El problema data de hace cinco años y ocasiona que solo un cuarto del pueblo pueda ser surtido del vital líquido. Por eso decidieron adelantar los trabajos
Por Bleima Márquez/@bleimamr
Tres factores afectan el suministro de agua potable en Cordero, municipio Andrés Bello: el deslave de hace cinco años que afectó la tubería principal y ahora solo tiene capacidad para surtir a la cuarta parte del pueblo; el deterioro de la tubería de asbesto del sector Llano La Cruz, y el último elemento es el peloteo en Hidrosuroeste.
Así lo denunciaron, a través de la mensajería de Yo Reporto a La Nación, habitantes de la referida localidad, quienes manifestaron su angustia y cansancio ante el silencio y el evidente desinterés de la empresa del Estado, encargada del servicio del agua.
Tubería principal
El primer problema que ocasiona la escasez del vital líquido es producto de un deslave que dañó, hace cinco años, las tuberías que conectan el tanque de la planta al principal de Cordero.
En aquel momento, Hidrosuroeste arregló las tuberías, uniéndolas en una sola, pero esta acción provocó que llegara la mitad del agua al pueblo.
“Estamos hablando de una población de aproximadamente 637 casas; entonces, la poca agua que manda Hidrosuroeste no alcanza, en algunas viviendas llega un hilito y en otras ni una gota”, apuntó uno de los afectados, y agregó que es tan poco el flujo de agua que no cubre la necesidad ni en un 50 por ciento.
Ante este escenario, el pueblo fue dividido en cuatro partes. “Para que llegue el agua, hay que esperar cuatro días, porque el suministro no es continuo; por lo tanto, no satisface la necesidad de todos”, dijeron.
En vista del problema, la comunidad ha emitido varias comunicaciones a la empresa hidrológica encargada, dirigidas a Jacinto Colmenares y Arquímedes Uzcátegui, solicitando solución, pero no han recibido respuesta.
Algunas personas han tratado de buscar una salida con el alcalde, pero escapa de su competencia porque la avería pertenece a la tubería estadal y no puede meter maquinaria en el lugar.
Tubos de asbesto
El segundo problema está relacionado con la tubería de asbesto ubicada en Llano La Cruz, que según los vecinos está deteriorándose.
“Aparte de ser cancerígena y ocasionar problemas de salubridad, la tubería se está desintegrando por completo y hay aproximadamente 35 botes de agua que corresponden a ese conducto”, aseguraron los afectados y lamentaron que el vital líquido se está perdiendo, mientras un pueblo entero padece por esta circunstancia.
También señalaron que el alcalde de esa localidad dio la tubería galvanizada que corresponde, pero Hidrosuroeste no ha realizado el trabajo para la instalación. “Al colocar esa tubería se arreglaría en un 75 % el problema del agua, porque sí resiste presión”, enfatizaron.
El problema es tan fuerte -afirman los vecinos- que hay comunidades que tienen 45 días sin agua; incluso, algunos sectores cumplen más de dos meses en total sequía, porque los fragmentos de asbesto que se desprenden de la tubería tapan y no permiten la normal circulación.
Burocracia
Los moradores piensan que por un problema de jerarquías en Hidrosuroeste, el personal se “picha” el trabajo que corresponde al pueblo. “Un ingeniero dice que tiene que estar el otro, y este afirma lo contrario”.
Destacaron que los ingenieros de la empresa hidrológica van a ese municipio solamente medio día por semana y dejan los problemas allí, alegando múltiples excusas, como la falta de gasolina y presupuesto para adquirir la tubería. “Pero, si están dadas las cosas, si el mismo alcalde prestó la maquinaria y los compresores, ¿por qué no lo vienen a hacer?, se preguntan los vecinos.
El pueblo se cansó
Cansado de tanta burocracia, un grupo de hombres decidió abrir la calle y arreglar la tubería. “Esos botes tienen más de cuatro años y de seis que había, ahora son 35 en menos de tres cuadras”
De acuerdo con lo expuesto por los residentes de la zona, el agua está perjudicando las casas y destruyó la carretera por completo; esa es la razón por la cual los vecinos tomaron la determinación de arreglar los botes.
Aseguraron que ahora se organizan para limpiar los tanques. “Queremos tener lo mejor que se pueda el agua en el pueblo, pero sin la ayuda de ellos, lamentablemente, solo podremos hacer hasta cierto punto, no más”, enfatizaron.
Fueron amenazados
El grupo de voluntarios que decidieron contribuir en la solución del grave problema que tienen los habitantes de Cordero con el abastecimiento de agua potable, expresaron su preocupación e indignación ante las amenazas que, aseguran, recibieron por parte de algunos integrantes de consejos comunales del pueblo. “Son buenos para crear un problema, pero para soluciones, nada que ver”, acotaron.
Contraria actitud mostró el alcalde, quien contribuyó para la movilización de la tubería, proporcionó hidratación y refrigerios; la misma gente ayudó. “Hay bastante disposición del pueblo para resolver los problemas”.
Con el esfuerzo realizado por la comunidad lograron reparar los tres botes de agua más fuertes; sin embargo, quedan pendientes los otros, pero ante la negativa y advertencias recibidas, suponen que continuar sería un gran problema. “Ahora esperamos que digan qué van a hacer con nosotros”, subrayaron.