Regional
Intolerancia y la pandemia han influido en el incremento de la violencia de género
25 de julio de 2020
Más de un centenar de casos a nivel del estado, 67 de ellos ocurridos en San Cristóbal, han sido resueltos con diligencia y los responsares detenidos y colocados a las órdenes del Ministerio Público y los tribunales penales
Se exhorta a cualquier persona que tenga conocimiento sobre hecho de violencia, a notificarlo de inmediato a las autoridades, pues es una manera de proteger a la víctima
Por Armando Hernández
La violencia de género puede dejar secuelas para toda la vida, no solo por las heridas físicas, sino por los daños emocionales y sicológicos que una situación de esta naturaleza puede dejar en las víctimas, que en muchos de los episodios han visto hasta peligrar su vida. El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, por instrucciones de su director, comisario Douglas Rico, mantiene a nivel nacional una campaña destinada a prevenir este tipo de delito y, sobre todo, estimular la denuncia como una manera de detener tal manifestación de violencia, que a causa de la cuarentena social por la pandemia del COVID-19 tiende a incrementarse como consecuencia de la intolerancia.
En Táchira, según cifras que se manejan de manera extraoficial, durante el presente año se han presentado más de cien casos de violencia física, de los cuales 62 se corresponden con el municipio San Cristóbal y poblaciones vecinas. Han sido aclarados en su totalidad y los presuntos responsables aprehendidos y colocados a disposición de los tribunales de justicia.
Denunciar en el momento exacto
El comisario Douglas Rico ha demostrado su preocupación por este tipo de delitos y se ha convertido en el nervio y motor de una campaña que el Cicpc está desarrollando a nivel nacional para prevenir hechos de esta naturaleza y, al mismo tiempo, motivar a la víctima para que denuncie. La violencia contra la mujer se puede detener denunciando el delito en el momento exacto en que se cometió, aseguran los enunciados que en redes sociales ha colocado el referido cuerpo detectivesco.
Una de estas campañas está destinada a lograr que la víctima de violencia, o cualquier persona que tenga conocimiento de ello, lo notifique a las autoridades de manera inmediata, partiendo de la necesidad de detener con urgencia esta situación, puesto que puede agravarse con compromiso de vida para la víctima y pudiera terminar en femicidio.
Es por esta causa que se insiste en la necesidad de la denuncia, pues esto permite a la autoridad actuar de inmediato y brindar la protección adecuada a la víctima.
Caso de violencia extrema
La Brigada Contra la Violencia Intrafamiliar, de la delegación municipal San Cristóbal, está comandada por las inspectoras Neglis Contreras y Gladys Cáceres, y en ella existen antecedentes de varios casos que por sus características han llamado la atención de los investigadores. Entre ellos está uno que causó consternación entre los mismos investigadores por el grado de violencia extrema aplicada a la víctima, una joven mujer que sostuvo un encuentro casual con un individuo que estuvo a punto de matarla, sin que existiera un antecedente de relación entre víctima y victimario.
Los hechos ocurrieron el pasado 8 de febrero y los nombres de los protagonistas se mantienen en reserva. Ella, muy joven, madre de dos niños, en situación de pobreza, fue abordada en el sector de Sabana Larga, vía al llano, por un hombre que le prometió regalarle algunos objetos para los niños. Le pidió que le acompañara hasta la parte alta del cerro, donde vivía, porque allí estaban las cosas prometidas.
La mujer, ilusamente creyó en lo que el individuo le decía y ante la necesidad optó por ir al lugar, pero cuando llegaron a la parte alta del cerro, el hombre se trasformó, dando paso al sicópata que llevaba dentro.
Según cuenta la víctima, el sujeto se desnudó y de inmediato, sin hacer ningún tipo de proposición a la mujer, arremetió contra ella con extrema violencia. Tomándola por el cabello, la golpeaba contra el piso y con piedras la golpeaba en el rostro, casándole lesiones de gravedad.
No conforme con esto, el energúmeno sujeto la llevó hasta un pozo, donde intentó ahogarla, sumergiéndola en el agua. La sacaba y sumergía en varias oportunidades, al tiempo que la golpeaba. La víctima asegura que creyó morir en tal trance. No obstante, a pesar de todo lo malo, ocurrió un hecho que salvó su vida. Dos agricultores que iban a su huerto vieron lo que estaba ocurriendo y comenzaron a gritar. Sus gritos llamaron la atención de otras personas y el violento individuo intentó huir. Fue perseguido por la misma comunidad, que en las inmediaciones de la estación de servicio La Cordillerana, mejor conocida como “La Quemada”, en la troncal 5, le dieron alcance y lo atraparon. Estuvo a punto de ser linchado por los mismos vecinos, indignados por lo que este sujeto había hecho. Lo entregaron a la policía. En tanto, la joven mujer fue trasladada de urgencia al Hospital Central, donde permaneció varios días en situación crítica, incluso se temía un fatal desenlace.
De este hecho conocieron funcionarios del Cicpc, Brigada Contra la Violencia Intrafamiliar, que terminaron haciéndose cargo de la víctima. Ante su estado de pobreza, los funcionarios asumieron los gastos de medicamentos y recuperación, así como los cuidados y alimentación de los dos niños. El violento agresor fue pasado a órdenes de los tribunales y acusado de femicidio, en grado de frustración.
La pandemia agrava la situación
Esta es tan solo una historia de las tantas que a diario tienen que enfrentar los detectives del Cicpc contra la violencia. Existen decenas de casos, conmovedores unos, indignantes otros. Las autoridades policiales actúan sin contemplaciones contra quienes incurren en esta práctica. El director del Cicpc Táchira, comisario general Wílmer Uribe Guerrero, ha sido claro y categórico en cuanto a las instrucciones impartidas a su personal al momento de actuar ante casos de violencia de género.
En el Cicpc Táchira, los estudios han demostrado que con la cuarentena social se han incrementado los casos de violencia física. Por lo general, uno de los integrantes de la pareja pretende controlar al otro y allí surgen los conflictos. Pareciera que la gente no aprende a vivir en sana convivencia. Tanto tiempo juntos, en un mismo espacio, ha llevado a que disminuya el nivel de tolerancia entre las parejas y cualquier cosa, por muy pequeña que sea, puede provocar una explosión violenta, dice. La mujer puede ser golpeada por cualquier tontería, añaden las jefas de la Brigada Contra la Violencia.
Es entonces el momento de denunciar. Notificar a cualquiera de las autoridades para que actúen de inmediato frenando esto, antes de que tome características de mayor gravedad.
El comisario Uribe Guerrero insiste en eso de la denuncia oportuna, ante cualquier autoridad que está en la capacidad de brindar protección a la víctima. Aclaró que no solo es la victima quien debe acudir a la policía, también lo puede hacer cualquier persona que tenga conocimiento de un caso en particular, porque muchas veces la agredida, por amenazas o temor, se abstiene de hacerlo. O porque cree que todo cambiará y las agresiones llegarán a su fin, aun cuando no existan indicios reales de que esto pueda ocurrir. Al contrario, se agudizan y más cuando el maltratador está bajo los efectos de bebidas alcohólicas o sustancias prohibidas.