Regional

Productividad afectada por falta de electricidad

5 de septiembre de 2020

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En una disminución superior a 80% de la capacidad de producción del sector fabril, afecta al sector empresarial regional la irregularidad en el suministro de fluido eléctrico, mientras que los establecimientos comerciales que aún se mantienen operativos apenas logran mantenerse abiertos por un promedio de 4 horas laborables por día.

Eduardo Collazos, director ejecutivo de Fedecámaras Táchira, así lo señaló al ser consultado sobre el tema, agregando que la crisis económica que golpea el tejido empresarial y que se ha intensificado en los últimos tres años, pero agravada en estos 5 meses de pandemia, se traduce en graves afectaciones solo por la vía de los servicios.

Señala Collazos que el sector empresarial regional, y particularmente industrias y empresas de servicios que operan en San Cristóbal, registra una sensible pérdida en su capacidad productiva debido a los continuos, prolongados y no programados cortes de electricidad.

El caso es, explica, que esos apagones intempestivos, no informados por Corpoelec, que se registran hasta 2 y 3 veces al día por lapsos que promedian 3 horas, afectan la productividad de las empresas tachirenses y comprometen seriamente los ya afectados niveles de producción de la pequeña y mediana industria, lo mismo que al sector servicios.

— Sin contabilizar los daños producidos a equipos y aparatos electrónicos por los continuos picos en el fluido eléctrico -dice el director ejecutivo de Fedecámaras regional-, la pérdida que produce el forzoso paro por cortes no programados ni anunciados por la empresa responsable de este servicio público, amenazan la operación de las unidades productivas que, en número decreciente, conforman el tejido empresarial tachirense.

Fedecámaras Táchira, considerando la gravedad del problema que constituye la merma en la capacidad de generación de electricidad que registra el Sistema Interconectado Nacional y las plantas ubicadas en el estado, ha elevado una propuesta al Protectorado en busca de soluciones a esta anormalidad.

Pietro Cennícola, presidente de la Asociación de Comerciantes. (Foto Tulia Buriticá)

Se trata de considerar la idea de crear una comisión interinstitucional y multidisciplinaria, que elabore una propuesta viable para comprar electricidad al departamento Norte de Santander, proyecto sobre el cual, tanto el sector privado de esa dependencia del vecino país, como del Táchira, han manifestado su disposición de participar activamente.

Hasta la salud se afecta

“La consecuencia básica que tiene la irregularidad en la prestación del servicio del sistema eléctrico, es que a todos en general se nos ha reducido la producción”, dice sin titubear Pietro Cennícola, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Estado Táchira, Aceta, al ser preguntado sobre el tema.

Agrega Cennícola que, “incluso para las personas que trabajamos desde casa, nos es imposible establecer un horario de trabajo por la irregularidad con que tenemos el servicio. No podemos poner a funcionar una agenda, porque simplemente nos quedamos sin electricidad en cualquier momento de la planificación o de la ejecución de las tareas”.

Comenta el dirigente empresarial del sector comercio que, como ya sabemos, la electricidad, por supuesto, arrastra el sistema telefónico y el sistema de internet, que son tan primordiales en estos tiempos, en que necesitas la comunicación, para todo prácticamente, y particularmente para el empresario, para el desarrollo de las operaciones que son propias e imprescindibles en esta actividad, como, por ejemplo, consultas u operaciones con los bancos, pagos electrónicos en puntos de venta, etc.

Explica el presidente de Aceta que la situación también ha afectado las industrias y las empresas cuya actividad depende de equipos de refrigeración, como carnicerías, heladerías, panaderías, etc., que registran un alto nivel de daños en esos equipos, sin que haya quién responda por los mismos. La compañía de electricidad no se hace responsable, y los cargos por reparaciones o pérdidas de esos equipos, siempre van al bolsillo de los propietarios, o sea, es una situación indeseable, que han vivido muchas personas,

Igualmente, “hay otro aspecto que, desde el punto de vista financiero, también nos ha afectado, porque muchos propietarios, para poder mantener más o menos activo el giro comercial, han tenido que hasta prestar dinero, para poder comprarse una planta y poder trabajar”. Sobre todo aquellos que trabajan en horario nocturno, como ventas de hamburguesa, pizzerías, restaurantes,heladerías, etc.

Estos establecimientos también padecen disminución en sus ventas por la falta de electricidad. Por ejemplo, la zona de Barrio Obrero en San Cristóbal, cuando de noche sus calles están en penumbra por la falta de iluminación, se reduce al mínimo la visita de compradores y, por supuesto, se restringen las ventas. Es claro que, si hubiese iluminación, pues la gente sale.

También la salud se afecta

Desde elpunto de vista de la salud, también nos afecta esta situación, porque esta condición de inestabilidad o inseguridad para el desarrollo de la actividad, cuando hay que contar con electricidad, genera condiciones de estrés, en el propietario y hasta en los empleados.

—Tengo el caso directo de un comerciante de Barrio Obrero que abre su negocio hasta las 11 y media de la noche. A las 7 p.m. no había luz, desde temprano. Y les dijo a sus empleados, “si a las 7;30 no ha llegado, cerramos y nos vamos. Así sucedió. Eso significa un día laboral perdido para la empresa.

También el caso de muchas empresas que trabajan con alimentos. Todos saben que allí se manejan artículos y productos perecederos. Cuando estos apagones se prolongan o se repiten en breves espacios de tiempo, pues el producto tiende a deteriorarse rápidamente y pierde su condición óptima para ser utilizado, y darle calidad al cliente. Eso también es pérdida.

Y el caso es que en general, desde el punto de vista comercial, no vemos que se estén adoptando soluciones pertinentes, como sería, primero que todo, dar el ejecútese a la Ley de Sistema Eléctrico, lo cual regularía la calidad de la prestación del servicio. Y lo otro tiene que ver con un aspecto filosófico, dado que siempre estamos hablando de servicio público o privado.

—Aquí se decidió que los servicios sean públicos. Y como las tarifas son una cosa irrisoria, hace que el servicio no sea de calidad. Habría que analizar la opción del servicio privado, que es que el servicio cuesta, pero es de calidad, que es lo que todos queremos. Es una decisión social, que tendremos que asumir.

Humberto Contreras