Los habitantes de Pekín renunciarán este año a una tradición secular pues no tendrán derecho ni a petardos ni a fuegos artificiales en el próximo Año Nuevo chino, ya que la municipalidad decidió este viernes prohibir esa actividad, considerada peligrosa para la salud y el medio ambiente.
Los chinos, inventores de la pólvora, tienen la costumbre de hacer estallar durante 15 días grandes cantidades de petardos en el Año Nuevo lunar, una forma de alejar a los malos espíritus en el año que se inicia.
Pero esta costumbre ha «causado decenas de heridos y muertos» en Pekín en los tres últimos años, recuerda la agencia Xinhua. Y el humo de los petardos origina una polución atmosférica adicional en una ciudad considerada ya como una de las más contaminadas del mundo.
Por ello, el municipio de Pekín ordenó la prohibición de petardos en el interior del quinto periférico de la capital, que cuenta con mas de 20 millones de habitantes.
Más allá de este perímetro, su uso estará regulado y limitado a ciertas horas del día, durante los 15 días posteriores al Año Nuevo chino.
Durante las pasadas décadas, los accidentes se han multiplicado en los talleres de fabricación, debido al no respeto de las normas de seguridad.
En 2000, en la provincia de Guangdong (sur), 75 personas murieron debido a explosiones en una fábrica de fuegos artificiales.
El Año Nuevo lunar, o Fiesta de la Primavera en chino, se celebrará el próximo año el 16 de febrero.
AFP