Internacional
América Latina combate la pandemia con cuarentena y toque de queda
22 de marzo de 2020
Montevideo, Uruguay | AFP | Chile fue el último de varios países en América Latina en decretar un toque de queda nocturno para enfrentar la pandemia del coronavirus, sumándose a Ecuador, Bolivia y Perú, mientras un nuevo motín en la región, en Colombia, dejó 23 muertos.
El toque de queda en Chile tendrá vigor «en todo el territorio nacional desde las 22H00 horas hasta las 5H00 AM del día siguiente», anunció el domingo Jaime Mañalich, ministro de salud del país, que suma 632 casos confirmados y un muerto.
Ecuador, que registró este domingo su mayor crecimiento diario de muertos y casos por coronavirus, implementó una medida similar el martes. En ese país se han registrado 14 fallecidos y 789 infectados, según el más reciente balance del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE).
El viernes también impuso toque de queda República Dominicana. Más radical, Guatemala inicia un toque de queda este domingo, desde las 16H00 a las 04H00 del día siguiente.
Los gobiernos de la región tratan de aumentar las formas de resistencia a la COVID-19, que comienza a extenderse por el continente americano luego de causar estragos en Asia y Europa. Bolivia, Argentina, El Salvador y Paraguay han optado por la cuarentena total de su población.
En América Latina, suman 1.689 las infecciones del nuevo coronavirus, con 14 muertos, según un conteo de la AFP.
Cuarentena obligatoria
Tras decretar el aislamiento obligatorio, el gobierno boliviano lamentó el domingo la persistencia de focos de resistencia a la medida. «No nos alcanza con 98% de inamovilidad. Vamos a derrotar al coronavirus solo con el 100%», remarcó el ministro de Defensa, Luis Fernando López.
Además, el país aplazó indefinidamente las elecciones generales previstas para el 3 de mayo.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, también ordenó una cuarentena domiciliaria obligatoria por 30 días.
Buenos Aires y la mayoría de las ciudades argentinas lucían desoladas el fin de semana, como efecto de la cuarentena obligatoria ordenada por el presidente Alberto Fernández para enfrentar la crisis, en un país que registra 225 contagios, entre ellos cuatro muertos.
Colombia se sumará el miércoles y durante 19 días sus más de 48 millones de habitantes deberán confinarse por orden gubernamental.
A diferencia de la gran mayoría de las autoridades mundiales, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, insiste en que la crisis del coronavirus tiene un componente de «histeria». En Brasil, la pandemia deja 25 muertos y 1.546 casos confirmados.
Los gobernadores estatales, por otra parte, se han desmarcado tomando sus propias medidas. El estado de Sao Paulo decretó la cuarentena por 15 días y Rio prohibió el acceso a sus famosas playas, un golpe directo para los vendedores ambulantes.
«Mientras pueda, voy a seguir viniendo a vender. Todavía no pensé qué voy a hacer» cuando cierren la playa, dijo a la AFP Jorge Martins, un vendedor de caipirinhas, el clásico cóctel nacional, horas antes de que se hiciera efectiva la medida.
Los clubes de fútbol del país, grandes y pequeños, sin actividad por la suspensión de los torneos, mostraron su cara más solidaria al poner a disposición de los órganos sanitarios sus instalaciones para luchar contra el virus.
En México, la presidencia también ha restado importancia a la pandemia. Por el contrario, universidades y escuelas privadas cerraron sus puertas por iniciativa propia y varias empresas cancelaron eventos y enviaron a casa a sus empleados.
«Como que lo toma muy a la ligera. Depende de nosotros tomar las medidas precautorias», dijo a la AFP Lizet Espinosa, una funcionaria pública de 26 años, en referencia al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se resiste a tomar medidas drásticas.
Caos en las cárceles
En medio de la emergencia sanitaria, esta semana cientos de reclusos en Brasil, Venezuela y Colombia han protagonizado fugas y motines en reacción a la suspensión de visitas o salidas para limitar la propagación del coronavirus.
El más sangriento ocurrió la noche del sábado en una cárcel de Bogotá y dejó 23 reclusos muertos y 90 heridos. Según las autoridades, los disturbios se extendieron a 13 cárceles del país en un plan coordinado.
El domingo, la orden de cuarentena total emitida por el gobierno local de Bogotá no impidió que decenas de personas se agolparan cerca del penal La Modelo para tratar de obtener información sobre sus familiares allí detenidos.
La ministra de Justicia, Margarita Cabello, rechazó las versiones que los atribuían a una protesta por la falta de condiciones en el hacinado sistema penitenciario para hacerle frente a la pandemia de coronavirus. «Hoy no hay ni un solo contagio», aseguró.
En Brasil, casi 1.400 presos se fugaron de tres centros penitenciarios el lunes tras protestar por la suspensión de las salidas temporarias a las que tenían derecho a ellas de acuerdo con un régimen semiabierto, porque podrían «propagar el coronavirus en una población vulnerable», argumentaron las autoridades. El martes, 600 de ellos fueron recapturados.
En una prisión de Venezuela situada cerca de la frontera con Colombia, en el estado de Zulia, el miércoles huyeron 84 reclusos, de los que fueron recapturados seis y 10 abatidos en la operación policial.
Como medida para frenar la propagación del coronavirus, las visitas a prisiones fueron suspendidas por el gobierno de Nicolás Maduro. «La familia [de los presos] les lleva comida, no existe un programa de alimentación por parte del Estado para ellos», denunció el abogado Carlos Nieto Palma, de la ONG Ventana a la Libertad.
Desde el inicio del brote en China en diciembre, la pandemia se ha cobrado 13.500 vidas y deja al menos 300.000 contagiados en todo el planeta.
Compilación:María Teresa Amaya/ periodista/Diario La Nación