Reportajes y Especiales
El ingreso de los venezolanos bajó tras la caída de las remesas
7 de mayo de 2020
Expertos en finanzas aseguran que para el año 2020, el monto por concepto de remesas disminuirá en 45% por efecto del Covid-19. Beneficiarios de los envíos aseguran que sus familiares hacen esfuerzos para mandar las ayudas debido al desempleo por cuarentena en el exterior.
El economista Leonardo Buniak afirmó que un elemento que nutre a la dinámica comercial en Venezuela son divisas que tienen origen lícito y otras que tienen orígenes no lícitos. “Otra importante fuente de divisas que permite dinamizar el poder de compra del venezolano, son las remesas que para el año 2019 se estimó que estaban llegando cerca de $2800 millones y para 2020 se estimaba que podrían llegar a $3800 millones, pero llegará menos de la mitad de eso”.
Explicó que producto de Covid-19 y de la contracción económica mundial que se estima que caerá en 3%, la norteamericana 5%, en toda América Latina 5,5% en promedio; “eso hace que las remesas se vayan a reducir dramáticamente afectando no solo a Venezuela sino a todos los países latinoamericanos que reciben remesas del exterior”.
Detalló que en América Latina hay varios países receptores de la diáspora venezolana como Brasil, Perú, Colombia, Chile, EEUU y en Europa España. “En España la economía se va a contraer 8% eso significa que el desempleo va a crecer cerca de 11% y esto va a afectar dramáticamente el envío de remesas a Venezuela”.
Aseveró que “es imposible que estemos recibiendo remesas del exterior. Seguramente ha mermado sensiblemente producto del paro y la desocupación.
Precisó que en otros países de la región, EEUU y Europa no hay inamovilidad laboral, por lo que hay un número importante de despidos. “Una persona que ha sido despedida de su trabajo, que ya no devenga un salario difícilmente pueda mandar remesas a otro país”, indicó.
Buniak enfatizó que “Venezuela depende de las remesas que vienen de Miami y del estado de Texas, donde en Houston está la segunda colonia más grande de venezolanos. Los envíos de remesas deben haber mermado en más de 50%”.
Buniak señaló que la disminución de las remesas afectará sensiblemente a la economía del país porque los disparadores del consumo privado son la dolarización transaccional y las remesas, “lo que producirá una importante caída del consumo y una mayor recesión económica, donde el PIB podría ubicarse este año entre el 20% y 25%”.
Por su parte, el economista Jesús Casique indicó que “se estimaba entre $4500 millones o 4700 millones por remesas, por efecto de la pandemia y de la crisis que están atravesando los venezolanos en el exterior deben estar disminuyendo $2800 millones, es decir, entre 40% y 45% menos en comparación con el año 2019”. Aclaró que “las remesas simplemente eran una ayuda para los venezolanos en el país que recibían recursos de sus familiares del exterior, oxigenan el venezolano en común pero no a la economía en general”.
Caída brusca
Según la encuestadora More Consulting, en los primeros dos meses de 2020, un 18 % de los venezolanos reveló que recibe algún tipo de ayuda económica del exterior, principalmente utilizada para comprar medicinas o alimentos.
Laura Eckert forma parte de la cifra. Su familia le enviaba periódicamente desde España, una caja con productos de supermercado, pero desde que comenzó la pandemia, la encomienda llega con menos frecuencia.
“Venezuela es el país más caro del mundo y el más pobre del mundo. Lo que tú consigues en otro país en un dólar, aquí te lo venden en 6”, lamenta Eckert, mientras advierte que las divisas en Venezuela alcanzan cada vez para menos por la hiperinflación y la devaluación del bolívar, la moneda nacional.
“ Antes con 20 dólares podías hacer un buen mercado, ahora necesitas 30, 40, 50 dólares y para llevarte 3 bolsitas”, explica.
La firma Datanálisis advirtió que, para el cierre de 2020, el monto en remesas que venían recibiendo los venezolanos podría caer entre un 30 y 35% y las más perjudicadas serían las familias cuyos seres queridos se desmpeñan en actividades informales, en países como Colombia y Perú.