Gregory Pino, ha forjado su gran nombre en grandes montajes de ópera rodeado de multitudinario elenco y público, algo hoy en día totalmente restringido en tiempos de pandemia
Freddy Omar Durán
Eso lo ha hecho insistir más en la proyección en las redes sociales, una estrategia que no le es nueva, pues desde hace mucho un fiel grupo de seguidores disfrutan de sus interpretaciones y composiciones desde la comunidad de sus hogares.
–No es nuevo. Para mi buscar ese contacto, con un público que ya me conocía personalmente, y otro público que no sabe de mi música, y la empieza a conocer por estos medios, es una manera de llenar un vacío profesional dentro de esta realidad actual que debemos afrontar. Me he afincado en esta modalidad porque casi que es mi única opción, si bien sigo cantando entre mis amigos y familiares, en conciertos muy íntimos. Pienso que la llamada “virtualidad” se está transformando en una dimensión menos virtual, y más real en el sentido de lo pragmático: yo creo que hay que adaptarse, mantenerla y desarrollarla–.
Esto le ha permitido incluso ingresos ocasionales a través de serenatas virtuales, requeridas especialmente por sus admiradores.
— Yo ya he dado varias serenatas virtuales con María Sandra mi esposa. Una amiga por ejemplo me encargó: ‘Gregory, yo quiero mandarle un mensaje a mi hermana que está en Bogotá y cumple años’. Y yo grabé un video lo mejor producido posible, incluyendo la dedicatoria, y todo los demás detalles, así como un repertorio con las canciones favoritas de la homenajeada — expresó.
Desde su perspectiva personal sobre la cuarentena, no ve que para lo cultural las cosas vuelvan a ser como antes, al menos no a corto plazo, y ante esto, la adaptación cumple un papel fundamental.
–Yo siento que esto no es para siempre, pero si veo que todavía se alarga; si bien pareciera que la normalidad volvería a ciertas actividades productivas que tienen que ver con la alimentación, lo cultural en apariencia no sería la prioridad. Sin embargo, hay que insistir enla virtualidad, que desde ya hace un buen tiempo siempre vino para quedarse, y que permite incluso que gente que no iba a conciertos los disfruten online. Pero aún así, por ejemplo, nosotros los que hemos hecho posible estas grandiosas operas, tan multitudinarias en actores y músicos, vamos a estar limitados por el cierre de los teatros. Yo lo acepto y busco la manera de encontrar variantes–.
Y esas maneras no han puesto en el congelador sus sueños; por el contrario, va preparando el terreno, para el momento en que la escena se ponga a sus pies. Tiempos para reinventarse: los adelantos de la primera opera compuesta por él están en ciernes, y el mundo entero podrá presenciarlo.
–Ahora ando en estos segmentos audiovisuales donde hablo del lirismo, en un afán más educativo y pedagógico; e igualmente ofrezco clases en línea a través de Instagram Antes de la pandemia me inclinaba a poner más música popular en mis redes, y actualmente estoy inclinado a poner mas música académica compuesta por artistas locales. Te adelanto, que este mes de febrero compuse mi primera opera, y ya teníamos fecha para presentarla en mayo con toda la parafernalia de orquesta sinfónica, escenario, luces, etc. En vez de eso lo que queremos hacer es como un estreno virtual, a modo de cortometraje. Estos días son de reinvención, al menos yo lo siento así y la gente que está cerca a mí lo considera así; son momentos de revisarse, de recrearse y producir para la virtualidad lo que se tiene. Yo he aprendido mucho de edición de video y edición de audio, he aprendido sobre lo visual, y todo lo vinculado a esos temas: eso me ayuda muchísimo, y ha cambiado mi concepción de lo que yo hago–.
Para sus clases magistrales pueden seguir a Gregory Pino a través de Instagram en la cuenta @gregorypino.