Frontera
Retornados y migrantes internos: cinco días pernoctando en la calle
15 de junio de 2020
Piden respuesta oportuna de las autoridades encargadas
Aseguran que cerca de 50 niños están durmiendo en la calle, junto a sus padres y demás familiares
Jonathan Maldonado
Cerca de 200 personas, entre ellas varios infantes y mujeres en estado de gravidez, se hallan durmiendo en una de las calles adyacentes a la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira, a la espera de pasar al Punto de Asistencia Social (PAS) Aduana Principal, para ser sometidas a las pruebas rápidas de covid-19 y, de esta manera, arrancar con el proceso de aislamiento preventivo.
Marelis Rodríguez aseguró tener cinco días durmiendo a la intemperie. “Ha sido fuerte. Hay muchas mujeres embarazadas, madres con sus bebés en brazos; para ir al baño hay que pagar; el agua igual. Hay vecinos que sí nos han podido ayudar”, precisó.
De noche, dijo, se han mojado, pues, de repente, los sorprende una lluvia y no tienen dónde guarecerse. “Lo que nos han dicho es que esperemos, que debemos tener paciencia. El viernes vinieron (GNB) y nos dijeron que debíamos esperar”, lamentó.
“Nos sacaron del arriendo en el que estábamos viviendo en la frontera”, soltó un joven migrante interno, que integra el grupo de espera. “Mi mamá tiene un tumor en el ovario derecho. No la quisieron operar en Colombia”, dijo una chica sin esperar a ser abordada.
Con un bebé de dos meses, Rosa Crespo, joven que decidió cruzar por trocha para arribar a Venezuela, instó a las autoridades a brindar una respuesta rápida para evitar que los pequeños sigan viviendo este escenario. “Un señora se acercó y me regaló unos pañales”, agradeció.
Por su parte, José García calculó que al menos 50 niños integran el grupo de casi 200 personas que pernoctan en las cercanías de la avenida y de la aduana. “No tenemos colaboración. Las autoridades vienen, nos hacen videos, preguntan cuántos somos y se van. En eso han estado”, apuntó.
“Somos seres humanos, venezolanos, y lo que deseamos es regresar a nuestros hogares. Ellos (uniformados de la GNB) dicen que no hay respuesta, que deben esperar orden de arriba, pero no hay seguridad”, acotó.
Este mismo panorama lo vivió, hace ya unos días, otro grupo de retornados y migrantes internos que, tras varios días en la calle, consiguieron pasar al PAS y continuar con los demás protocolos.
A la 1:30 p.m., el equipo de La Nación se acercó nuevamente hasta el lugar y constató que el escenario continuaba igual para el grupo.