Carlos Orozco Carrero
La feligresía uribantina está de plácemes por el nombramiento que hizo el Santo Padre Francisco al designar como Obispo Auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal al Pbro. Juan Alberto Ayala Ramírez, nacido en la aldea San Pedro de Pregonero. Otro escalón dentro de la vida eclesiástica de nuestro paisano. Gran y emotivo momento para la celebración de tan importante noticia. – Dios ilumina a sus hijos, reza Pulquería, con una camándula nueva y en voz baja.
Perdonen que yo me meta, dice mi tía Pulquería. Pero, sugiero a la gente de la mesa de combustible dar una vueltica por las estaciones de servicio para garantizar un trabajo pulcro y que la ciudadanía salga con su vehículo listo y contento. Siempre se mete esta mujer de Dios. La culpa la tiene Melquiades. Siempre la lleva a surtir gasolina. Claro, la esposa lleva arepas rellenas, frutas, cafecito caliente en un termo y agua fresca cada madrugada que salen a hacer la cola.
Parece que los peloteros de las Grandes Ligas ponen trabas para dar inicio a la nueva temporada del mejor beisbol del mundo. Dicen que es la diferencia de sueldos y bonos lo que sustenta al sindicato de jugadores. El gordo Sósimo, quien asiste a algunos juegos en Yankee Stadium, comenta que si las estrellas de la pelota superior no entienden la vida que sufrimos estos días en el planeta, nos quedaremos todos sin ver nunca más los jueguitos de la MLB.
Tempranito y en una cola para surtir combustible, sintonicé la emisora Andes 89.3 FM con su programa “Cantos de mi tierra”, a cargo de Leonardo Ramírez, quien nos ofrece una gama de comentarios acertados sobre nuestra venezolanidad, cobijados con melodías representativas de todas las regiones del país. Es lo que se escucha en casa de mis tíos desde tempranito. Me gusta.
El pasado 22 de junio celebramos el Día Internacional del Volkswagen. Quien nunca ha tenido una nave de estas, no tiene idea de lo que es disfrutar de un viaje por cualquier parte del planeta, sin obstáculos de ninguna naturaleza, literalmente hablando. Además, es el único vehículo donde lo más importante es el conductor, sin ignorar las propiedades del escarabajo alemán.
Estas calles, con sus parques, casas y ventanas nos esperan con intensidad pétrea. Testigos mudos de nuestros pasos por los pueblos más lindos de Los Andes. Si pudieran hablar, nos reclamarían con ahínco esta ausencia tan larga. Saben también que la angustia por el regreso crece cada día allá y aquí. Dios nos ayude en el retorno de los millones de abrazos que nos daremos entre todos.