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26 de noviembre de 2024
Constantes cortes y bajones de electricidad continúan registrándose en todo el estado Táchira. Aunque parece noticia vieja la población sufre y padece diariamente las consecuencias de tan mal servicio.
Así lo denuncian a través de la mensajería de #YoReportoEnLaNación múltiples vecinos quienes aseguran que la nueva ola de apagones se incrementan diariamente y como ingrediente aditivo se presenta un sin número de bajones que causan daño a los equipos eléctricos del hogar y luego nadie responde por las pérdidas.
En el municipio San Cristóbal hay vecinos de la Unidad Vecinal, La Castra, Villa San Cristóbal, Pirineos, barrio San Carlos, Puente Real, La Ermita, Pueblo Nuevo, Santa Teresa, barrio El Río, Rómulo Gallegos, avenida Carabobo, Ferrero Tamayo, y muchos más, que piden a gritos regular la prestación del servicio. Opinan que el racionamiento de electricidad es realmente cruel.
En el interior de esta entidad andina, habitantes de Cordero, municipio Andrés Bello, afirman que les quitan el fluido eléctrico hasta cuatro veces al día y cuando lo restablecen llega con poca intensidad. También se quejan del servicio de internet.
En Tucapé y Palo Gordo, dicen que duran hasta doce horas sin electricidad. Otras comunidades como Barrancas, también padecen largas horas sin este servicio básico.
Táriba, la capital de municipio no se queda atrás, ellos también deben soportar lapsos interminables en plena oscuridad. “Qué clase de vida podemos tener, más aún, ahora que estamos en cuarentena?, se pregunta un vecino.
Junín, Jáuregui, Torbes, García de Hevía, Panamericano, Ayacucho, entre otros poblado del Táchira, también son víctimas de la falta de electricidad. “Es una situación insostenible”, es el clamor unísono del pueblo del Táchira.
Fluctuaciones de voltaje
Así como son repetitivas las quejas por los cortes de luz, también llueven los lamentos por la mala calidad del servicio. La energía no llega con el voltaje requerido y como consecuencia aparecen los populares bajones.
Los reportes de los vecinos dicen que las consecuencias de las variaciones de la luz son catastróficas. “Los sistemas estabilizadores de carga de los electrodomésticos no arrancan porque las fluctuaciones son cada dos minutos. Por eso, es muy grande el riesgo para los equipos”.
Cocinan con leña
“Da tristeza ver gente cocinando con leña. No hay ni gas, ni luz”, es el lamento de un vecino de La Castra quien asegura que esta práctica está causando daños en la salud de las personas y del ambiente, pero no les queda más remedio.
Muchas localidades de la región ya tienen seis y hasta más meses en esta faena; tal es el caso, de los habitantes de la urbanización Villa San Cristóbal quienes también requieren del servicio del gas desde hace medio año.
En el sector Polideportivo de Rubio, municipio Junín, los vecinos denunciaron que hace un mes pagaron en pesos colombianos para la jornada de gas doméstico, el monto cancelado estaba entre 10 mil a 25 mil pesos, dependiendo de tamaño del cilindro. “Van pasando los días y no tenemos respuesta, continuamos esperando por la ejecución del plan Guatire o Juana la Vencedora”.
El llamado es primeramente a Corpoelec para que solucionen esta situación, pues además de los problemas en la estabilidad emocional de las personas, también generan un mal material difícil de compensar con la dura crisis económica del país.
Asimismo, el pueblo del Táchira pide a las autoridades competentes, al Protectorado del Táchira, solventar el problema del suministro del gas. Realmente es inhumano que comunidades enteras deban cocinar a leña como única alternativa posible para preparar los alimentos.
Bleima Márquez/@bleimamr/#YoReportoALaNación/#QuédateEnCasa
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