Generalmente se observaba a una sola o a las dos mujeres juntas, acompañadas por una o las dos niñas, quienes ingresaban a los negocios, pero eran las menores las que cometían los hurtos, mientras las adultas entretenían a los empleados o vendedores del negocio, locales mayormente con mercancía costosa (ropa, celulares, bolsos, relojes, laptops

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Luego de una serie de allanamientos, practicados por funcionarios de la delegación municipal del Cicpc-San Cristóbal, se logró la detención de un hombre que presuntamente era el encargado de trasladar a las mujeres que usaban niñas para cometer hurtos en  locales de centros comerciales de la entidad,  banda a la que las mismas víctimas denominaron “Las Descaradas”, por su forma desenfadada de actuar, pues pese a saber que sus fechorías ya eran del conocimiento público por los videos de seguridad, en que se les veía en pleno delito y que se difundieron en las redes sociales, seguían operando.

De acuerdo con la información del Cicpc, la primera mujer detenida el domingo, en el Sambil San Cristóbal, junto con una de las niñas, fue identificada como Génesis L., de 18 años de edad; más tarde, ese mismo día, tras un allanamiento aprehendieron a Carmen L., de 61 años, y posteriormente en Caneyes, también mediante visita domiciliaria, capturaron a Jefferson L., de 27 años, quienes son parientes y todas con registros policiales por el delito de hurto genérico, en diferentes estados del país.

“(…) luego de practicar arduas investigaciones de campo, vigilancia estática, análisis fílmicos y entrevistas a testigos, se logra comprobar el grado de participación de las mismas en diversos hurtos acaecidos en diferentes establecimientos comerciales del municipio San Cristóbal, a los cuales ingresaron a junto a niñas de su entorno familiar y las inducen a delinquir, sustrayendo objetos, prendas de valor y dinero en efectivo, mientras de manera habilidosa distraían a sus víctimas para cometer tal hecho”, agregó el Cicpc.

Añadió el órgano detectivesco que, al realizar visita domiciliaria a sus lugares de residencia, se les incautaron múltiples evidencias de los objetos hurtados en los locales y un vehículo, utilizado como medio de transporte para los hechos.

Desde enero

Una de las comerciantes, víctima de la banda y cuya identidad pidió mantener en reserva, comentó que el accionar de esta agrupación delictiva en centros comerciales de San Cristóbal se empezó a conocer en la segunda quincena de enero de este año y, aunque  tuvo algunos “recesos” o inactividad, eventualmente regresó más recientemente, generando alerta entre los comerciantes de otros municipios del Táchira,  quedando los delitos grabados en varios  de los establecimientos, y en los que no, se aportaron retratos hablados.

Explicó la informante que generalmente se observaba a una sola o a las dos mujeres juntas, acompañadas por una o las dos niñas, que ingresaban a los negocios y eran las menores las que cometían los hurtos, mientras las adultas entretenían a los empleados o vendedores del negocio, locales mayormente con mercancía costosa (ropa, celulares, bolsos, relojes, laptops). Posteriormente huían sin despertar sospecha.

Agregó que luego de hablar con otros comerciantes que también habían sufrido hurtos bajo este mismo modus operandi y con las mismas protagonistas, se conoció que el común denominador en la huida de las mujeres y las niñas era que en el estacionamiento de los centros comerciales -de acuerdo con las grabaciones de las cámaras de seguridad- las aguardaba un hombre en un vehículo verde, que se supone es el cómplice detenido el lunes. El vehículo también fue retenido.

Solo en San Cristóbal -dijo-, presuntamente, al menos 50 negocios fueron objeto de hurto, pero se manejaban unas 100 víctimas en toda la entidad, situación que está en plena investigación, en razón de la gran cantidad de comerciantes que han acudido al Cicpc para formular la denuncia y promover elementos de prueba.

El desmantelamiento

Para estar en comunicación constante, un grueso número de comerciantes creó un grupo en WhatsApp, en el que el domingo se mencionó que las dos sospechosas adultas y una niña habían sido identificadas y se encontraban en el Sambil San Cristóbal, donde presuntamente intentaron robar a una persona, por lo que el personal de seguridad del centro comercial fue notificado de la situación que ocurría y que las mujeres eran sospechosas de un sinnúmero de hurtos.

Los vigilantes las abordaron, a la espera del Cicpc. Se ignora en qué momento la mujer mayor logró evadirse.

Junto a la detenida, que se encuentra embarazada, el Cicpc también se llevó a la niña, de unos 10 años, que la acompañaba. Más tarde, el mismo domingo, la mujer de 61 años fue capturada, y otra niña que estaba con ella también fue prácticamente rescatada de las garras de la banda.

Mientras que el hombre, que se presume es el que transportaba a las mujeres y las niñas, también corrió la misma suerte. La noche del lunes se especuló, mas no se pudo confirmar, que una tercera niña había sido puesta bajo custodia de consejeros de Protección al Menor, y que un cuarto integrante de la banda estaba siendo buscado, sin descartar que haya más miembros.

La vinculación de las niñas que eran usadas para cometer los hurtos, con los adultos detenidos, no ha sido del todo establecida, pero se aseguró que este elemento es parte de la investigación que adelanta el Cicpc.

Miriam Bustos