Homero Duarte Corona
Miguel Ubeto, icono del ciclismo nacional, alerta al mundo de la realidad del coronavirus o covid-19. Próximo a cumplir 44 años y aún se resiste a colgar la bicicleta, está radicado en Estados Unidos, compitiendo, en ruta y pista, su razón de ser desde niño.
Con el carisma que caracteriza al locuaz y experimentado corredor, sin esconder absolutamente nada, lanzó un alerta al mundo deportivo, fue al grano, confesó que fue contagiado con el virus del coronavirus.
El ciclista a través de un audio envía un saludo a todos los campeones y amigos del ciclismo, después de unos días de ausencia para de inmediato hacer una exposición de lo que le ha tocado vivir luego aceptar la realidad, convivir con el covid-19.
“Quiero alertarlos de nuevo, todavía tengo el covid-19, pasé unos cuantos días súper duros, pero gracias a Dios ya superamos lo más difícil; creo que a veces nos sentimos inmunes, nos sentimos que somos invencibles y que no nos va a tocar, y ya tengo prácticamente dos semanas con este virus, ya lo más difícil lo pasé, pese a que todavía tengo pérdida del olfato y el gusto, hay momentos en que me siento súper cansado, me da literalmente todo el día sueño, quiero que tomen conciencia”, sentenció.
El ciclista es reiterativo en el sentido que llama a la población a que tome conciencia; “les digo de nuevo que a veces nos sentimos que somos inmunes a todo y nos relajamos, algo que no debe ser, sabiendo que el virus mata”.
—En lo particular, cuando llegué acá a los Estados Unidos, el virus apenas estaba empezando, comenzó la cuarentena. Lavaba todos los días las zapatillas, llegaba me quitaba la ropa, me lavaba las manos cada rato; y luego que fueron pasando los días me fui relajando, pasaron tres meses, y en un momento dije, bueno a mí es uno de los que ya me dio, soy asintomático.
Y bueno en uno de mis mejores momentos, físicamente en plenitud de condiciones, venía de ganar mi primera carrera aquí, escolté al ganador en la segunda prueba. Ese domingo había competido, me agarraron faltando 400 metros para le meta; estaba sinceramente muy bien preparado, obviamente con los objetivos claros del Campeonato Nacional, de todo los que nos venía, puntualiza.
— Lo inesperado, al día siguiente ya amanecí literalmente fulminado-esgrime Ubeto-, con el cuerpo cortado, dolor en los ojos; sin embargo pensé en un resfriado, un cuerpo cortado, pero cada día me fui agravando, llegaron los vómitos, diarrea, fiebre constante, sin embargo gracias a Dios no me dio ningún problema a nivel respiratorio, pero les digo sinceramente esos tres días fueron graves, muy duros, pero bueno, ya lo superamos.
Ubeto, pese a su preocupación por lo sucedido, es optimista, su acicate de toda la vida desde que se convirtió en atleta de alta competencia, en este caso dentro del ciclismo, lo mantiene intacto, seguro que en los próximos días volverá a tomar la bicicleta y reiniciar el trabajo que con tanto éxito había iniciado desde su llegada a Estados Unidos hace cuatro meses.
“Ya estoy caminando”
Así es Ubeto, no se detiene frente a las adversidades, antes de reiniciar su labor con la bicicleta, ya comenzó un trabajo de caminata como el mismo lo acota: “en estos momentos siento la necesidad de compartir con ustedes, con todos los amigos y lo iré haciendo como testimonio, porque son muy pocas las personas, yo realmente para decirles no conozco a nadie que haya tenido el covid-19. Perdón, se de dos personas que les dio el coronavirus, pero muy leve, uno perdió el olfato y otro asintomático total, que son dos de los pupilos que yo entreno, apostilla.
Retoma el tema de no relajarse, para señalar que hay que cuidarse, hay que tomar las precauciones, lavarse las manos; cuando se va a los sitios públicos, que es donde creo que la adquirí, pues aquí prácticamente estoy solo, fue en un mercado donde he comprado algo que estaba con el virus y me contagió.
Ante lo que le pasó, Ubeto invita a tomar las precauciones necesarias, porque no solamente somos nosotros los que nos contagiamos, sino nuestros familiares, que es allí donde realmente está la gravedad, pues algún familiar, un amigo que no tenga la defensa de nosotros, obviamente por ser atleta, y lamentablemente no puedan superar, como tantos millones que se han contagiado y los miles que han fallecido.
Para finalizar, dijo que espera que este testimonio lo transmitan , lo compartan, principalmente tienen que tener paciencia en el aspecto de la ansiedad, que es uno de los efectos secundarios que queda. La ansiedad es algo súper desagradable, una desesperación, algo como un susto, no sé cómo explicarlo y en estos momentos lo estoy drenando, estoy caminando, aprovechando para enviarles este audio, que estén realmente atentos y les digo que esto no es juego de carritos, muchachos. Pero bueno gracias a papa Dios y a la virgencita y la fortaleza mental que hemos tenido, a nivel sicológico ya hemos logrado salir de lo más duro. Se les quiere, abrazos para todos y estamos en línea.