Regional
Alza de precios y escasez de gasolina amenazan las ventas de vegetales
22 de marzo de 2020
Humberto Contreras
Mientras la gente busca nerviosamente la manera de abastecerse de vegetales y otros alimentos para afrontar la cuarentena, para lo cual en general se requiere además salir a buscar los lugares con mejores precios, los detallistas, en especial los informales, se angustian ante la posibilidad de que el abastecimiento de sus puestos disminuya pronto,
Las ventas de vegetales abundan en San Cristóbal, Todos son de comerciantes que adquieren los productos en general, de mayoristas que los traen a la ciudad en camiones, desde los sitios donde son cosechados.
El hecho de que la escasez de combustible pueda arreciar en los próximos días -aunque los transportistas de alimentos supuestamente podrán contar con suministro racionado, según informó la llamada Mesa de Combustible, hace que algunos sientan que tendrán que parar sus vehículos, con lo cual “se acaba el negocio”.
La misma angustia acecha a los vendedores detallistas en sus respectivos puestos. Que ya no les llegue mercancía. Pero esta preocupación es chiquita, ante la escalada de los precios que deben pagar a sus proveedores cada vez que van a comprar.
Algunos productos vegetales casi han cuadruplicado el precio en apenas dos semanas. Plátanos, cambures, cebollín, papa, tomate y frutas como lechosa, cambures, guayaba, aguacate y otros, están (estaban este domingo), sobre los 50 mil bolívares el kilo, Pero nada como. El tomate a 150 mil; la naranja, que pasó los cien mil, y el limón, que llegó a casi 300 mil bolívares el kilo.
La naranja, la mandarina y el limón, son en principio las frutas que más se buscan por su contenido de vitamina C, de la que se dice, es un valioso preventivo para las gripes, y para este particular Covid-19. Eso ha hecho que la gente compre en cantidad, y por supuesto, ello le abre las puertas a la especulación.
Hicimos un recorrido por la parte noreste de la ciudad, donde se aprecian varias tiendas rústicas, informales de vegetales. La gente comprando, muchas veces sin detenerse en el precio. Lo importante es tener reserva en casa, porque son por lo menos veinte días más de cuarentena.
Los precios suben y los clientes bajan
Marelys Valero tiene su venta prácticamente diagonal a la estación de servicio Machirí. Por su ubicación, es muy visitada, además de sus buenos precios, según compradores presentes en el momento en que la abordamos.
Ella tiene sus colaboradores que la ayudan en el espacio donde tiene distribuidos los productos al público. Está muy bien surtida. Siempre le llegan sus clientes, ahora muy “graneaítos” por la excusa de boca en boca, estos días: “Casi no hay gente en la calle, y todo el mundo ahorra gasolina, porque se está acabando”.
Igualmente los precios. “Están subiendo mucho. Y va a llegar el momento en que la gente no va a poder comprar”. Dijo Marelys que últimamente los precios de compra a sus mayoristas o proveedores, han sido alarmantes. Particularmente, dice que la naranja, el limón y la mandarina, se fueron al cielo. También el aguacate. Todos los vegetales han subido, pero estos mucho más que los otros.
Está, además, preocupada. Creo, dijo que tendré que llevarme todo esto para mi casa, y poner el puesto allá. A lo mejor trabajo aquí hasta este domingo, porque ya es difícil. Por un lado, van escaseando los compradores. Y por otro, lo más duro, es que de repente nos digan que ya no te traen más mercancía, porque no hay gasolina.
También agua y luz son un problema más
Estela García, por su parte, con otra venta de vegetales, tiene la misma preocupación. La gente y la gasolina. Pero además, agrega los problemas de agua y luz.
Muchos de estos comerciantes informales, tienen punto de venta, pero cuando no hay luz, todo se estanca. No todos tiene la capacidad de cargar en el bolsillo 400 o quinientos mil bolívares en efectivo para comprar más o menos entre ocho y 10 kilos de vegetales, que es el promedio.
Por eso, dice Estela, estaré abriendo este local, hasta que las circunstancias me permitan trabajar. No hay de otra.