Freddy Omar Durán
Con una mayor presencia de efectivos militares, este sábado en la alcabala de El Mirador se ejerció un mayor control del tráfico de vehículos, lo que ocasionó colas que poco a poco iba avanzando tanto hacia y desde San Cristóbal.
Como ha sucedido en esta semana de cuarentena rígida, las labores fueron apoyadas por los efectivos de la Policía Nacional apostada en sentido hacia Capacho Nuevo.
Los estricta supervisión de los funcionarios militares, en el contexto de un aumento de casos de covid-19 en San Cristóbal, incluso muy cerca de esa zona, no implicó el cierre absoluto del paso, aunque no fueron pocos los vehículos que prefirieron devolverse de dónde vinieron.
El resto de conductores optó esperar largo tiempo y ser interrogados por los guardias quienes preguntaban las razones de su ingreso a San Cristóbal, y se les advertía sobre los cuidados que deben tener con para prevenir algún tipo de contagio.
El hecho de no haberse prestado el servicio de transporte público suburbano no amilanó a muchas personas a realizar el tradicional mercado del sábado, así tuvieran que movilizarse a pie por kilómetros con su pesada compra.
Con similar acatamiento a las órdenes superiores, en las cercanías del elevado de Puente Real se reportó congestionamiento de automóviles, e incluso dificultades para el ingreso hacia el sector de Barrancas.