Con el visto bueno de la Federación Venezolana de Fútbol, ente rector del balompié nacional en el país, y cumpliendo con los protocolos que exigen las autoridades sanitarias y por ende el Gobierno nacional, el Deportivo Táchira F.C. mantiene un ritmo preciso en sus entrenamientos, con miras a conseguir los objetivos planteados por la institución y el cuerpo técnico.
Éder Mancilla, asistente técnico del ocho veces campeón, detalló la importancia de la labor que se ejecuta en la Cancha Alterna y el estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo, luego del parón por la cuarentena de la COVID-19.
“Hemos ido de manera progresiva para que los muchachos entren en el ritmo necesario, implementando conceptos y secuencias de juego cortos, sencillos para la adaptación, siempre al cuidado de los lineamientos del profesor Tolisano en cuanto a las cargas”, sentenció.
Para el joven asistente técnico, lo fundamental es tener a todos los jugadores disponibles y en buena forma desde el primer día de pretemporada, todo con el firme propósito que el equipo imponga el respeto que siempre ha tenido en el concierto del fútbol rentado venezolano.
“Esta semana la cumplimos con cargas altas y ritmo de mayor intensidad; se están superando las expectativas, los muchachos han respondido muy bien en lo técnico-táctico, eso da fortuna de englobar un trabajo general en conocimiento y cargas, cumpliendo la planificación”, apuntó.
Después de más de tres meses de no ver luz en la parte física, táctica, ni un minuto de práctica con balón, la adaptación mental del conocimiento del juego en los muchachos no ha hecho mella, se mantiene incólume, esgrimió.
“Los protocolos de bioseguridad los cumplimos a cabalidad en todo momento, un tema médico que permite trabajar por sectores grupales y por líneas que encaminan a lo que se quiere, con una secuencia propia de trabajo”, cerró.
Homero Duarte Corona