EN LA ECONOMIA, como en la política o incluso en la vida diaria, el equilibrio es el camino que conduce a su sana conducción, pero eso sí, como decían nuestros abuelos, “ni muy muy, ni tan tan”, o como replicaban nuestras abuelitas, “Ni tan cerca que queme al santo, ni tan lejos que no lo alumbre”…EN EL PRIMER gobierno de Carlos Andrés Pérez se impuso un programa denominado de “Pleno empleo”, que incluso hizo que hasta los ascensores y baños públicos contaran con su personal adecuado, ni qué decir de porteros en hoteles y restaurante, vigilantes por doquier, de tal manera que todo aquel que tuviese de 18 años en adelante contara con su fuente de trabajo…ESTO MOTIVÓ, por su fiel cumplimiento, que hasta las secretarias trabajaban 15 o 30 días y renunciaban, con la seguridad que la demanda por el cumplimiento de la ley les garantizaba el puesto en cualquier otra empresa…COMO ERA DE esperarse, este sistema colapsó y se volvió al equilibrio del paro y del empleo con que se manejan las economías capitalistas en el mundo desarrollado actual…LA CONTRAPARTE es la falta de trabajo que acarrean las crisis sociales, la pobreza extrema y el desaliento por un mejor porvenir, lo que trastorna el funcionamiento de las naciones, ahora divididas entre las emergentes y las desarrolladas, ubicadas al Norte y en el Viejo Continente, y castigando a muchos países africanos, asiáticos y latinoamericanos…PERO NOS VAMOS a otro supuesto, como qué sería del mundo si asistiera a una superproducción, a un desmesurado crecimiento agrícola e industrial en donde la oferta multiplicara a la demanda, y se presentara una natural guerra de precios a la baja, simplemente que se reduciría el empleo, cerrarían muchas tiendas de ventas y se aplicaría la obesidad mórbida de la economía, que hace más daño que bien para el sistema, cualquiera que fuere, ya sea del capitalismo o del socialismo…LO QUE QUIERE DECIR que la felicidad está en el medio, no en los extremos, y sirve tanto para la economía este equilibrio, como para la política, pues en esta actividad los ultra, a la final, se unen, son los responsables de tantas calamidades, que sería motivo de volúmenes para registrarlos…LA HIPERIZQUIERDA quiere que todo lo maneje el Estado, y la extrema derecha, que sean los barones del dinero los que enriquezcan a unos cuantos, en detrimento de las masas…SOBRE ESTE DILEMA se han pronunciado muchos entendidos, pero al parecer no han atinado a un final feliz, pues las quejas de parte y parte continúan, mientras la pobreza supera en millones a los pocos destinados a la riqueza, los primeros a ver cómo salen de su postración, y los segundos inventando fórmulas parta aumentar sus fortunas. Algún día el Sol alumbrará la justa repartición de los tesoros.
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Y ESTO, es todo por hoy
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MENTIRAS universales:
“Me siento bien con lo que tengo”
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DIOS los bendiga…¿Saben?
VÍCTOR MATOS