Un valioso aporte al sector agroproductivo es el proyecto desarrollado por Jesús Alberto Ramírez, el cual consiste en la construcción de un laboratorio de biotecnología que permita la producción de semilla prebásica de variedades de papa de alta calidad fitosanitaria.
Norma Pérez
Este ingeniero en Agroalimentación, egresado en el año 2017 de la Universidad Politécnica Territorial del estado Mérida “Kléber Ramírez”, nació y creció en la aldea Río Arriba del municipio José María Vargas, sector netamente agrícola, por lo que orientó su aprendizaje hacia una temática que permitiese contribuir con el progreso de esta región.
Explicó que con la puesta en marcha del proyecto es posible producir una semilla libre de agentes patógenos, para garantizar el suministro y abastecimiento a los productores del estado y el país de variedades de alto rendimiento, lo cual se ha hecho imposible en los últimos años por diversos factores, entre los que figuran los cambios climáticos, el alto costo de los insumos para el desarrollo de esta actividad, desabastecimiento de la semilla para el rubro de la papa y escasez del material de propagación, sin condiciones fitosanitarias óptimas.
De allí su propuesta de usar la biotecnología para brindar a los productores un método que ofrezca una multiplicación de plantas a corto plazo: como resultado, un tubérculo libre de plagas y virus, para así contribuir a un necesario fortalecimiento de la agricultura, pues muchos rubros han disminuido considerablemente.
Otro aspecto que consideró es que actualmente no se cumple la cadena productiva de papa, ya que desde hace varios años no hay importación de tubérculos, por lo que los productores se han visto obligados a multiplicarlos para consumo, sin los respectivos controles sanitarios.
Búsqueda de solución
Todos los factores anteriormente descritos condujeron a Jesús Ramírez a buscar una solución, que canalizó por medio del proyecto que fue su tesis de grado para obtener el título de ingeniero en Agroalimentación.
Su investigación plantea una serie de pasos para cumplir con el fin establecido. Se inicia con la construcción y posterior acondicionamiento del laboratorio de biotecnología, establecer el ambiente adecuado para la producción por medio del sistema in vitro utilizado con éxito para obtener semillas de óptima calidad fitosanitaria.
Para este proceso in vitro se requieren condiciones artificiales especiales con materiales y reactivos específicos, pues las plántulas germinan y crecen dentro de un laboratorio. Después se pasan a otra área, para luego ser trasplantadas al campo, donde se produce la semilla prebásica.
Para hacer realidad este proyecto se requiere de financiamiento y asesoría de organismos vinculados al sector, como es el Centro Internacional de la Papa ubicado en Lima, Perú.
Entre las muchas ventajas que se lograrían con este procedimiento, destaca la de lograr una semilla de excelentes condiciones y por ende mayor producción de este rubro, no solo en los municipios agrícolas del Táchira, sino también en los estados del país donde se siembra el tubérculo.
Trabajar por el Táchira
De acuerdo con su experiencia y los datos recabados durante la investigación, Jesús Ramírez hizo un esbozo de la situación actual en lo que respecta al cultivo de papa y es que este ha disminuido a muy bajos niveles. La causa principal es la ausencia de semilla, la cual era importada y ahora es imposible conseguir este material de propagación.
En caso de contar con la semilla por medio del proceso in vitro, tendría menos afecciones por plagas y patógenos como virus o bacterias; este material se utilizaría para futuras siembras y así se conseguiría levantar las cifras de un rubro que siempre ha ocupado un lugar importante en la mesa del venezolano.
Aun cuando el proyecto está inscrito en la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología y su creador lo ha dado a conocer para conseguir apoyo oficial y poder llevarlo a la práctica, a la fecha no ha recibido ninguna respuesta. Esto no ha sido impedimento para que este joven de 26 años de edad continúe esforzándose por ser escuchado.
Jesús Alberto Ramírez, un profesional emprendedor que cree en su tierra y no desmaya en la lucha por contribuir a la expansión de su municipio. Para él, la opción es rendir culto a sus raíces campesinas, ofrecer su trabajo, sus ideas y conocimientos para afianzar un futuro próspero en un presente incierto.