“Dios me va a saldar esa cuenta de ver regresar a mi hijo Elvis”

Perder un hijo ha sido el mayor reto a la fe que han enfrentado Elvis Sánchez y su familia. Por casi 12 años han aguardado su regreso, que ocurra de la misma manera en que desapareció, sorpresivamente. No ha sido fácil -confiesa Elvis-, que en algunas oportunidades ha cuestionado a Dios por haberle arrebatado a su hijo mayor, sin ninguna razón, pero luego se llena de fe nuevamente y le pide que, esté donde esté Elvis Alexánder (hijo), lo cuide y lo haga regresar a casa, pronto. Su familia en pleno, ahora más grande, nunca ha dejado de esperar por él. 

Las investigaciones que de manera propia ha desarrollado Elvis concluyen en que su hijo, próximo a cumplir 30 años de edad, fue reclutado por un grupo subversivo para engrosar sus filas. Criticó en aquel momento que desapareció el muchacho, y sigue criticando el hecho de que las autoridades policiales, militares y judiciales, que debían procurar la recuperación de su hijo, no hayan cumplido su trabajo.

“Las investigaciones, que tanto costó iniciar, con el pasar del tiempo se detuvieron. Ni los cuerpos de seguridad ni los tres fiscales que en su momento fueron asignados al caso de mi hijo, dieron alguna respuesta. Recuerdo que había un teniente del Gaes que investigaba el caso, estaba muy interesado en averiguar dónde estaba mi hijo, pero lamentablemente ese muchacho fue víctima de homicidio, en la avenida Carabobo, hace varios años. Por eso, yo le pido al último abogado que estaba al frente de la Fiscalía Tercera del Ministerio Público del Táchira -hace 4 o 5 años-, que reactive las averiguaciones, porque más nunca he sabido que hayan adelantado nada. Junto a familiares de personas secuestradas, los que tenemos seres queridos desaparecidos exigimos que se designara un fiscal único para estos casos, pero fue en vano, nadie nos prestó atención. También introducimos un recurso de amparo, para que las personas que tuvieran el infortunio de que les secuestraran o se les desapareciera un pariente, no sufrieran las calamidades por las que nosotros hemos pasado, pero tampoco obtuvimos respuesta”, explicó Elvis.

Elvis Alexánder Sánchez Perdomo tenía 8 días de haber cumplido los 18 años de edad, cuando su padre lo llevó al centro comercial Sambil para que hiciera un depósito en el banco Banesco, ese 2 de septiembre de 2008. Esa tarde desapareció.

“Nos vemos, papá”

“A la 1:45 de la tarde lo dejé a las puertas del Sambil, el que está por la avenida Libertador.  Me pidió la bendición y me dijo; ´nos vemos, papá´. Nunca pensé que esa sería la última vez que lo iba a ver. Por las grabaciones de seguridad que pude ver, posterior a la desaparición, sé que después de estar mucho tiempo en el banco, porque ese día había mucha gente, hizo el depósito. Junto con la novia, salieron del banco y más adelante se despidieron y tomaron rumbos diferentes. Lo que he podido averiguar es que quien se lo llevó para reclutarlo, fue un grupo subversivo”.

La habitación de Elvis Alexánder continúa intacta, en Sabaneta, vía Arjona, tal cual la dejó hace 11 años y 10 meses, tan intacta como el amor de su familia por él.

“Mi corazón de padre dice que está vivo, pero no sé dónde. Y sé que lo veremos regresar. Hoy día, él sería un profesional del fútbol sala y un licenciado en Deportes. Él sacó 99 puntos en el examen de admisión en la Upel de Rubio, ya estaba todo listo para que comenzara a estudiar; incluso le estábamos buscando una habitación para que estuviera allá, de lunes a viernes, y que los fines de semana se viniera para San Cristóbal. También era el arquero del equipo de la Lotería del Táchira, un gran prospecto en este deporte. Ahorita tendría hijos, una familia, una esposa, un ser productivo. Con su desaparición, la vida nos cambió, ¡ufff!… muchísimo. Ahora mi esposa y yo tenemos tres nietos, los queremos muchísimo, y tenemos un espacio para ellos en nuestros corazones, pero el hueco que dejó Elvis nadie lo puede llenar, no hay sustituto, no hay quién llene el vacío que deja un hijo ausente”, agregó.

—Nos quedan nuestros otros dos hijos, Daniel y Kiara, pero la familia no está completa, Elvis tiene que regresar, yo sé que sí va a regresar. Dios me tiene que saldar esa cuenta, he tenido fe en Él, y en mi vida yo no he hecho ninguna maldad ni ninguna atrocidad, como para que me prive de volver a ver mi hijo, de tenerlo con nosotros de nuevo -dijo finalmente-.

Miriam Bustos

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