A pesar de las dificultades por las que atraviesa la ciudad hacer teletrabajo es una opción para quiénes siguen activos y produciendo
El trabajo a distancia o teletrabajo es la nueva realidad a la que han tenido que adaptarse tanto las empresas como los empleados en medio de la pandemia por el COVID-19 y la cuarentena.
Trabajar desde casa no es una novedad. Esta modalidad de realizar las actividades laborales a distancia ha sido implementado por muchas organizaciones que encuentran grandes beneficios no solo logrando mejorar los procesos de trabajo y elevar los niveles de productividad, sino también permitiendo en muchos casos, una mejor calidad de vida para sus empleados.
Las personas que trabajan tipo freelancer o son asesores en diversas áreas aprovechan esta modalidad por las ventajas y comodidades, que en muchos aspectos, representan para ellos.
Los más organizados manejan sus agendas de trabajo del mismo modo como si fuera de manera presencial en las empresas dónde prestan sus servicios. Establecer una rutina de trabajo para realizar en casa es la clave fundamental para no perder de vista las actividades planificadas.
La situación por la pandemia y la orden de cuarentena y aislamiento físico en muchos países, hacer teletrabajo desde la casa ha sido la opción más viable para continuar siendo productivos sin dejar de generar ingresos que permitan mantenerse en medio de la crisis.
La Verdad conversó con tres jóvenes marabinos profesionales y emprendedores, quiénes a pesar de las limitaciones que implican trabajar en una ciudad como Maracaibo, donde la conexión a internet, los constantes apagones y racionamientos eléctricos representan un desafío para realizar cualquier labor, ellos se mantienen activos.
Nuevas amistades son nuevas oportunidades
Actualmente es el Editor de la página web de Hearts On Venezuela, sitio que se dedica a contar en inglés los hechos y acontecimientos más relevantes del país.
«Básicamente me he quedado con lo que hago con Hearts On Venezuela, pero el ritmo de trabajo ha sido un poco más fuerte porque hay muchas noticias sobre la Covid-19 todos los días».
«Anteriormente podía trabajar y planificar para dejar toda la semana lista, pero desde que comenzó la cuarentena estamos trabajando intensamente casi todos los días con lo que vaya saliendo».
Para Pascual trabajar desde su casa ha sido bastante difícil. «Principalmente porque no tengo internet. Antes, cuando necesitaba hacer algún trabajo me iba a un espacio de coworking o a algún sitio dónde pudiera usar el internet, pero ahora tengo que hacerlo todo desde mi laptop usando mi celular como un hotspot».
En relación al tema de los racionamientos eléctricos y los apagones que se viven casi a diario en la ciudad, el joven abogado comenta que en su caso particular, el sector donde reside sufre cortes casi a diario desde las 10 de la mañana hasta las 3.00 o 4.00 de la tarde, así que para evitar interrupciones trabaja de noche, cuando la conexión a internet funciona mejor y cuando sabe que va a haber electricidad sin interrupciones.
«Sin embargo me ha sucedido que estoy en pleno trabajo en la madrugada, se va la luz y me toca terminar mis tareas con la linterna del teléfono», explica.
Otra de las actividades que realiza Pascual es dar clases de inglés y traducir currículums. «Esto es algo que quizás antes no hacía con tanta frecuencia, organizar y traducir currículums».
«Me han contactado personas que viven fuera del país y que se quedaron sin trabajo por todo el asunto del coronavirus, que han tenido dificultades para conseguir otro empleo y están intentando hacer que sus currículums sean más atractivos para posibles empleadores», comenta.
Para realizar su trabajo, Pascual se conecta a internet usando su plan de datos. «La cantidad de dinero que gasto en saldo es muchísima mayor que antes cuando podía ir a algún sitio con wifi y el de la red de la operadora que uso no siempre funciona bien, a veces no puedo cargar ni una imagen».
Ante la pregunta sobre lo que piensa que sucederá cuándo pase todo esto, Pascual es sincero. «Yo creo que hay personas que van a estar un poco nerviosas aunque levanten la cuarentena».
«Así que creo que al principio quizás haya personas que se rehúsen a salir o a compartir con otros a pesar de que hayan levantado la cuarentena. Como ya sabemos, hay países donde la reincidencia de casos ha sido bastante agresiva».
«En lo particular creo que todo lo que tenga que ver con mis amigos va a ser exactamente igual, pues estoy en constante contacto con ellos», apunta.
«Tambien he aprovechado el tiempo para hacer video llamadas con amigos que están fuera del país. Y hasta me he hecho amigo de sus amigos», dice entre risas.
Ser freelancer tiene sus matices
Por la misma naturaleza del trabajo este puede ser realizado a distancia sin ningún problema.
«A pesar de que en mi casa hay conexión a internet, dos días antes de que se anunciaran los primeros casos de Covid-19 en Venezuela ya había adquirido un servicio de internet satélital. Esa ha sido una muy buena decisión porque me ha permitido trabajar mucho mejor».
Sin embargo dice que le resulta un poco complejo trabajar desde casa por el tema de la electricidad. «Hay muchas fluctuaciones eléctricas durante el dia. Al haber un bajón todo se reinicia, entonces las tareas laborales se hacen mucho mas largas de lo que deben ser y hay muchas interrupciones».
Paola reside en el sector Veritas y comenta que son muy pocas las veces que les quitan la electricidad por racionamiento eléctrico.
«Puede ser que una o dos veces en la semana la quitan pero no hay una hora fija. El mayor problema son las constantes fluctuaciones del servicio eléctrico», reitera.
Trabajar por su cuenta y ser dueña de su propia empresa tiene su lado bueno y su lado malo. Poder realizar el trabajo con sus clientes durante la cuarentena ha tenido sus altibajos.
«Tengo varios clientes que son locales comerciales del ramo de comidas principalmente, que no han podido abrir sus puertas desde que comenzó la cuarentena debido básicamente al tema de la gasolina. Muchos no tienen para movilizarse y sus empleados tampoco pueden trasladarse por la falta del transporte público.»
«Me sucedió que tres de ellos no pudieron continuar con nosotros debido a que no están produciendo y al no poder producir pues no pueden cancelar nuestros servicios. En vista de esto lamentablemente tuve que hacer un recorte de personal».
«Esa es la parte fea del negocio. Tener que despedir a alguien que cuenta con esos ingresos no es fácil y menos en estos momentos que son tan complicados».
Sin embargo, en medio de la cuarentena muchas empresas comerciales se mantienen activas trabajando a pesar de las restricciones del horario para laborar.
«A raíz de esto han surgido otras iniciativas de negocios con productos y servicios de primera necesidad. Farmacias, supermercados, expendios de alimentos y bebidas, entre otros, comenzaron con nuevos modelos de negocios como el servicio delivery y tiendas en linea».
«En este sentido hemos logrado alianzas interesantes con varios establecimientos comerciales. Hemos realizado un ajuste a nuestros honorarios tomando en cuenta que una empresa que tiene un horario de 8.00 de la mañana a 12.00 del mediodía, no genera la misma cantidad de ingresos que una que trabaja hasta las 9 o 10 de la noche».
«Esto también nos ha permitido establecer una dinámica acorde con la situación de trabajo actual y podemos seguir activos con nuestros servicios».
Trabajar desde casa es un hábito
«Para mi la experiencia ha sido bastante buena, no puedo decir lo contrario. Obviamente ha supuesto muchos cambios en los hábitos del dia a día. Trabajar desde casa implica otra rutina y quizás en mi caso eso ha sido lo más fuerte. Los horarios para trabajar, para dormir y para comer no son iguales. He tenido que hacer ajustes en ese sentido».
«Pero esta situación me ha ayudado a ser mucho más productivo, a estar más activo. He logrado enfocarme más en las actividades. Si estoy en casa puedo ver cómo dedicarle más tiempo a cada cosa».
«He hecho más actividades aprovechando el tiempo al máximo y he sacado adelante proyectos y cosas que tenía pendientes».
Luis comenta que no esta negado a la experiencia del trabajo a distancia porque entiende que esto es el camino al futuro. «Para mi fundamentalmente ya el trabajo no es el lugar a dónde vas sino lo que estás haciendo. No es ir a la oficina todos los días, eso es un adicional a lo que estés realizando».
En cuánto los problemas con la electricidad en la ciudad, cuenta que no ha sido tan fuerte, «pero si hemos sufrido por los apagones y eso te quita mucho tiempo. Por suerte en los horarios en los que estoy trabajando he tenido electricidad y he podido cumplir con mi agenda».
«Eso no escapa a que tenga otros problemas, como por ejemplo el servicio de agua. A veces he tenido que dejar de hacer algunas cosas para resolver este asunto. Eso también es parte de colaborar con las cosas de la casa».
«En mi casa no hay internet desde el año pasado y trabajo exclusivamente con mi plan de datos. La conexión no todo el tiempo funciona bien, algunas veces es pésima. Si necesito conectarme por largo tiempo recurro a algún vecino que pueda ayudarme con la conexión».
En relación al trabajo a distancia y a los cambios por venir, Luis opina que esta situación llegó para quedarse.
«Ya no podemos decir «cuándo volvamos a la normalidad». Esta es la nueva normalidad que viviremos».
«De esto ya se tiene mucho tiempo hablando, no solo del teletrabajo, sino también del uso de las tecnologías en general, solo que la pandemia aceleró el proceso, lo trajo mas rápido. A nosotros nos ha costado más adaptarnos porque tenemos una manera muy tradicional de hacer las cosas».
«Tendremos que adaptarnos al uso de las tecnologías, a los procesos de automatización del trabajo. Quizás mucho más rápido de lo que pensamos».
Hablando de la digitalización de los procesos de trabajo y el uso de las tecnologías en la vida diaria, Briceño expone su punto de vista.
«La Comisión Europea dice que en los próximos cinco años el 95% de las profesiones van a requerir algún tipo de conocimiento referido a los temas digitales y eso no es falso. Cada día vamos a necesitar tener más conocimiento para comenzar a definirnos, para seguir siendo competitivos».
«Obviamente en Venezuela tenemos un panorama totalmente diferente a otros países y quizás ese proceso sea más lento, pero sin dudas hacia allá vamos a ir».
«También eso va a significar un impacto enorme en los modelos de trabajo de muchas empresas en diferentes aspectos. Como serán las contrataciones, los modelos de trabajo, las formas de hacer negocios. Es todo un planteamiento enorme».
Reflexiones en medio de la pandemia
Pascual, Paola y Luis tienen un escenario en común: vienen cambios y serán muy importantes en muchos aspectos de la vida en general.
Para Pascual, la clave esta en reinventarse. «Creo que siempre hay oportunidad de reinventarse, yo por ejemplo, estoy aplicando a trabajos en varias plataformas para freelancers y espero pronto conseguir algo por allí. De igual forma, hace poco me contactaron para dar clases de inglés en una escuela virtual».
«Esto sería algo interesante, porque es la primera vez que daría clases en línea», comenta.
Sobre todo lo que esta ocurriendo debido a la pandemia, Pascual considera que esto particularmente ha cambiado la forma en la que se dan las relaciones humanas en todo el mundo.
«Creo que en Venezuela siempre hemos sido privilegiados porque cuando ocurre algún evento de este tipo en otra parte del mundo, nunca nos hemos visto afectados en tal medida y la vida nos está demostrando que no estamos blindados y que todos somos propensos a vernos afectados por situaciones como esta».
«También creo que esto nos deja como enseñanza que nuestras vidas son dinámicas, que debemos tener la capacidad de reinventarnos, de buscar nuevos pasatiempos, de explotar todas nuestras capacidades y de encontrar nuevas maneras de mantenernos productivos».
Así mismo expresa que «es muy importante que aprendamos como seres humanos a pasar tiempo con nosotros mismos, quizás retomar aquellas cosas que disfrutamos hacer y que teníamos un poco olvidadas y sobretodo, a apreciar hasta las cosas más pequeñas, que hoy en día tantas cosas nos hacen falta y a las que quizás antes no le dábamos importancia, un abrazo, una conversación, el sol de la ciudad».
Por su parte, Paola considera que la ruta de todo está en nuestra capacidad de respuesta y adaptación ante estos acontecimientos.
«Ciertamente tenemos que cuidarnos y esto representa un verdadero aprendizaje sobre las cosas que son importantes y lo que no lo es».
«Que estas semanas que hemos pasado en cuarentena y esta pandemia que ha impactado al mundo desde tantos sentidos, sirva de aprendizaje para que las empresas, los gobiernos, las instituciones, los colegios, las universidades puedan adaptarse a estos nuevos cambios».
«Adaptarnos a este nuevo mundo que se viene y que nunca más será el mismo, para que no sigamos haciendo las cosas de la misma manera pues este mundo pidió que lo viéramos con otros ojos».
«Lo mejor es adaptarnos para sobrevivir pero siempre pensando en nosotros y en como mejorar como sociedad».
Mientras tanto, Luis piensa que habrán cambios muy radicales en todo sentido, sobre todo en lo que tiene que ver con la comunicación entre las personas y las relaciones humanas.
«Estamos viviendo en una sociedad hipercomunicada, a través de pantallas, todo el tiempo estamos informando, comunicando sobre lo que ocurre, hablando por teléfono, por las redes sociales, por cualquier plataforma».
«Es todo un proceso enorme, pero esa misma hipercomunicación, esa sobreinformación ha sido en menoscabo de la verdadera sustancia de la comunicación entre las personas que es la interacción entre las mismas».
«Hay personas que se comunican constantemente por las redes sociales, pero que en el cara a cara tienen habilidades comunicativas débiles, les cuesta mucho interactuar con otros».
«Lógicamente esto va a llevar a replantear como hacer que las comunicaciones sean mucho más humanas. Para mi ese será el gran reto: las relaciones humanas, porque siento que desde hace mucho tiempo estamos teniendo comunicaciones muy impersonales».
«Y eso es un gran riesgo porque podemos perder toda capacidad de comunicación real entre nosotros y se puede perder el contacto humano, la interacción con otras personas».
Ante la situación actual de Venezuela, Luis hace una reflexión en torno a lo que sucede en el país.
«Realmente esta pandemia ha hecho más notorio el colapso del país y esto nos tiene que invitar a pensar y a reflexionar a que tiene que haber un cambio desde todo punto de vista».
«Creo que se debe iniciar un proceso de articulación entre los actores de la sociedad civil, que debe existir un consenso ente el Estado y la empresa privada. Trabajar de forma mancomunada para lograr recuperar la economía y la parte social».
«Y para nosotros como ciudadanos en estos momentos tener mucha templanza, recordemos que esto no es solo un tema venezolano sino a nivel mundial».
«También debemos tener mucha creatividad para recuperarnos de esta adversidad, buscar alternativas y para quiénes tenemos la oportunidad de mantenernos activos en nuestro trabajo día a día, hacer las cosas con bastante enfoque y planificación».
Acota además el joven profesional que «en estos momentos debemos tender más puentes de colaboración con nuestros amigos, nuestros vecinos, compañeros y familiares porque realmente hay muchas personas que están pasado por este proceso que es muy fuerte y que necesitan apoyo».
Pascual, Paola y Luis son una representación de los jóvenes que siguen trabajando, aprendiendo e innovando en sus proyectos y emprendimientos en medio de un contexto adverso pero que al mismo tiempo representa un reto.
En Maracaibo hay una generación de empresarios que siguen invirtiendo, apostando a la productividad, al desarrollo y a la participación ciudadana en la búsqueda de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.