Regional

Plan Flexibilización 7+7 cierra empresas y genera desempleo

12 de septiembre de 2020

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La emergencia sanitaria, que ya lleva 25 semanas de vigencia en el país, ha puesto al sector productivo en una situación crítica por las severas restricciones a sus actividades con la aplicación de la llamada “Flexibilización 7+7” que maneja el gobierno, y que no ofrece señales de recuperación, sino que, al contrario, está causando más cierres de empresas, con el consiguiente aumento de desempleo.

De informaciones recogidas en medios de la actividad comercial que se desarrolla en estos días de aplicación del Plan 7+7, se conoció que las empresas, en particular establecimientos comerciales que operan atendiendo las directrices de la flexibilización, están ahora en una situación de caja muy precaria, lo cual amenaza seriamente la capacidad de seguir cubriendo costos fijos, incluyendo la nómina, y está poniendo en peligro la estabilidad laboral de sus trabajadores.

Muchas empresas comerciales e industriales han cerrado sus puertas, afectadas en sus ingresos por la cuarentena. (Foto/Gustavo Delgado)

La Cámara de Comercio de Maracaibo, por ejemplo, en encuesta elaborada entre sus agremiados, registró que 72% de las empresas ha despedido personal por el debilitamiento que han tenido como consecuencia de la aplicación de la flexibilización, que en Maracaibo ha sido más severa que en otros estados del país.

Para el sector empresarial, el plan 7+7 solo genera despidos y cierre de empresas debido a la poca capacidad de flujo de caja que, en algunas regiones como el Táchira, se agrava por la difícil tarea de sobrellevar la escasez de gasolina, que se está pagando a más de un dólar el litro (80 mil pesos la pimpina de 20 litros), lo cual afecta los escasos ingresos de los siete días de actividad, cuando la empresa asume el transporte del personal.

Plan no reduce contagios pero cierra empresas

La aplicación de la cuarentena como medida de prevención de la infección viral, en casi todos los países del mundo, ha generado una crisis económica que afecta por igual tanto a los países que la aplicaron de forma estricta, como a aquellos que fueron más flexibles. Así lo mostró el Fondo Monetario Internacional (FMI), al advertir la caída de 9,1% en el PBI de Brasil o de 8% en EEUU, dos países que subestimaron el virus, y no aplicaron restricciones a la movilidad

Aparentemente, el objetivo principal de esta medida es cuidar vidas, ya que, se parte de la premisa de que «la economía se recupera, pero una vida perdida no». En el caso Venezuela, no hay duda de que los sectores formales de la economía asumieron con responsabilidad todas las normas indicadas para prevenir la expansión del virus en el país; incluso, muchas empresas hicieron inversiones importantes en la adquisición de equipos de seguridad, de control de temperatura y de inmunización, con el propósito de garantizar sus operaciones con un mínimo riesgo sanitario.

Pero, de acuerdo con voceros del sector empresarial, “las medidas de cerrar comercios no tienen ningún efecto, teniendo en cuenta que los casos de contagios en el país según señalan los informes oficiales, han aumentado, estando los comercios cerrados.

En cambio, dice Consecomercio, de acuerdo con las estimaciones que maneja, entre 80% y 90% de los comercios, empresas industriales, inclusive la actividad agropecuaria, está enfrentado dificultades reales. De una muestra de 2500 empresas consultadas, 30% aseguró que se encuentra bajo seria amenaza de cierre.

Actualmente se registra el desplazamiento de alrededor de 40% del comercio, hacia la informalidad, mientras que adicionalmente, se está apreciando el fenómeno de que los locales están acondicionándose para la venta de alimentos, que es lo que tiene más demanda, para tratar de subsistir.

Eso es consecuencia de que, trabajar una semana si y otra no, no es suficiente para atender los costos operativos, ni la nómina de personal. Por otra parte, hay industrias que no pueden “prender y apagar” sus procesos por semanas. Los estudios que se manejan al respecto, indican que apenas 2 de cada 10 empresas privadas del país pueden operar sin interrupciones, y las otras 8, que permanecen cerradas durante las semanas de cuarentena radical, también necesitan operar y generar ingresos para atender al menos el pago de salarios, el costo de insumos y de los demás servicios necesarios para su accionar.

Momento de revisar la medida

A mediados de agosto, Consecomercio y Conindustria emitieron un comunicado conjunto mediante el cual instan a revisar el plan, y a levantar progresivamente la cuarentena, en una desescalada controlada que permita la reactivación de todos los sectores, comprometidos éstos a cumplir con las medidas de protección y prevención, lo cual no tendría por qué incidir en el aumento de casos de contagio.

Es necesario un modelo de reapertura segura para todos los sectores de la economía. Se necesita un esquema de continuidad operativa. Asimismo, ningún sector puede quedar excluido de la posibilidad de abrir sus puertas y mantenerse en actividad, porque de eso dependen 3 millones de empleos en el sector privado.

La propuesta conjunta se sustenta en la rigurosa aplicación de cuatro medidas claves contra el contagio viral, como son uso obligatorio de la mascarilla, control del número de personas en los locales, respeto al distanciamiento físico y la limpieza frecuente de superficies con alcohol.

Otras medidas propuestas, las cuales se obligan a respetar, son: utilizar la modalidad del teletrabajo donde sea posible; mantener suspendidos los eventos, reuniones y cualquier actividad que implique la aglomeración de personas; aplicar horarios diferenciados y turnos rotativos de trabajo; extender horarios de atención al público para evitar aglomeraciones y reportar cualquier foco de contagio.

Igualmente, las autoridades podrán hacer fiscalizaciones aleatorias para verificar el cumplimiento, y se impondrán sanciones en caso de incumplimiento de las medidas de bioseguridad.

El fundamento de la propuesta es claro, según Felipe Capozzolo, presidente de Consecomercio: “no hay salud sin bienestar, y ese bienestar se obtiene, entre otras cosas, contando con un ingreso digno y un empleo de calidad”.

Humberto Contreras