Actualmente desarrollan en varios países investigaciones y adelantos tecnológicos, como también lanzamientos experimentales
La compañía S7, propietaria de la plataforma flotante de lanzamiento Morskói Start (Sea Launch, en inglés) y de activos de aviación, y la corporación estatal Roskosmos han acordado construir un cosmódromo en la órbita terrestre.
Se prevé que este complejo orbital multifuncional se utilice para el ensamblaje, abastecimiento y trabajos de mantenimiento de objetos espaciales en la órbita de la Tierra. Además, las dos entidades pretenden utilizar el cosmódromo orbital para lanzar aparatos a otras órbitas cercanas a la Tierra, y también para realizar vuelos a la Luna y Marte.
Según una fuente familiarizada con la situación que cita el diario ruso Izvestiya, S7 y Roskosmos están decididas a cooperar en el desarrollo conjunto del proyecto del cosmódromo orbital. De momento, los representantes del grupo de empresas especializadas en transporte aéreo todavía se expresan con cautela sobre la realización de estos planes en el futuro.
Plataforma flotante
Además de la creación de un cosmódromo orbital, el acuerdo alcanzado incluye planes para reiniciar los lanzamientos desde el marítimo Morskói Start con el uso de cohetes Zenit.
La primera fase contempla la restauración de la producción de misiles para el Morskói Start. La siguiente comenzará después de la actualización de la plataforma, cuando podrá ser usada para lanzar el innovador cohete ruso Soyuz-5. Además, está previsto desarrollar una nueva nave de transporte de carga, que podrá ser lanzada desde el cosmódromo flotante.
El ejemplo de la EEI
El director científico del Instituto de la Política Espacial, Ivan Moiséyev, opina que el cosmódromo orbital no debería crearse desde cero, sino sobre la base de la infraestructura de la Estación Espacial Internacional (EII).
Según sus palabras, el EEI ya se usa para lanzar nanosatélites. “En el futuro, será necesario realizar pruebas o reparación de satélites grandes que se enviarán a trayectorias superiores”, dijo Moiséyev. El director científico del Instituto de la Política Espacial agregó que también existe “una tarea de repostar satélites y realizar su mantenimiento en órbita”.
“El propósito de una estación de este tipo es la transición de trabajos científicos al mantenimiento de vehículos espaciales”, explicó el especialista.
Acuerdo sin precedentes
Por su parte, el miembro del consejo de expertos gubernamental de Rusia Andréi Ionin describió el acuerdo entre Roskosmos y S7 como un hecho sin precedentes para la cosmonáutica rusa. “Este es el primer acuerdo importante con la participación de un gran inversor privado en la exploración espacial rusa. (…) Llega una nueva etapa que requiere la creación de nuevos cohetes y sistemas espaciales”, afirmó Ionin.
Llega una nueva etapa que requiere la creación de nuevos cohetes y sistemas espaciales
Los términos para la implementación de los acuerdos entre Roskosmos y S7 se detallarán en un acuerdo bilateral independiente sobre la asociación público-privada en el campo de las actividades espaciales. Se planea que este documento se firme después de que el grupo S7 haya completado la compra del proyecto Sea Launch, que ahora se encuentra en la etapa de aprobación interestatal.
En septiembre de 2016, S7 firmó un acuerdo con el grupo de empresas Sea Launch para la compra del cosmódromo Morskói Start, incluida su plataforma de lanzamiento Odissey, en el Pacífico. El nuevo propietario del cosmódromo flotante planea realizar hasta 70 lanzamientos comerciales en un período de 15 años.
El complejo espacial se encuentra en la zona ecuatorial del océano Pacífico, que goza de las mejores condiciones para el lanzamiento debido a la utilización efectiva de la velocidad de rotación de la Tierra. El primer lanzamiento de la plataforma se efectuó en 1999. Hasta 2014 un total de 36 aparatos fueron lanzados desde Morskói Start.