Regional
A pesar de conocer los riesgos tachirenses salen por provisiones
23 de marzo de 2020
Freddy Omar Durán
En los comienzos de lo que es la segunda semana, los tachirenses salen a conseguir provisiones porque saben que esto va para largo…
Con el poco mercado que pudieron conseguir, pagado en pesos y en un efectivo en bolívares cada más escaso y no tan apetecido, muchos esperaban poder soportar esta semana en reclusión; pero no podían apartar de sus cabezas la incertidumbre de la tercera semana, la verdadera prueba de fuego de la cuarentena, ya no solo decretada en Venezuela, sino con perspectivas de extenderse en Colombia desde el martes.
Con un cerco epidemiológico a lado y lado de la frontera, se ha reducido el área de acción de los habitantes de la región, y dos pueblos hermanos están compartiendo un ambiente de soledad y paralización productiva.
Desde Capacho y Táriba los que no podían pagar los altos precios en abastos de su localidad, este lunes se debieron bajar a San Cristóbal, donde los precios se presentaban elevados, aunque estables. Los que no contaban con ningún vehículo, se las ingeniaban de la mejor manera, pues el transporte público suburbano estaba funcionando en menos de 5%. Las motos eran los vehículos que más se veían por las vías públicas, y en muchas de ellas se prestaba el servicio de transporte cobrándose por una carrera corta 5 mil pesos.
Mas que la cuarentena, la escasez de gasolina y gasoil ha obligado al parque automotor del Táchira a resguardarse en casa. Las unidades de Transtáchira llenaban el vacío que ellas dejaban en rutas dentro y fuera de San Cristóbal; pero las pocas rodando estaban en su capacidad máxima, que las mismas medidas sanitarias, impediría extender.
Noticias inciertas
Por primera vez los cucuteños han tenido que vivir una situación de aquietamiento de la rutina; mientras que muchos tachirenses residenciados allá están viviendo una especie de deja vu, de épocas de racionamiento y conflictos.
Así se lo hacían saber a través del Whatsaap, familiares que se habían separado, pues alguno de ellos fueron en busca de mejores oportunidades a Norte de Santander. Si bien la supuesta cercanía hacía que el reencuentro –y con él, la oportunidad de brindar ayuda económica a sus allegados- se diese con mayor frecuencia, el mismo por ahora se suspende indefinidamente, ante un radical cierre de frontera, que incluye una fuerte vigilancia sobre las llamadas trochas.
Cierre tempranero
En horas de la mañana y un poco más allá, las ventas ambulantes, representadas en especial por los ferieros, desarrollaban sus ventas con normalidad, hasta que los cuerpos policiales, a un poco antes de las dos de la tarde, los mandaron a salir de circulación.
Hasta esa misma hora permanecieron abiertos los contados locales comerciales, para que sus empleados pudiesen abordar el transporte que los trasladara hasta sus hogares.
En cuanto el desabastecimiento, se veía cómo se agotaba la existencia en muchas panaderías. No obstante, este producto también se encontraba en quincallas y tiendas hogareñas, con un surtido suficiente, y en precios a los mismos montos elevados desde la semana pasada en pesos.
Más con tapaboca
En filas, unidades de transporte, y entre transeúntes, el uso del tapaboca se impuso, y se pudo constatar una mayor conciencia colectiva respecto al coronavirus; sin embargo, aunque muchos saben que lo mejor sería no salir de sus hogares para evitar el contagio y la propagación del mal, afirman igualmente que nos les queda otra, ya sea para adquirir los productos necesarios para soportar el confinamiento, hacerse de un ingreso personal tendiente al mismo fin, o mejor dicho, para la supervivencia.
Bancos con dinero hasta el domingo
En los cajeros electrónicos, en cantidades limitadas se expedía dinero, un servicio que incluso se prestó los días sábado y domingo. Se puede decir que no se presentó una gran aglomeración de clientes bancarios, pues lo poco que dan los cajeros electrónicos, apenas si sirve para el transporte público, y este se encuentra prácticamente paralizado.
El lunes las quejas por puntos electrónicos fueron menores, que las del fin de semana, y el programa de racionamiento eléctrico se está cumpliendo hacia horas de la noche, y al parecer, se ha flexibilizado.