Los hospitales de Panamá están bajo amenaza de colapso por el explosivo crecimiento de casos de covid-19, con médicos agotados por extenuantes horarios, en el país de Centroamérica con más contagios por el nuevo coronavirus.
“Nuestra cantidad de pacientes infectados por día ha ido aumentando de manera sostenida hasta pasar los 1.000 casos”, señaló a la AFP David Villalobos, jefe de la unidad de cuidados intensivos (UCI) del complejo hospitalario Arnulfo Arias Madrid, en Ciudad de Panamá.
“No hay hospital que pueda sostener semejante cantidad”, agregó luego de visitar a sus pacientes más críticos.
Con una población de cuatro millones de habitantes, Panamá ha pasado de unos 200 contagios diarios a más de 1.100 en las últimas semanas.
El escenario ha obligado a readecuar hospitales y buscar nuevas instalaciones, como centros de convenciones, en un sistema público de salud con grandes carencias y listas interminables.
“El temor al colapso del sistema público de nuestro país es evidente de mantenerse el número de casos. Probablemente para las siguientes dos semanas no tengamos sitios donde colocar camas”, advirtió a la AFP, Domingo Moreno, coordinador de la Comisión Médica Negociadora Nacional, que agrupa a los gremios médicos.
«Es extenuante»
Hasta este miércoles, Panamá presenta 819 defunciones y más de 41.000 contagios por covid-19, en los peores registros oficiales presentados por un país centroamericano.
Según cifras oficiales, cerca de 20.000 personas se encuentran en aislamiento domiciliario y en hoteles, mientras que un millar están hospitalizados, 158 de ellos en cuidados intensivos.
Las autoridades estiman que de cada 100 contagiados 20 terminan en hospitales. Al ritmo actual, significa más de 200 ingresos al día, 50 de ellos a las UCI.
“Es extenuante, a veces tenemos que regresar en las noches para hacer admisiones (…) pero aquí estamos”, relató la médica Giselle Sánchez a la AFP, quien atiende a los pacientes más graves por covid-19. Como sus compañeros, cubre turnos de hasta doce horas.
Durante las últimas semanas se han producido protestas de médicos y enfermeras en varios puntos del país en demanda de insumos médicos y equipo de protección.
“Hay miedo, hay temor al contagio, a tener una situación que ponga en peligro su vida, esto es una guerra de desgaste”, dice Moreno.
Larga “batalla”
Las autoridades locales se han lanzado a la caza del virus casa por casa, bajo el sol o la lluvia, sobre todo en aquellos lugares más afectados por la pandemia.
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, manifestó recientemente que su gobierno busca realizar 4.000 pruebas diarias para localizar y aislar a los enfermos.
Silda Idalia Ríos contó a la AFP que tenía “temor” a realizarse la prueba por los rumores sobre la pandemia.
Pero el virus “ha venido para atacarnos” y “uno tiene que aceptar que tiene que examinarse para ver si es positivo”, afirmó tras hacerse la prueba.
El ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, indicó que se ha detectado “un grupo importante de personas” que, a pesar de saber que están contagiadas, siguen saliendo a la calle, lo que dificulta el control de la pandemia.
“Dependemos directamente de lo que la población pueda hacer o pueda prevenir en la calle. Realmente la población debe entender que vamos a colapsar”, advirtió Malena Urrutia, del equipo de coordinación de la mesa covid-19 del Arnulfo Arias.
Mientras tanto, Cortizo, avisa: “Como presidente, me gustaría decirles que esto ya pasó. Pero no es así. Aún no tenemos una vacuna. Esta batalla continúa”.
AFP