Sean Connery, el actor nativo de Edimburgo, Escocia, celebró el pasado 25 de agosto sus 90 años de edad, ya retirado de la escena del cine, pero proclamado como el mejor intérprete del mítico agente de espionaje 007, creado por Ian Fleming y que lo llevó a filmar seis cintas de brillante éxito.
Una encuesta realizada recientemente en Inglaterra reflejó que se impuso a sus sucesores: George Lanzenby, Roger Moore, Thimothy Dalton, Pierce Brosnan y el actual Daniel Craig, con un 80 % de preferencia.
Con el título de Sir otorgado por la reina Isabel II y un Óscar de la Academia de Hollywood como primera figura de reparto por el filme Los Intocables, Connery empezó su carrera en Escocia en el año de 1954, pero fue a partir de 1962 que es conocido mundialmente desde que filmó la película El satánico doctor No con Úrsula Andrew, seguida luego por Goldfinger, De Rusia con amor, Operación Trueno, Los diamantes son eternos y Solo se vive dos veces, que completó la zaga con su figura. Su última aparición en la gran pantalla fue en 2005, con la cinta La liga de los hombres extraordinarios.
En la actualidad, ya retirado de la escena, acaba de ser noticia, pues ha puesto a la venta su lujosa mansión, valorada en más de 30 millones de dólares, mientras disfruta de una vejez tranquila y con el recuerdo de haber llevado a la fama al personaje “con licencia para matar”, que sigue atrayendo a millones de cineastas a nivel internacional.
Antes de llevar a cabo la serie de historias de espionaje, hizo teatro en su tierra natal, hasta que fuera seleccionado para la serie que lo dibuja como el más fiel intérprete del agente secreto que ha dado millones y millones de dólares a sus productores.
Víctor Matos