Opinión

Coronacrisis

12 de junio de 2020

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Pedro Morales


“La tecnología 5G que está siendo adoptada por las compañías telefónicas promete una seria de innovaciones. La primera innovación en el mundo de la telefonía móvil en más de una década  promete traer consigo una nueva era de competencia tecnológica y ciber estratégica entre EEUU y China…”

“…Al igual que otras nuevas tecnologías novedosas son recibidas con recelo y desconfianza al principio, especialmente si se apela a las emociones  primitivas como el miedo, teorías de conspiración y una de las epidemias más poderosas que existen: el oportunismo. Oportunistas disfrazados de políticos, hombres de negocios, intelectuales, atletas y personas «comunes y corrientes» se convierten en agentes voluntarios o involuntarios de estos procesos de cambios. Pasan a formar parte de cualquiera de las dos facciones que favorecen u oponen el cambio buscando aquello que forma parte del ADN de todos los organismos vivientes – no solo los homo sapiens- que es buscar el beneficio individual, aquello que más conviene y que asegura nuestra sobrevivencia como especie…”

“…En una muestra de inocencia colectiva y de confianza en que el mercado funciona como un organismo vivo siguiendo la ley de Darwin, podemos pensar que tenemos «voz y voto» en la adopción o rechazo de 5G, pero como tristemente comprobaremos pronto, la decisión fue tomada hace mucho tiempo en una sala de conferencia por un grupo de individuos que tienen la capacidad financiera, la motivación,  determinación y apoyo de grandes organizaciones privadas y públicas para hacerlo realidad. En el mediano plazo estaremos agradecidos con ellos por habernos puesto en el camino del progreso y la innovación tecnológica aun cuando nuestros modelos mentales y espirituales se han quedado atrás en la era del 1G si ella existiera”. Referencia: Las Redes de telefonía móvil de quinta generación (5G). Johnny A. Molina / Economista/ Data Scientist / GIS Professional. Fecha: 03-06-2020  https://bit.ly/3cJosPC

Evidentemente que la amplia gama de vivencias, experiencias y conocimientos en todo el recorrido de la vida se encuentran acumuladas en el nivel consciente de la persona, pero en mayor proporción en lo más recóndito de su subconsciente o inconsciente. Igualmente es cierto, que los factores de poder político y económico  a escala mundial con sus respectivos ramales en las periferias locales, ampliamente conocen la psicografía y en general todas las características del perfil de la población, que les permiten  realizar segmentaciones con el fin antiético de propiciar e intensificar conflictividades (con diferentes grados de insensateces, incongruencias e irracionalidades), acentuando con ello las polarizaciones irreconciliables que se hayan enmarcadas en un contexto de guerra de percepción y cognición, impulsada por un discurso distopico y argumento falaz, logrando la ruptura del equilibrio afectivo-espiritual, y con ello el alejamiento de la eudaimonia  ideal.

En sus dimensiones multifactoriales, entre ellas la económica, la financiera, la política, de salubridad, de valores, la espiritual, etc., la década de los años 70 del siglo XX representa el albor de la coronacrisis apocalíptica,  con el abandono del patrón oro e inicio del dólar con rango de moneda global,  la apertura del triángulo de oro del opio y los cimientos de la era de la tecnología de la información y comunicación. En otras palabras, causalidades pandémicas que activaron el fetichismo o  síndrome adictivo por el petrodólar, el consumo de la drogas a escala exponencial y la ciberadicción en su faceta malsana y degenerativa. El paroxismo refundado o reconfigurado en tal tiempo-espacio (años 70)  identificado como de punto crítico de inflexión, ha descrito diferentes mutaciones en los agravamientos temporales o sostenidos en la actividad económica y ambiental en general: desde la S cíclica,  la V abrupta, la U sutil, la W reiterativa y la L permanente (reciente etapa).

Una digresión.- Ahondar en el análisis comprensivo de la coronacrisis redunda en una explicación detallada del padecimiento complejo humanitario de los venezolanos. Se logra aclarar por ejemplo que detrás del mercado de la gasolina se encuentra la verdadera realidad de la subsistencia del sistema económico y social.  Por ejemplo, más del 50% de los que consumen este producto lo hacen para lograr poder adquisitivo o lucro especulativo, y todo como consecuencia que en un momento determinado se “pagó con protección y seguridad a cambio de realizar las transacciones mundiales del petróleo con la divisa dólar”.

Finalmente, este rompecabezas doméstico,  geopolítico y geoeconómico encaja de alguna forma predeterminada con la dinámica geoestratégica activada por las redes de telefonía móvil de quinta generación (5G), sobre la cual se invita a leer completamente la contribución académica del doctor Johnny A. Molina (inicialmente citada): https://bit.ly/3cJosPC

*Profesor

  • Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2020. / [email protected]  @tipsaldia

 

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