión.
Según una hermana del venezolano, desde hace un año, el muchacho dejó su natal Valencia para radicarse en Bogotá, como barbero, pero justo la semana pasada estaba en Cúcuta, porque había quedado en regresar a visitar a su mamá.
“Él habló con la mamá a las 10 de la noche, y el sábado apareció muerto. No sabemos qué ocurrió. Solo supimos que no llegó y que había muerto, porque lo reconocimos por la publicación de la descripción de los tatuajes que tenía”, contó un familiar al diario La Opinión.
Según la pariente, Estifen envió un video a su mamá, donde se le notó alegre y dichoso porque iba a encontrarse con ella después de un año lejos.
“Le decía que la extrañaba mucho. Le enviaba besos. Le decía que la amaba. En general, estaba muy feliz; el jueves había estado en una piscina con otro amigo”, añadió la hermana. Ningún familiar conocía de problemas o amenazas.
El sábado, muy temprano, en el barrio San Gerardo, una llamada daba cuenta de un hombre que estaba sangrando en el suelo.
Eran las 5:40 de la mañana cuando llegó la primera patrulla, evidenciando el cuerpo sin vida en la parte alta de dicho barrio, cercano a la cárcel de Cúcuta.
En el lugar hallaron una vainilla, calibre 32 milímetros, a 12 metros de distancia del cuerpo, que quedó tendido en la parte trasera de una vivienda desocupada y frente a una tienda.
La víctima recibió un tiro en el cuello y otro en la mano. El cuerpo tenía un tatuaje en el antebrazo derecho, de una brújula con los nombres Anderson y Neyra, y otro de un rosario en el cuello, y fue por estos tatuajes que la familia lo reconoció.
El coronel José Luis Palomino, comandante de la Mecuc, aseguró que este es un caso de mucho cuidado en la investigación. “Sabemos que hubo una discusión antes de la muerte. Estamos determinando los móviles del hecho; tenemos información que señala que la víctima estaba cobrando algún dinero, producto de extorsión”. Por ahora, hay una persona sospechosa del crimen, agregó La Opinión. (MB)