Hasta ahora, era considerado el gato más viejo del mundo. Rubble tenía 31 años, una edad asombrosa para un animal cuya esperanza de vida máxima anda por la mitad. Pero ahora, ha muerto.
Su dueña, Michele Heritage, tenía 20 años cuando recibió a Rubbles como regalo de cumpleaños. Ahora tiene 52 en su despedida.
Como recoge The Sun, Heritage, que vive en Exeter, dice: «Fue un increíble compañero con el que tuve el placer de vivir por mucho tiempo. Al final estaba ya muy viejo. Siempre lo tratamos como un niño».
Cuando cumplió 30 años, Rubbles tuvo una fiesta y el evento saltó a los periódicos.
Hasta ahora, el gato más longevo registrado fue uno llamado Creme Puff, que vivió 38 años en Texas (EE UU).