Norma Pérez
Cuando se dice que el Magic VPB es una gran familia es literal. Pues este club deportivo que nació en el municipio Junín hace casi 29 años ideado por Jackson Martínez, agrupó en ese momento a los jóvenes de tres familias que se mantienen juntos a través de los años.
Todo comenzó cuando estos muchachos, estudiantes de bachillerato, se reunían para jugar en el parque de recreación “Dr. Leonardo Ruíz Pineda”. Primero crearon un equipo de baloncesto, génesis del Magic, el cual hizo su aparición algún tiempo después y agregaron las siglas VPB que significan Victoria Parte Baja porque los integrantes pertenecen a ese sector de Rubio.
Hoy, casi tres décadas después los ya no tan jóvenes fundadores están casados y sus esposas e hijos pasaron a engrosar las filas del club que amplió su espacio para muchos otros miembros, nuevas actividades y otras disciplinas deportivas.
Un poco de magia
Jackson Martínez recuerda la fecha exacta cuando se fundó el Magic Club: 13 de diciembre de 1991, día para él inolvidable porque a partir de allí comenzaron una valiosa labor en beneficio de la juventud a la que ganaron para el deporte.
“En sus comienzos el club fue un grupo familiar. La gran mayoría de los integrantes formábamos parte de la selección Táchira de baloncesto en las diferentes categorías, después comenzaron a ingresar los hermanos menores y los primos”, dice, mientras trae a su memoria otros detalles como el primer torneo que realizaron fuera de los límites del parque de recreación, aunque no especifica si ganaron o perdieron.
Trae a colación los nombres de los pioneros: Jean Carlos Duarte, Talby Moreno, Yaret Gutiérrez, Jhonny Leal, Jefferson Betancourt, Castor Martínez, Daniel Gutiérez, Jhonny Río, Teresa Bonilla, Sandra Rosales, Lilian Amaya, Marcia Sánchez, Richard Sayago, Mónica Castillo, Erlyn Ruiz y Nakary Duarte. Era un equipo de emprendedores que a pesar de su inexperiencia, puso en marcha el proyecto del club y trabajó con empeño para hacerlo crecer y mantenerlo en el tiempo.
No solo se limitaron al entrenamiento físico, sino que extendieron su accionar hasta lo académico, pues a medida que adquirían más edad se dedicaron a asesorar a los integrantes y actualmente la mayoría de ellos son profesionales.
Con orgullo Martínez afirma que siempre han sido independientes; para adquirir uniformes y cubrir los gastos del club todos colaboran. Eso, hasta hace aproximadamente un año cuando la situación económica los arropó. En su auxilio, aparecieron los ex integrantes que emigraron y desde sus nuevos destinos envían recursos para apoyarlos, “porque el equipo es de todos y esas acciones fortalecen más el sentimiento de pertinencia”.
Siguiente paso, la Fundación
El ánimo por crecer y consolidarse no se detiene. El año pasado se creó la Fundación Magic VPB, por medio de la cual organizan actividades deportivas y muestra de ello es que durante el 2019 concretaron doce torneos de baloncesto para la comunidad de Rubio.
Con el respaldo de sus amigos, la Fundación “Delia Vera”, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador y la empresa privada del municipio Junín, realizaron los trabajos de recuperación de la cancha del lugar que los vio nacer y es su sede: el parque de recreación “Dr. Leonardo Ruiz Pineda”.
Plantearon este proyecto y lo lograron. Gracias a las donaciones de pintura, brochas y demás materiales requeridos le dieron un nuevo rostro a ese lugar tan querido para ellos al que llaman su segunda casa.
Su intención es la del rescate del baloncesto y por esta razón incorporaron personas de los diferentes barrios y urbanizaciones de Rubio. Actualmente hay categorías infantil, juvenil y máster, esta última con jugadores mayores de 48 años a quienes llaman “los viejitos”. Por supuesto sin olvidar las categorías femeninas.
Incorporaron otras disciplinas deportivas como fútbol sala, softbol, kickingball, fútbol, voleibol y tenis de mesa.
Por unanimidad, Jackson Martínez fue designado presidente de la Fundación. Este profesor de educación física, quien recientemente obtuvo su título de doctor en educación, aprendió a combinar sus actividades docentes con las deportivas y, como él dice, “hay tiempo para todo”.
Por el período de cuarentena se suspendieron todas las actividades, pero se creó un grupo de WhatsApp para mantener informados a los integrantes del club y se envían videos para que entrenen en sus casas.
A la espera de que mejore el panorama, ya tienen programada una serie de eventos dentro y fuera de su escenario natural, pues extenderán sus juegos a otros espacios como la cancha de la urbanización Sur y el Gimnasio “Luis Eduardo Gómez”.
Lazos de amistad
Se ha dicho que los amigos son “los hermanos que nos da la vida” y para los miembros del Magic VPB aplica a la perfección. Así lo reitera Jackson Martínez cuando manifiesta que lo más importante que le ha dejado esta experiencia en su vida es la amistad. “Nos apoyamos no solo desde el punto de vista deportivo, sino también en todos los aspectos de nuestra vida. Si alguien necesita ayuda allí vamos todos. Estamos juntos en la alegría y en la tristeza. La mayoría somos compadres y creamos vínculos indisolubles. Por eso pienso que lo más valioso es nuestra amistad”.
Ellos son los Magic VPB. Orgullo y afecto por una organización que se mantiene viva por casi tres décadas. Una gran familia. Desde siempre y hasta siempre.