Sucesos
Torturan y asesinan a dos jóvenes y lanzan los cadáveres a un potrero
5 de diciembre de 2017
Torturados, con las manos atadas a la espalda y varios impactos de bala, la mayoría de ellos en la cabeza, fueron localizados los cadáveres de dos jóvenes de 20 y 28 años de edad, en predios de un potrero a un lado de la vía que comunica a Lobatera, en la zona norte del estado Táchira.
Una llamada anónima a las tres de la tarde del pasado domingo, al centro de coordinación policial de Lobatera, alertó a funcionarios de la Policía del estado Táchira sobre la presencia de dos cuerpos a escasos metros del puente que une a Lobatera con el tramo de la carretera Panamericana, lo que llevó a los uniformados a verificar la denuncia; y tras un ligero recorrido en el lugar, encontraron en medio de la maleza a las víctimas.
A escasos 20 metros de la vía principal y detrás de una enorme roca, se hallaban los cadáveres de los hombres de aspecto juvenil.
Una de las víctimas, que vestía una franelilla gris y bermudas del mismo color, tenía las manos atadas a la espalda con un mecate amarillo, así como varios tiros en la cabeza. A escaso un metro de distancia de este cadáver fue hallado otro hombre, que vestía un pantalón jean decolorado e igualmente amarrado de las manos con una camisa azul, quien igualmente a simple vista se le observaban signos de tortura y tiros de gracia en la cabeza.
Al momento del macabro hallazgo y por la data de muerte, las autoridades estimaron que las víctimas fueron ejecutadas en horas de la madrugada del sábado.
Detectives del Eje de Homicidios que fueron enviados al sitio para el levantamiento de los cadáveres localizaron en los bolsillos de los pantalones de las víctimas cédulas que los identifican como José Gregorio Gauta Parada, de 20 años de edad, y Luis Anderson Molina Arias, de 28 años.
Tras la verificación de los antecedentes policiales, procedimiento que se realiza rutinariamente en caso de homicidios, los investigadores lograron conocer que José Gregorio Gauta, conocido también con el alias de “El Caracas”, poseía antecedentes judiciales por el delito de estafa con un cheque sin fondos en la compra de un vehículo; no así la otra víctima, que no posee ningún tipo de anotación judicial.
Se presume que ambos fueron llevados a la fuerza hasta el sitio y ejecutados al menos por dos personas, ya que en el lugar se encontraron conchas de balas de diferentes calibres.
Cumplidos los protocolos técnico forenses en el sitio del hallazgo, los detectives trasladaron los cadáveres a la morgue del Hospital Central.
Pablo Eduardo Rodríguez