Raúl Márquez

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Los prolongados cortes eléctricos, la escasez de gas, así como las medidas preventivas frente al COVID-19 que impiden que quienes viven del día a día salgan a trabajar, hacen menos llevadera la cuarentena para los pobladores de Chururú viejo, en el municipio Fernández Feo.

Leonor Montes, quien caminaba desde San Rafael de El Piñal a su casa ubicada en el citado sector, indicó que en cuanto a los cortes del servicio eléctrico, la situación se torna insostenible.

«Sería bueno que dejaran la luz en la noche, porque uno tiene niños y personas enfermas y toca lidiar con ellos a oscuras y con mechones. Otra cosa además, es que los aparatos se queman, pues la energía eléctrica llega y se va, llega y se va, así se queman neveras y ventiladores», apuntó.

Asimismo, se refirió a la gran cantidad de zancudos que pululan en la zona y que, sobre todo, en horas nocturnas, acechan a niños y ancianos, impidiendo su descanso, por lo que pide se realicen jornadas de fumigación.

Otra problemática que azota a esta población del sur del Táchira, de acuerdo con Leonor Montes y otros vecinos abordados, tiene que ver con la distribución de las bolsas Clap, que según ellos no se las venden desde hace unos tres meses.

Finalmente, hicieron un llamado a las autoridades de la sala situacional de Fernández Feo, para que se pongan de acuerdo con las líneas de transporte de la jurisdicción y les faciliten combustible, de modo que se habiliten por lo menos una unidad, en horas de la mañana, y trasladen a las personas de estas comunidades que se dirigen a la capital fernandense a adquirir alimentos o a acudir a centros médicos.

Foto: Leonor Montes, vecina de Chururú viejo (Foto: Raúl Márquez)