Cuando se explicó que la gasolina que iba a llegar al municipio Fernández Feo, durante esta crisis generada por el nuevo coronavirus, sería distribuida a los sectores priorizados, un grupo de productores agropecuarios, médicos, enfermeros y transportistas, vieron con buenos ojos la medida. No obstante, a seis meses de su aplicación, la realidad es que muchos de estos sectores no han sido favorecidos como lo esperaban y, para seguir adelante, deben adquirir gasolina colombiana, cuyo precio actual puede llegar casi a los dos dólares.
Josmar Ramírez lleva varios años impartiendo clases en instituciones educativas del municipio Fernández Feo, zona sur del Táchira. Rememora cómo desde hace más de una década, la problemática de la distribución de combustible ha venido creciendo de manera exponencial.
—Se han planteado varias estrategias para la distribución del combustible en el Táchira, pero si analizamos su alcance, estas han fracasado. Por ejemplo, tenemos el chip, que si mal no recuerdo lleva como once años de implementado y solo ha servicio para disminuir los litros que podemos adquirir—precisó Ramírez.
Por su parte, José Sierra, quien tiene una parcela en el sector Isla de Betancourt en el que cosecha yuca, plátano y maíz, indicó que para poder transportar sus productos a San Rafael de El Piñal, debe comprar gasolina colombiana, lo que implica un gasto importante que va en detrimento de su economía familiar.
—Para sacar las cargas al pueblo, debo comprar al menos 10 litros de gasolina colombiana cada tres días. Actualmente, está en 4 mil pesos, es decir, que son 40 mil pesos que, multiplicados por dos, son en total 80 mil pesos a la semana. Y así lo deben hacer otros productores. Es difícil, pero no queda de otra que seguir adelante, hasta donde podamos— lamentó el agricultor.
Una enfermera que labora en un centro asistencial de salud del citado municipio del sur del Táchira, explicó que en estos meses de cuarentena solo ha podido abastecerse de combustible en dos oportunidades, asegurando que en comparación con otros de sus compañeros, ha corrido con suerte, pues muchos de ellos no lo han hecho.
—Cada día hacemos grandes esfuerzos para llegar a nuestros puestos de trabajo, y si bien la alcaldía del municipio implementó un transporte, y muchos son trasladados hasta los sectores donde viven, otros debemos hacerlo pidiendo cola o caminando parte del trayecto—puntualizó.
Raúl Márquez