EN ESTOS DIAS de cuarentena, confinamiento o de distanciamiento social, sería bueno reflexionar sobre la actitud de nuestros profesionales, los cuales en el silencio de la alcoba, el reencuentro con sus bibliotecas, la comparación con sus actividades, bien pudieran iluminar un camino para que nuestro futuro no sea tan tortuoso…TENEMOS ENTENDIDO, por ejemplo, que un economista se especializa en que una cultura satisfaga sus necesidades materiales; que un sociólogo analice al individuo en el modo que le afecta su entorno; y un sicólogo estudie los cambios de conducta, después que salga de su encierro involuntario…IGUALMENTE, que un periodista siga sin temor el ejercicio de la verdad a través de sus transmisiones; un médico, difundir la necesidad de cuidarse ante una endemoniada pandemia, cuya cura se desconoce hasta el momento, y hasta un futurista que planifique el rumbo del porvenir del ciudadano, o un historiador que se detenga sobre las experiencias vividas, para no repetir los errores del pasado que nos hacen dar vuelta y vuelta sobre la misma noria…SON ESTAS las horas de la meditación seria, formal y hasta premonitoria, como la que vimos a través de la televisión con la película “Contagio” por Cinemax, protagonizada por Mat Damon, sobre un virus extraño que castiga a la Tierra, que no tiene cómo dominar tal ataque…VAN SUCEDIENDO tantas cosas y vamos ignorando tantas otras, que nos aterra llegar a movernos en un mundo de tinieblas, esperando a lo que nos digan, como si fuésemos peones de un juego de ajedrez o microbios al vaivén de las olas…CADA VEZ SABEMOS menos de lo que pasa en nuestro entorno. Caemos víctimas, más de las especulaciones que de las realidades. Seguimos a tientas y a ciegas el curso de los acontecimientos, que se desarrollan más rápido de lo que creíamos, hace más de dos meses, y para muchos, estando solos en casa, se quedaron sin argumentos y, lo que es peor, sin respuestas a tantas inquietudes…EL CONSEJO, si es que tiene algún valor ante tan difíciles circunstancias, es mantenerse serenos. Refugiarse más en los libros que en la televisión, procurar el sustento físico y moral para no decaer en ningún momento, y no olvidar que el fracaso existe cuando uno se rinde…DESDES EL PASADO 13 de marzo, cuando se decretó la cuarentena, y hasta el 13 de junio que durará, mientras tanto, hay muchas historias que se han vivido en el país y en el planeta, con infectados y fallecidos por el coronavirus, que no cesa de castigar implacablemente, destruir las economías, desarraigar los afectos de antes, e incomunicarnos en medio de una crisis que nos agobia, no solo desde hace tres meses, sino ya de varios años, por lo que esperamos que la agonía se acabe de una buena vez, y que el sol resplandezca para todos lo antes posible. Es justicia.
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Y ESTO, es todo por hoy.
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MENTIRAS Universales:
“No quiero saber de nada”
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DIOS los bendiga…¿Saben?
VÍCTOR MATOS