Deportes
Futuro del futbol rentado depende del cónclave Fevefútbol-Ligafutve
17 de junio de 2020
Para este jueves hay prevista una reunión donde estarán involucradas las partes en cuestión, de cara a buscarle una solución al problema.
Homero Duarte Corona
El regreso a las canchas del fútbol rentado venezolano en suspenso. Posiciones encontradas entre las partes, valga decir Federación Venezolana de Fútbol y la Ligafutve, traen consigo que todavía no se haya finiquitado nada en relación al reinicio de la temporada o, en el mejor de los casos, el Torneo relámpago propuesto por el ente rector del balompié nacional, bajo la presidencia de Jesús Berardinelli.
Existe una alternativa de la Ligafutve y el gobierno de Carabobo, a través del mandatario regional de esa entidad, Rafael Lacava, para que tan pronto haya luz verde, lo que sería el reinicio de la zafra, tenga una sola sede, todo con el firme propósito de guardar los protocolos exigidos por el Gobierno nacional por la situación del coronavirus.
El gobernador Lacava da todas las garantías, una especie de anfitrión de la familia del fútbol profesional, para que el campeonato termine en ese territorio, teniendo como sedes los estadios “Misael Delgado”, de Valencia, y la “Bombonerita” de Puerto Cabello; incluso se propuso que Maracay y Caracas también sirvan de asiento con sus escenarios del estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria y “Hermanos Ghersy”, esto por lo de la cercanía.
Sin embargo, una cosa es lo que piensan el primer mandatario del “Cabriales” y el presidente de la Liga, Akram Al Matni, y otra el presidente de la Federación, dado que Fevefútbol es un apéndice de la Conmebol y, por consiguiente, de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
No puede la Ligafutve pasar por encima de la Federación Venezolana de Fútbol, hacer un campeonato en común acuerdo con el mandatario carabobeño, tal como hubo la propuesta conjuntamente con los presidentes de los 19 equipos que hacen vida en el fútbol doméstico, no sin antes haber consultado con el presidente de Fevefútbol y demás integrantes de la junta directiva.
Para bien del fútbol profesional venezolano, ojalá haya humo blanco en la reunión programada para este jueves, que se depongan actitudes y evitar a toda costa sanciones por parte de la FIFA, que en los hechos significaría que el país futbolero quede desafiliado de toda competición a nivel internacional.
Ya el fútbol criollo sufrió una sanción en el pasado por parte de la FIFA por una decisión de un tribunal civil, en cuestiones internas del balompié, y es allí donde se debe estar ojo avizor, que la política no se entrometa en asuntos que solo le competen a la Federación Venezolana de Fútbol, como único representante del mandamás del deporte rey en el mundo.
Lógico que es el gobierno de cada país, como ha ocurrido en Alemania, España, Italia y otras naciones del mundo, el que tiene el poder para ordenar o no que el deporte puede practicarse, que estén las condiciones dadas merced de la situación del COVID-19, una pandemia que azota la humanidad.
Pero, así como los gobiernos deciden para dar el visto bueno al inicio de cualquier actividad en sus territorios, también cada deporte se rige por sus federaciones, tienen sus estatutos, se rigen a través de leyes que deben ser respetadas y acatadas, para no caer en la diatriba, un enfrentamiento de poderes que nadie quiere.
Para tranquilidad de la afición nacional, después de la reunión reciente que hubo entre el gobernador de Carabobo, el presidente de la Liga y los presidentes de los clubes profesionales de la Primera División, estuvieron de acuerdo con la propuesta de hacer un corto torneo con una única sede, con el territorio carabobeño como el mejor postor ante la buena pro de Rafael Lacava, quien ofrece todas las comodidades para que los equipos hagan vida allí por el tiempo que dure el campeonato.
En la reunión de este jueves cada quien expondrá sus motivos, sus puntos de vista, los pro y los contra, en aras que haya los acuerdos necesarios para que el fútbol y Gobierno venezolano den el ejemplo a otras naciones de América que también se encuentran en la misma disyuntiva de cara al reinicio de actividades.