Nacional
Los abuelos se exponen a la covid-19 en las colas de los bancos
27 de agosto de 2020
“Coronabanco” es otra de las maneras de exponerse al contagio, sobre todo los ancianos que pertenecen la población de riesgo ante la enfermedad
No solo duermen en las afueras de los bancos, sino que se exponen durante horas a la aglomeración para poder entrar a las entidades bancarias y retirar entre 200 y 300 mil bolívares en efectivo.
Son ancianos en su mayoría, pensionados y beneficiarios de las misiones del gobierno nacional. Todos pertenecientes a la población de alto riesgo frente al contagio de covid-19.
Día a día, durante la semana de flexibilización amplia, los abuelos de 60, 70, 80 años y más, acuden a diario a las diferentes entidades bancarias a riesgo de llevarse a casa una “dosis” de coronavirus.
Poco importa la presencia de bomberos y efectivos policiales que intentan organizar y vigilar a los usuarios. Es tal la cantidad de clientes que resulta casi imposible evitar la aglomeración.
Los ancianos se sientan y duermen en el piso, beben varios de un mismo vaso o botella, tosen y estornudan mientras permanecer pegados, de manera que no llegue un “vivito colao” y se meta en la fila.
Si las “coronaparty” representan una violación a la cuarentena y a las normas de prevención frente a la pandemia, que se puede decir de los “coronabancos”, donde cientos de ancianos permanecen arremolinados en torno a la esperanza de obtener un poco de dinero.
Una noche fuera de casa
El trajín de los ancianos inicia 12 o 14 horas antes de que el banco abra sus puertas. Llegan por la tarde y se quedan toda la noche frente a la entidad bancaria, a la espera de obtener un buen puesto y salir temprano.
Durante la noche les sirve de cama el piso frontal de la entidad bancaria y utilizan como baño las jardineras adyacentes, así como cualquier otro lugar que les proporcione un mínimo de privacidad para hacer “sus necesidades”.
Usar un tapabocas puede ser vital para prevenir el contagio de la Covid-19. Pero no solo por colocarse un trozo de tela en el rostro, estos ancianos están inmunes a una enfermedad que ya cobró la vida de 351 personas en el país.