Reportajes y Especiales
“Lo más grave para Venezuela sería el cierre de la universidad”
19 de septiembre de 2020
Reconoce el profesor que tiene 40 años en la Universidad de los Andes, núcleo “Pedro Rincón Gutiérrez”, las limitaciones presupuestarias, técnicas y salariales, pero insiste en que debe prevalecer el diálogo
Las carreras con más demanda son: Medicina, que rompe récord; Contaduría, Comunicación Social, Administración e Idiomas. Cada vez menos bachilleres quieren ser profesores
Omaira Labrador M.
El profesor Omar Pérez Díaz, pese a todas las vicisitudes financieras, salariales y técnicas, le apuesta a que la universidad venezolana se mantenga de puertas abiertas.
Con 47 años de carrera docente, Omar Pérez Díaz actualmente es el coordinador Académico de la Universidad de los Andes, núcleo “Pedro Rincón Gutiérrez”, en el estado Táchira.
En la sede de la ULA-Táchira, como todos la conocen, casi desierta -solo con el poco personal de turno de vigilancia- y con los estragos que en toda estructura hacen 187 días de soledad por cuarentena, el profesor Omar Pérez habla de las expectativas del reinicio a clases, no presenciales, que ha hecho el Gobierno nacional a través del ministro de Educación Superior, César Trómpiz.
––El llamado a clases que hace el ministro de Educación tiene que ser profundamente analizado, en virtud de que se hace necesario contextualizar la realidad educativa ––dice el coordinador Académico de la ULA-Táchira, en su despacho ––. No se puede hablar de un proceso homologado, que todos tenemos los mismos problemas o limitaciones, sino que cada institución de educación superior tiene una realidad en la parte tecnológica y operativa, porque en la parte salarial y atención social, todos tenemos la misma situación.
Para Omar Pérez Díaz, se debe tomar en cuenta que el Ministerio de Educación Superior limitó los gastos de funcionamiento y, poco a poco, los elementos tecnológicos que estaban funcionamiento en la práctica han dejado de hacerlo, por lo que actualmente no se tienen los equipos para poder desarrollar la actividad online, como se propone.
El núcleo “Pedro Rincón Gutiérrez” finalizó en el mes de julio el semestre, a través de las clases no presenciales, con limitaciones técnicas y de servicios, pero las concluyó, dice la autoridad académica, al insistir en que la modalidad online es improvisada, porque nadie estaba preparado para una emergencia como la actual.
––Gracias a Dios, hay docentes que aman lo que hacen, al igual que los alumnos. Esto es lo trascendente, más que la realidad. Aquí la primera medida que debió tomar el Presidente era dignificar la profesión docente, porque cómo es posible que un profesor instructor con maestría esté ganando 850 mil bolívares quincenales. Hay un divorcio entre la realidad que se vive con los salarios y el proceso de inflación. Estoy seguro de que el Presidente desconoce esta triste realidad. Nosotros nos hemos convertido en poblaciones vulnerables.
Sostiene quien ha estado en el sector universitario, específicamente en la ULA-Táchira por cuatro décadas, que se debe imponer el diálogo para salvar a la universidad venezolana.
––– ¿Cuál es la carrera con más demanda en la ULA-Táchira, actualmente?
–––Medicina, que rompe récord; luego Contaduría, Comunicación Social, Administración e Idiomas. Estas carreras tienen mayor número de solicitudes y en algunas se ha aprobado una extensión de cupo. Sin embargo, cuando uno ve -por ejemplo- las menciones de Educación en Castellano, Matemática, Geografía y el resto de carreras, tienen muy bajan demanda porque nadie quiere ser profesor.
––¿Por qué la carrera de Educación, en la especialidad de Idiomas, sí tiene demanda. Los bachilleres sí quieren ser profesores de idiomas?
––La gente la toma para empezar y en el tercer o cuarto semestre, cuando dominan un poquito el inglés o francés, se retiran, porque la mayoría se va a otro país. Los estudiantes no lo hacen para ser profesores, solo para ir a un aula de clases.
–– ¿Qué mensaje les da usted, como autoridad, a los alumnos que desean comenzar clases?
–– Hay enorme expectativa porque hay criterios encontrados, hay gente que está ganada a no comenzar clases y establecer una lucha para exigir condiciones. Ya que no hay forma de que los que menos tienen sigan subsidiando a la educación universitaria. Hay otro grupo que habla de mantener a la universidad abierta, porque puede ser una política del Estado, de llevarnos al abandono de las instituciones y al cierre. Por eso, yo digo que es necesario activarnos en la Universidad. Lamentablemente, hay gente que se divorcia de la universidad. Solamente está esperando a que alguien diga si hay o no clases, pero no participa.
Dice categóricamente Pérez Díaz que él está ganado a que se haga un esfuerzo, aun con todas las limitaciones que se puedan tener, manteniendo la protesta por las condiciones laborales, pero siempre con las aulas abiertas.
No deja de criticar el divorcio que dice existe entre los gremios de educación superior para solicitar ante las instancias respectivas las reivindicaciones necesarias.
––Creo que el Gobierno debe entender la importancia social que tiene la educación. Es una inversión a futuro, de progreso. Es una inversión necesaria. Tal vez si se dignifica la profesión del docente, le sería más fácil al Presidente hacer un llamado a los educadores, a hacer un esfuerzo. Pero con este malestar y la situación de vulnerabilidad del docente es muy difícil–– concluye el coordinador Académico de la ULA-Táchira.
––¿Si el Gobierno no toma en cuenta las condiciones de las que usted y los gremios hablan, qué futuro avizora?
––El futuro es incierto. Por ejemplo, yo creo que el Núcleo no me corresponde a mí, sería a las autoridades competentes, como por ejemplo el decano, que debe hacer contactos y mostrar la realidad. Lo que no debe hacerse es cerrar y no mantener viva la formación de los profesionales. Lo más grave para el país sería cerrar la universidad y dejar los espacios abandonados, para que se cumpla la estrategia de cerrar las universidades de prestigio.
–– ¿Por qué la universidad llegó a este estado, hay un mea culpa?
––-Nosotros somos una universidad con autonomía, pero dependiente. Dependemos en la parte presupuestaria, totalmente del Estado, lo que se autogestiona es muy poco y lo que logra ingresar no alcanza pagar nómina. Nunca estaré de acuerdo con que el problema de los profesores se lo pasemos a los alumnos.
El profesor Omar Pérez Díaz es reiterativo en reconocer las dificultades financieras, técnicas y salariales de la universidad venezolana, pero igualmente le apuesta a que se mantenga abierta.